Page 92 - iMA2020-Informe del Medio Ambiente
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Río Guadalquivir a su paso por Villa del Río (Córdoba). M. Moreno.
El control de la calidad del agua
La calidad de las aguas superficiales y subterráneas constituye un aspecto de gran significación, clave
para determinar el estado del medio ambiente de cualquier ámbito; en Andalucía, el seguimiento de
la calidad de las aguas está monitorizado, desde hace más de 30 años, mediante redes de control que
ofrecen un registro histórico de los datos, y cuyos principales parámetros tratan de medir la calidad
biológica, hidromorfológica, química y físico-química de las aguas.
La calidad de las aguas superficiales en 2020 es, en conjunto, algo mejor que la registrada en 2019,
especialmente si se considera la evolución que han tenido los niveles de nitratos, uno de los pará-
metros más significativos y usados para el control de la calidad de las aguas, por su relación con la
presencia de fertilizantes y vertidos de aguas residuales.
Por demarcaciones hidrográficas destaca la mejoría registrada en las del Guadiana, Guadalquivir y
Guadalete-Barbate, con una reducción del 79, 45 y 31% entre 2019 y 2020, respectivamente.
En el lado opuesto están las Cuencas Mediterráneas Andaluzas, donde se ha registrado el mayor
aumento de los niveles de nitrato, habiéndose pasado de 3,3 a 5,4 mg/l entre 2019 y 2020. También han
aumentado los nitratos en las demarcaciones del Tinto-Odiel-Piedras (TOP) y en el Segura, aunque en
menor medida que lo ha hecho la demarcación mediterránea. Así, la demarcación del TOP pasó de 1,1
a 1,4 mg/l y la del Segura de 2,3 a 2,9 mg/l entre 2019 y 2020.
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