EL CONSEJO DE GOBIERNO DECLARA BIEN DE INTERÉS CULTURAL UNA COLECCIÓN DE CARTAS AUTÓGRAFAS DEL REY FELIPE IV
El Gobierno andaluz ha declarado Bien de Interés Cultural, con la categoría de Patrimonio Mueble, una colección de cartas autógrafas del Rey Felipe IV depositada en el archivo privado de una familia de Almería. Este régimen de protección también se ha otorgado a otros dos documentos de gran valor histórico que se guardan en el mismo archivo: un álbum de estampas inglesas con ex-libris de María Cristina, Reina de España, y un epistolario y un informe del siglo XVII sobre operaciones militares en Cataluña.
El epistolario de Felipe IV está formado por veintinueve cartas autógrafas firmadas por el rey y remitidas entre 1644 y 1651 a Doña Luisa Manrique, hija del Almirante de Castilla y religiosa de la Orden de las Carmelitas Descalzas de Malagón (Ciudad Real), así como una carta de esta monja al monarca. En ellas se tratan diversos temas de carácter doméstico, familiar y cortesano, así como algunas cuestiones de Estado.
Las misivas están escritas en papel con filigrana y pliegos de dos folios ocupando uno de ellos, con la salvedad de una en folio de cuarto. La letra utilizada es una humanística cursiva corriente. Originales y autógrafas, todas están firmadas con la frase Yo, el Rey. En la remitida al monarca, doña Luisa firma como La condesa de Paredes.
Por su parte, el álbum de estampas inglesas con el ex-libris de la Reina María Cristina, esposa de Fernando VII, contiene veintinueve láminas publicadas por el editor británico John Boydell entre los años 1766 y 1784, que constituyen una relevante muestra de los orígenes del grabado inglés. El álbum destaca además tanto por su cuidada encuadernación como por su buen estado de conservación.
Finalmente, las cartas y el informe sobre operaciones militares del siglo XVII contienen narraciones de diversos episodios ocurridos en Cataluña durante la guerra con Francia entre septiembre de 1692 y octubre de 1694. Las misivas, firmadas por el gobernador de Gerona Carlos Adrián de Sucre y remitidas al Marqués de Villena, ponen de manifiesto la mala situación que atraviesa el ejército por la falta de suministros y refuerzos, así como por la ineficacia y mala preparación de las tropas. La colección está compuesta por diez documentos en buen estado de conservación: ocho cartas originales y autógrafas, una copia simple de otra carta y una copia simple de un informe. Su carácter epistolar hace que los testimonios sean de gran valor histórico por contraste con la documentación oficial.