SESIÓN DEL

EL CONSEJO APRUEBA LA NUEVA PLANIFICACIÓN DEL PARQUE NATURAL DE LA SIERRA DE ARACENA Y PICOS DE AROCHE

La creación de corredores ecológicos y la conservación de las dehesas y los castañares, principales prioridades para los próximos años

El Consejo de Gobierno ha aprobado hoy el decreto de los planes de ordenación de los recursos naturales y de uso y gestión del Parque Natural de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche (Huelva), que sustituyen a los que han estado vigentes desde 1994 y que recogen, entre otras prioridades, la creación de corredores ecológicos y la conservación y regeneración de las dehesas, los castañares y los bosques de ribera.

El nuevo Plan de Ordenación de los Recursos Naturales, que tendrá una vigencia indefinida con evaluaciones cada diez años, introduce una división precisa del territorio según los distintos grados de compatibilidad entre los objetivos básicos de conservación y aprovechamiento del medio. Se establecen así tres tipos de áreas de acuerdo con la mayor o menor exigencia de protección.

Las zonas A o de máxima protección, denominadas también de reserva, se corresponden con enclaves ecológicos excepcionales como las riberas mejor conservadas, los roquedos de la Peña de Alájar, los rebollares del pico Castaño y de El Talenque y los barrancos y cortados que sirven de hábitat a las especies de la fauna amenazada. En estas áreas, que suman 759 hectáreas (el 0,41% de la extensión total del parque natural), los aprovechamientos quedan supeditados a los objetivos relacionados con la conservación de los ecosistemas y la investigación.

Las zonas B, de regulación especial, se extienden sobre 164.239 hectáreas y ocupan la mayor parte de la superficie del parque (el 87,91%). Se trata de espacios de alto valor ambiental donde se desarrollan aprovechamientos de tipo agropecuario compatibles con la conservación de la biodiversidad: dehesas y bosques de alcornoques y encinas, castañares, quejigares, rebollares, arbolado disperso de coníferas y embalses. En estas áreas los objetivos se dirigen a mantener las actividades económicas tradicionales y fomentar nuevos usos sostenibles del medio como el turismo rural.

Finalmente, las zonas C, de regulación común, son las que acogen los usos y actividades que implican un mayor grado de transformación del medio: eucaliptales, olivares, cultivos herbáceos, minas, canteras, infraestructuras viarias y edificaciones. En estas áreas, que en su conjunto suman una superficie de 21.222 hectáreas (11,36% del total), las prioridades se centran en minimizar los impactos ambientales y regenerar los ecosistemas, en la línea de los proyectos que ya se llevan a cabo con la recuperación de canteras abandonadas y la sustitución de los eucaliptos por especies forestales autóctonas. El 0,32% restante de la superficie total del parque natural se corresponde con las zonas urbanas incluidas en el mismo.

Plan Rector
El segundo de los documentos aprobados, el Plan Rector de Uso y Gestión, fija como principales objetivos la conservación y regeneración de las dehesas, la protección de los castañares y de los bosques de ribera, la mejora de las poblaciones de la fauna amenazada, el fomento de las razas ganaderas autóctonas y de las especies menos agresivas con el entorno, la promoción de la agricultura ecológica, el control sobre las especies exóticas y la ampliación de la oferta de uso público.

Este plan, que tendrá una vigencia de ocho años prorrogables otros ocho, prestará también especial atención a la interconexión de ecosistemas y poblaciones de especies silvestres mediante la creación de corredores ecológicos, tanto en el interior del parque como para enlazar con la Sierra Norte de Sevilla, Sierra Pelada, el Corredor Verde del Guadiamar y otros espacios protegidos colindantes.

La nueva planificación aprobada hoy cuenta con los informes favorables de la Junta Rectora del Parque Natural de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche, en el que están representados los principales agentes sociales, económicos e institucionales de la comarca, y del Comité de Acciones para el Desarrollo Sostenible, en el que se integran varias consejerías del Gobierno andaluz.

Valores naturales
El Parque Natural de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche, declarado en 1989, ocupa la franja norte de la provincia de Huelva y es el segundo de Andalucía por su extensión, con un total de 186.827 hectáreas. Atravesado por tres cuencas hidrográficas (Guadalquivir, Guadiana y Odiel), este territorio se caracteriza por la presencia de amplias dehesas de alcornoques y encinas, que durante siglos han configurado un modelo de equilibrio entre actividad humana y conservación del medio. En las zonas más elevadas y umbrosas se sitúa una de las mayores áreas de castañar de la Península Ibérica al sur de Galicia, con más de 5.000 hectáreas entre las localidades de Aracena y Cortegana, así como algunas manchas de quejigos y robles melojos.

La gran diversidad vegetal del parque, favorecida por la abundancia de precipitaciones que traen los vientos del suroeste procedentes del Atlántico, se completa con una amplia representación del matorral mediterráneo noble y del bosque de ribera, además de numerosos olivares, pastizales, huertos, frutales y áreas forestales de pinos piñoneros y marítimos.

A la riqueza de sus ecosistemas se corresponde una gran variedad de especies de la fauna silvestre. Las rapaces están representadas principalmente por el milano real, el búho real, el azor, el halcón y las águilas real, culebrera, calzada y perdicera. Entre los mamíferos, figuran la nutria, el tejón, el turón, el meloncillo, la garduña, la gineta, el jabalí, el ciervo y el gato montés. La Sierra de Aracena es el principal enclave de nidificación de la cigüeña negra en Andalucía.

Desde el punto de vista socioeconómico, la comarca se ha destacado tradicionalmente por el aprovechamiento ganadero de la dehesa, basado en la cría en montanera de una selecta y abundante cabaña porcina. Esta actividad ha permitido la creación de importantes industrias agroalimentarias en localidades como Jabugo, Cortegana y Cumbres Mayores. El corcho, la castaña y las huertas y frutales, que ocupan las vegas más húmedas, dan lugar a otros tantos aprovechamientos tradicionales.

Durante los últimos años, coincidiendo con su consideración como espacio natural protegido, la Sierra de Aracena ha experimentado una creciente demanda turística, atraída por el singular verdor de sus castañares y riberas y por el rico patrimonio artístico y etnológico de sus pueblos, ocho de los cuales están declarados conjuntos históricos: Alájar, Almonaster la Real, Aracena, Aroche, Castaño del Robledo, Fuenteheridos, Los Marines y Zufre.

El Parque Natural de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche forma parte de la Reserva de la Biosfera Dehesas de Sierra Morena, declarada el pasado mes de noviembre y en la que también se integran la Sierra de Hornachuelos y la Sierra Norte de Sevilla.

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