Las defensas de Cádiz
en 1810-1812
Plano del casco urbano de Cádiz
en la segunda mitad del siglo XVIII,
con su perímetro de fortificaciones,
algunas en proyecto.
Biblioteca
Nacional de España, Madrid.
El ingeniero
Cristóbal de Rojas,
que dirigió las obras
de fortificación
de Cádiz a caballo
entre los siglo XVI
y XVII.
fuertes de Santa Catalina del Puerto, Matagorda y San
Luis, en la contraorilla, el de Puntales, en el istmo, y el
puente de Zuazo, en el acceso a la Isla de León. Aproxi-
madamente, ese panorama poliorcético es el que existía
cuando se produce en Madrid el alzamiento de Mayo de
1808, y en Cádiz las turbas asesinan al capitán general
marqués de la Solana, acusado de
tibio
, ante la cobardía
cómplice de la guarnición, al igual que en esos aciagos
días en Badajoz, Granada o Valencia. Tras la sorpren-
dente capitulación de Bailén en julio, Cádiz dispone
de año y medio para prepararse a enfrentar la más que
probable llegada de las tropas bonapartistas, como de
hecho ocurrió a comienzos de Febrero de 1810.
En esos días las tropas invasoras disponían en España
de unos 270.000 hombres, articulados esencialmente en
siete Cuerpos de Ejército. Para desgracia de sus propios
intereses, José I, en lugar de intentar neutralizar a su
único enemigo realmente peligroso, en Celorico de
Beira, optó por invadir Andalucía con 65.000 hombres
al mando del duque de Dalmacia, intentando resarcirse
de la extraña pero contundente derrota de Bailén. Dal-
macia y Bellune arroyaron la no muy convincente resis-
tencia española. El 18 de Enero están en Santa Cruz de
Mudela, y en siete horas fuerzan la línea de Despeñape-
rros, con bajas insignificantes. El 23 han tomado Jaén,
el 26 ocupan Córdoba sin resistencia, el 28 Granada, y
tras vergonzosa huida de la Junta Central hacia Cádiz,
el 1 de febrero el rey José hace su entrada triunfal en
Sevilla con notable entusiasmo de los nativos.
El general duque de Alburquerque, con energía y pun-
donor, intenta reunir los restos de sucesivas derrotas
de los Ejércitos de Extremadura y de Andalucía, y ade-
lantándose al duque de Bellune alcanza el puente de
Zuazo, introduciendo entre el 3 y el 4 de febrero unos
12.000 hombres en la Isla de León, que, aunque des-
trozados, hacen frente eficazmente a la llegada france-
sa en los días inmediatamente siguientes, que intentan
en vano forzar el estrecho paso sobre el caño de Sancti
Petri y sus salinas y marismas fangosas, único acceso
posible a causa del indiscutible control marítimo ejer-
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C Á D I Z D E L A CON S T I T U C I ÓN . 1 8 1 2 [
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