7.
Un mosaico de cultivos herbáceos irrigados.
La fertilidad de la tierra, la disponibilidad de agua y la estructura de la propiedad determinan una ocupación
minifundista de la Vega, dando lugar a un denso hábitat disperso. Pese a que la conquista cristiana acarrea
cierta concentración de propiedades y explotaciones, la unidad base es muy reducida, cuya unidad de
medición, el marjal (unos 520 m
2
), da idea del intensivo aprovechamiento del terreno. Se plantan cereales
(trigo, cebada, escanda…), hortalizas (pepinos, rábanos, zanahorias…), leguminosas (alubias, altramuces,
garbanzos, habas, lentejas), a veces después de los cereales para fertilizar los suelos. En superficies menores
se cultivan también los condimentos propios de la cocina andalusí, como ajonjolí, albahaca, alcaparra, anís,
azafrán o hierbabuena.
6.
Torre de la Vela, la regulación del riego.
El agua es un bien preciado y sus usuarios
numerosos. Para evitar problemas, en la torre
vigía de la Alcazaba de la Alhambra, desde la
que se domina toda la Vega y que a su vez es
vista por todos los regantes, se marcan las horas
de riego. Las antiguas ordenanzas dispuestas
por los nazaríes se respetan y potencian bajo los
reyes cristianos, que codifican los antiguos usos y
costumbres, como en el apeo de Loaysa de 1574, y
mandan colocar en la torre de la Vela una campana
de plata en recuerdo de la conquista, con la que se
señalan los turnos para regar.
Agua
& Economía
)
G R A N A D A N A Z A R Í Y R E N A C E N T I S TA . 1 6 0 0 [
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