El Consejo de Gobierno ha aprobado el reglamento de organización y funcionamiento de los centros de Educación Permanente que imparten enseñanzas para personas adultas. Esta norma cambia la denominación de los hasta ahora llamados centros de Educación de Adultos, transforma en Secciones de Educación Permanente a aquellos con plantillas docentes inferiores a cinco profesionales e introduce la posibilidad de constituir redes de aprendizaje entre centros de un mismo ámbito geográfico para el desarrollo de proyectos educativos conjuntos.
El decreto también establece como novedad la creación de equipos directivos, que estarán integrados por un director y un jefe de estudios, así como por un secretario en el caso de los centros y un jefe de estudios delegado en las secciones. Asimismo, refuerza la autonomía y participación democrática al introducir las figuras del Claustro de Profesores y del Consejo de Centro. En este último órgano estarán representados todos los sectores de la comunidad educativa, incluido el alumnado.
Las secciones quedarán adscritas a los centros más próximos, lo que evitará el aislamiento y facilitará la coordinación académica y administrativa, el trabajo en equipo y el aprovechamiento de los recursos.
El reglamento aprobado hoy afecta a un total de 673 centros de Educación Permanente, donde cursan sus estudios de formación de base 87.490 alumnos y trabajan 2.007 profesores.
Los centros de Educación Permanente imparten formación básica dirigida a personas adultas, en la doble modalidad de Formación Inicial de Base y Formación de Base. Además, están autorizados para la preparación de pruebas de obtención de titulaciones oficiales y de acceso a otros niveles del sistema educativo. También organizan cursos específicos de formación en tecnologías de la información, idiomas extranjeros y cultura y lengua española para la población inmigrante, entre otros. Su oferta formativa se completa con tutorías para cursos a distancia y con materias como el fomento de la cultura emprendedora o la prevención de riesgos laborales.
En su objetivo de favorecer el paso desde la formación de base a la Educación Secundaria, los centros de Educación Permanente desarrollan proyectos de coordinación con los institutos de Secundaria y Formación Profesional, así como con los Institutos Provinciales de Formación de Adultos. Estos últimos completan el sistema andaluz de educación de personas adultas más allá de la formación de base, con su oferta de Secundaria y Bachillerato.
A través de la Educación Permanente, la Junta de Andalucía atiende a grupos sociales con demandas educativas específicas, tales como desempleados, inmigrantes, trabajadores que necesitan recualificación y personas que interrumpieron su formación o que en su día no pudieron estudiar y ahora desean hacerlo.
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