El Consejo de Gobierno ha declarado Bien de Interés Cultural, con la categoría de Conjunto Histórico, el casco antiguo de Galaroza, población onubense del Parque Natural de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche que conserva notables valores históricos, arquitectónicos, paisajísticos y medioambientales.
Ubicada en un valle y rodeada de cerros que han condicionado en gran medida su urbanismo, Galaroza presenta un caserío bien conservado con abundantes ejemplos de la arquitectura popular característica de la Sierra de Huelva. Junto con ello, alberga relevantes muestras de las arquitectura barroca y neoclásica de los siglos XVIII y XIX, así como edificios con elementos modernistas, historicistas y regionalistas del XX.
El núcleo primitivo de la localidad, el barrio de los Riscos, se desarrolló en época medieval con calles estrechas y tortuosas en torno a un pequeño cerro que se coronó con la iglesia parroquial. Durante los siglos XVIII y XIX, coincidiendo con un notable auge económico y demográfico, Galaroza creció en dirección a la Ermita del Carmen, en busca de terrenos llanos. En un ensanche posterior surgió el Barrio de la Fuente, de aspecto más regular, ancho y rectilíneo. A finales del XIX se produjo un segundo gran crecimiento en la parte más septentrional y en torno a la Avenida Ismael González, conocida popularmente como Avenida de los Carpinteros.
La comunicación entre el núcleo primitivo y las posteriores expansiones se realiza a través de la calle Gumersindo Márquez, eje básico de la localidad y lugar donde se construyeron las mejores casas neoclásicas de estilo neoclásico. La mayoría de las edificaciones están dedicadas a uso residencial, con una arquitectura popular caracterizada por los escasos huecos al exterior y por no superar en general las dos plantas.
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