SESIÓN DEL

El Instituto del Patrimonio Histórico asumirá el asesoramiento técnico de la conservación del Palacio de San Telmo de Sevilla

El Consejo autoriza una encomienda de gestión para la tutela y protección del monumento y sus colecciones artísticas

Salón de los Espejos del Palacio de San Telmo.

El Consejo de Gobierno ha autorizado a la Consejería de la Presidencia una encomienda de gestión al Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH) para el asesoramiento integral técnico sobre la conservación y puesta en valor de su sede, el Palacio de San Telmo de Sevilla, y de su colección artística.

La encomienda incluye trabajos relacionados con la tutela y protección del patrimonio histórico del edificio; el inventario, recuperación y mantenimiento de sus colecciones artísticas; la elaboración de material divulgativo para la adecuada difusión del monumento, y la información que se facilitará a los ciudadanos en las visitas. Este asesoramiento se realizará con medios propios del IAPH y no supondrá coste alguno para la Consejería de la Presidencia.

El acuerdo aprobado da continuidad a la prolongada colaboración que han mantenido ambos organismos desde que la Administración autonómica recibiera la titularidad de San Telmo en 1989. Uno de los principales hitos de esta colaboración fueron los trabajos de recuperación de los bienes muebles y la restauración integral de la capilla, que recibieron el reconocimiento generalizado de especialistas nacionales e internacionales en la materia.

El Palacio de San Telmo, uno de los edificios señeros de la arquitectura barroca andaluza, remonta sus orígenes a 1682, año en que comenzó a construirse para servir de sede al Colegio Seminario de la Universidad de Mareantes, donde se formaban los huérfanos de la marinería.

Las piezas más representativas del edificio son la capilla y la gran portada de acceso. La primera fue proyectada por el arquitecto Leonardo de Figueroa y de su decoración interior se encargaron renombrados artistas como el pintor Domingo Martínez, el escultor Pedro Duque Cornejo, el cantero Miguel de Quintana y el carpintero y entallador Juan Tomás Díaz. La portada, construida en estilo churrigueresco por Matías José de Figueroa entre 1730 y 1734, ofrece una escenografía barroca que contrasta notablemente con la mayor sobriedad de líneas del resto del inmueble. El conjunto está presidido por una imagen del patrón de los navegantes, San Telmo.

En 1849 el palacio fue acondicionado para acoger la residencia de los duques de Montpensier. También se finaliza la torre norte y se construyen la portada del apeadero, el ala este y el salón de baile. La reforma se completa con unos extensos jardines de estilo versallesco y con la unificación estilística de la rejería de los vanos de las fachadas.

Entre los numerosos artistas y artesanos que contribuyen durante esos años al embellecimiento del palacio figuran escultores como Piquer y Duart o Antonio Susillo, autor este último de la serie de imágenes de sevillanos ilustres que corona la fachada norte. Además, los duques recuperan las pinturas del desalojado palacio madrileño de Vista Alegre y encargan a Rafael Tejeo los techos del salón de baile, mientras que la familia de pintores Cabral Bejarano aporta nuevos lienzos a la capilla.

Tras la muerte de María Luisa de Orleans, duquesa de Montpensier, tanto el palacio como la capilla y los jardines fueron legados por mandato testamentario al Arzobispado de Sevilla. En 1900, finalizadas las obras de adaptación, el edificio pasó a ser Seminario Pontificio. Las intervenciones y añadidos posteriores alteraron profundamente los espacios interiores del palacio.

Patrimonio de la comunidad

En 1989, el entonces presidente de la Junta, José Rodríguez de la Borbolla, y el arzobispo de Sevilla, Carlos Amigo Vallejo, firmaron el convenio por el que la Diócesis hispalense cedía a la comunidad autónoma el Palacio de San Telmo. La reforma realizada para que el edificio albergara la Presidencia de la Junta de Andalucía finalizó en 1992 y fue ejecutada por el arquitecto sevillano Guillermo Vázquez Consuegra.

Esta primera fase de la rehabilitación devolvió al edificio su condición palaciega y rescató del deterioro elementos singulares de la ornamentación, principalmente pinturas murales, pavimentos, marquetería y carpintería interior de maderas nobles. Se recuperaron la fachada y diversas estancias en la crujía principal.

La restauración definitiva, proyectada por el mismo arquitecto y desarrollada entre 2005 y 2010, recuperó los jardines y la configuración inicial del edificio, muy afectada por las intervenciones del siglo XX. Se actuó sobre la totalidad del palacio y se habilitaron espacios para acoger exposiciones y actividades culturales. Junto con su rehabilitación, San Telmo quedó definitivamente acondicionado como sede administrativa para más 300 puestos de trabajo.

Índice