
Acude a nuestros centros de visitantes, puntos de información y ecomuseos para sacarle el máximo partido a tu visita.
Este pequeño sendero nos lleva desde el Santuario de Tíscar a la Cueva del Agua, cuyo nombre, común en las Sierras, apela a la abundancia de agua en la zona. No obstante, esta cueva también se llama de la Virgen de Tíscar porque en ella se dice que se apareció la Virgen.
Según la tradición, en 1319 allí se apareció la Virgen al reyezuelo de Tíscar, Mahomad Abdón. Esta creencia milagrosa originó la construcción del Santuario y del castillo templario, del que hoy sólo quedan restos, en la cumbre del risco.
Este lugar fue objeto de deseo durante la reconquista tanto por musulmanes como por cristianos, ya que desde su atalaya se dominaba el paso por estas sierras. De esa época nos llegan maravillosas leyendas sobre conquistas que añaden encanto a este hermoso lugar.
Desde Quesada tomar la A-6206 hacia Pozo Alcón, sentido sur. Tras recorrer unos 13 km encontramos el Santuario de Tíscar a nuestra izquierda. Desde este punto es desde donde se inicia este sendero.
Acude a nuestros centros de visitantes, puntos de información y ecomuseos para sacarle el máximo partido a tu visita.
No molestes ni des comida a los animales. Alterarías negativamente su conducta.
Consulta la previsión meteorológica antes de iniciar tu actividad.
Lleva agua, protección solar, ropa y calzado adecuados.
Lleva un móvil con suficiente batería en caso de emergencia (112), pero recuerda que no siempre hay cobertura.
Por tu seguridad y la del entorno, no te salgas del camino señalizado ni tomes atajos.
Extrema la precaución en condiciones adversas y ante la presencia ocasional de animales o vehículos a motor.
Sigue las recomendaciones y cumple la normativa en todo momento
Respeta las instalaciones puestas a tu disposición. Su mantenimiento lo pagamos todos.
Colabora para evitar incendios. No arrojes cigarrillos o cualquier otro objeto que produzca combustión.
La basura no vuelve sola. Llévala contigo hasta el contenedor más próximo. Reduce, reutiliza, recicla.
Evita salir solo. Si lo haces, comunica recorrido y hora de regreso a otras personas.
El ruido es otra forma de contaminación. En silencio disfrutarás más de tu experiencia.
Convive respetuosamente con la gente del lugar y demás usuarios. Respeta los bienes y propiedades privadas.
Facilita el uso a personas con necesidades especiales.
Consumiendo productos locales y contando con empresas de la zona contribuirás al desarrollo rural.
Practica un turismo responsable y comprometido con el entorno. ¡Sé un verdadero ecoturista!
Nunca abandones a tu mascota en la naturaleza. Pondría en peligro la flora y la fauna del lugar.
Desplázate de una manera sostenible: transporte público, bicicleta, a pie, vehículo eléctrico o compartido… Aparca en los lugares habilitados
No dejes huella de tu paso por la naturaleza. El mejor recuerdo que puedes llevarte es tu propia fotografía.
Tu seguridad es nuestra preocupación, pero es tu responsabilidad.
La conservación de los espacios naturales también está en tus manos. ¡Gracias por tu colaboración!