Una evidente expresión de la centralidad política e institucional del Parlamento de Andalucía es la celebración, con carácter anual, del llamado Debate sobre el Estado de la Comunidad, del que Andalucía fue pionera en España y que supone una significativa muestra del dinamismo, la pluralidad y la calidad del sistema democrático en nuestra tierra.
El próximo Debate sobre el Estado de la Comunidad, para cuya celebración es preceptiva la presente Comunicación del Consejo de Gobierno, es el primero que se celebra en la actual legislatura, tras las elecciones de marzo de 2004.
El Debate debe servir para afianzar los avances registrados en la Comunidad Autónoma, impulsar el diálogo entre las distintas fuerzas políticas y, en la medida en que ello sea posible, orillar aquellos elementos que desvirtúan o desnaturalizan el debate político.
El año largo transcurrido desde la celebración de las elecciones autonómicas ha sido bueno para Andalucía. Los datos de la economía andaluza son concluyentes: Andalucía no sólo ha mantenido un crecimiento por encima de la media española y europea, sino que en los últimos meses ha acelerado ese proceso que ha tenido, además, un fuerte impacto en uno de los objetivos básicos de nuestra tierra, la creación de empleo. Desde la celebración de las elecciones, Andalucía ha generado alrededor de 180.000 empleos, una quinta parte del total nacional. El descenso del desempleo experimentado en ese mismo período supera las 82.000 personas, casi un 45% del total del descenso en el conjunto de España. Es cierto que con ello aun no hemos resuelto un problema secular como el del paro, pero no lo es menos que Andalucía avanza con buen paso en la senda de la convergencia con las economías de nuestro entorno. Sin duda que el clima de paz social, rubricado con el VI Acuerdo de Concertación Social, ha supuesto un estímulo y un acicate para el desarrollo económico.
A diferencia de los Debates sobre el Estado de la Comunidad celebrados en años anteriores, Andalucía afronta éste después de haber resuelto buena parte de los contenciosos que estaban pendientes con la Administración Central. La liquidación de la deuda de 2.500 millones de euros correspondiente al anterior sistema de financiación, reconocida por los tribunales y nunca abonada por el anterior Gobierno; el desbloqueo de un importante número de litigios en el Tribunal Constitucional, que menoscababan seriamente la autonomía andaluza y, sobre todo, la transferencia de 16 nuevas competencias a la Junta de Andalucía demuestran que ha concluido el designio de discriminación a Andalucía y se ha iniciado un fructífero período de diálogo y colaboración, presidido por la lealtad institucional.
El Debate sobre el Estado de la Comunidad se celebrará, igualmente, en el contexto del actual proceso de reforma del Estado de las Autonomías, en el que Andalucía ha jugado y juega un claro papel modernizador. La propuesta de reforma del Estatuto de Andalucía ha avanzado notablemente en el curso de la actual legislatura y debe desembocar en el más amplio acuerdo posible para imprimir un nuevo impulso a la autonomía andaluza. El Debate debe servir para fortalecer los pilares de este acuerdo, acotando espacios de entendimiento que allanen el terreno para la ponencia de la reforma estatutaria.
El Debate sobre el Estado de la Comunidad es el ámbito, desde luego, para el contraste de pareceres y la legítima discrepancia, siempre dentro de los modos respetuosos asentados en la práctica parlamentaria democrática. Pero también puede y debe ser el ámbito de entendimiento entre las distintas fuerzas políticas, pues ello es lo que demandan los ciudadanos, especialmente en aspectos esenciales para la convivencia democrática y el bienestar de Andalucía, que es el objetivo que todos, y el primero el Gobierno de Andalucía, deben anteponer por encima de cualquier otra consideración.
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