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La Cueva del Hundidero está declarado Bien de Interés Cultural por sus pinturas rupestres de la Edad de Cobre: barras, puntos, figura antropomorfa esquemática y restos pintados en rojo en un único panel. El sistema Hundidero-Gato en el que se encuentra esta cavidad está dentro de los límites del Parque Natural Sierra de Grazalema.
La enorme boca de la cueva del Hundidero se abre al fondo de una garganta que antes conducía las aguas del río Gaduares, también llamado Campobuche, y donde se adentran las aguas procedentes de los arroyos y drenaje de lluvias de la parte nororiental de la sierra del Caíllo-Endrinal, con una impresionante altura en la entrada de unos 60 metros.
El discurrir del agua del río se ve interrumpido por la construcción de la presa Los Caballeros a principios del siglo XX, unos 400 metros antes de adentrarse en dicha cavidad y aparecer por la Cueva del Gato, ya declarado monumento natural, tras salvar un desnivel de 180 metros y recorrer unos 4 kilómetros.
Además de la boca, el monumento natural consta del río Gaduares y sus riberas desde el muro del pantano hasta la boca de Hundidero, poblada por una representativa vegetación de ribera. La cavidad alberga una de las mayores colonias sedentarias de murciélagos cavernícolas.
Por una parte, destacan los escarpes rocosos formados por los cerros Tavizna y Taviznilla, con sus estratos verticales, en cuyos pies se esparcen inmensos bloques calizos, frutos de la intensa fracturación de las calizas y manifestaciones sísmicas.
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