Benito Arias Montano "Hispalensis"

Firma de Arias MontanoArias Montano, nacido en 1527 en Fregenal de la Sierra (entonces perteneciente al Reino de
Sevilla), es uno de los más ilustres, y quizás poco reconocidos, humanistas españoles del siglo
XVI. Desde edad temprana dio muestras de un infatigable afán por el conocimiento, llegando a
convertirse en un experto filólogo, maestro en lengua latina y hebrea, erudito, bibliófilo y poeta.
Sus intereses intelectuales abarcaban materias tan diversas como la astronomía, la filología, la
poesía, las artes e incluso la medicina.


Autor muy prolífico, gustaba de firmar sus escritos como “Hispalensis” en honor a la ciudad
que lo recibe a edad temprana y que deslumbra a un joven de mente despierta y ávido de saber.
En esta ciudad fue acogido por la familia de Gaspar Vélez de Alcocer, oidor de la Audiencia de
Sevilla, con quien entablaría una gran amistad.


En Sevilla inicia sus estudios de latín en el Colegio de Santa María de Jesús, fundado por
Santaella, trasladándose en 1548 a la Universidad de Alcalá. Después de pasar una temporada en
uno de sus lugares predilectos, Alájar, en la sierra de Aracena, decide continuar su formación en
Salamanca, ciudad a la que se traslada en 1553. Una vez ordenado sacerdote, en 1559, solicita su
admisión en la Orden de los Caballeros de Santiago, debiendo iniciar el expediente de “limpieza
de sangre” correspondiente.


Su fama y aptitudes le procuraron rodearse de personalidades ilustres, cultivando la amistad de
lo más granado de la vida intelectual y artística del momento, conforme al gusto por las tertulias
que cultivaban otros literatos y humanistas. Entre sus amistades se cuentan el pintor Pedro
Villejas Marmolejo, con quien compartía la pasión por el mundo clásico; el también humanista
sevillano, Sebastián Fox Morcillo; el canónigo Pedro Vélez de Guevara, su protector; y el pintor
Francisco Pacheco, que plasmó su retrato en su obra “Libro de descripción de verdaderos
retratos de ilustres y memorables varones”.
La abundante correspondencia del autor nos da una idea de sus amistades e intereses.
Personajes como Fray Luis de León, Luis de Estrada, teólogo de la Universidad de Alcalá de
Henares, Juan de Ovando, presidente del Consejo de Indias, Gabriel de Zayas, secretario del
Rey, y el propio Felipe II aparecen en su epistolario.
 

En 1568 será requerido por Felipe II para que se desplace a Flandes como director y
especialista al frente de la Biblia Políglota de Amberes, conocida como Biblia Regia, que se
terminó de imprimir en 1573 por Cristóbal Plantino. Las aportaciones de Arias a esta obra
provocaron la polémica con teólogos que la veían con desconfianza por utilizar originales
hebreos y arameos, y le procuraron bastantes momentos amargos y de incertidumbre.
Como hombre de confianza de Felipe II, se encargará de remitir regularmente informes a
España relativos al desarrollo de la política en los Países Bajos. Arias Montano se mostraba
contrario a la dura política de castigo del duque de Alba, quien instauró el “Consejo de
Tumultos” para juzgar a los iconoclastas de 1566; declarándose a favor del “Perdón general” y de
una actuación más clemente. El pensamiento político del humanista quedó reflejado en sus
obras como el “David”, alegoría Sacro política, o “De óptimo imperio”, de finalidad
propagandística y pedagógica en defensa de la monarquía.


En 1553, Pedro Vélez, prior de las ermitas del arzobispado de Sevilla, le cede la ermita de
Nuestra Señora de los Ángeles en la Peña de Alájar, cerca de Sevilla, lugar de remanso y paz
donde se retiraría procurando llevar una vida ascética y dedicada a la vida intelectual. Sus
últimos años transcurrirían entre Sevilla y Aracena, donde fundó una cátedra de latín, y
rodeándose de intelectuales y eruditos que acudían a su casa del Campo de Flores, situada en
las proximidades de la Puerta de la Macarena.


Arias Montano se disponía a instalarse en el Monasterio de la Cartuja cuando le sorprendió la
muerte el 6 de julio de 1598 en casa de Ana Núñez Pérez, viuda de su gran amigo el médico
Simón de Tovar, donde tuvo que ser trasladado ante el empeoramiento de su estado de salud.
Ortiz de Zúñiga, en sus Anales Eclesiásticos, hace mención del traslado de su cuerpo a la capilla
de la pared del convento Santiago de los Caballeros, donde se le dedicó un epitafio. Desde allí
sus restos fueron trasladados al Panteón de lo Sevillanos ilustres de Sevilla, donde descansan
actualmente.

Documentos

Para esta ocasión, han sido seleccionados los siguientes documentos para su exposición en
vitrina:
- Obligación de celebrar una fiesta perpetua del Santísimo Sacramento en el colegio del Ángel
de la Guarda de Sevilla, por la donación de un ejemplar de la biblia regia por Juan Díaz de
Alfaro. 1593, diciembre, 19. Sevilla. PDF (29.91 KB)
-Testamento ológrafo de Benito Arias Montano. 1598, junio, 28. Campo de Flores, Sevilla.
(incluido en el acto de apertura notarial del testamento de 16 de julio de 15. PDF (29.91 KB)

Bibliografía consultada

  • GUTIÉRREZ CORDERO, Rosario y Montero Muñoz, Mª Luisa. La música en los archivos eclesiásticos y civiles de la ciudad de Sevilla. En: Espacio y Tiempo: Revista de Ciencias Humanas, 24 (2010), 163-176.
  • MORALES PADRÓN, Francisco. Historia de Sevilla. La ciudad del Quinientos. Universidad de Sevilla 1989.
  • BELDA PLANS, Juan: Benito Arias Montano. Fundación Ignacio Larramendi,2017 [recurso electrónico] Cuadernos de Pensamiento Num. 12. Especial dedicado a Benito Arias Montano. Fundación Universitaria. Seminario Angel González Alvarez, Madrid, 1998.
  • DÁVILA PÉREZ, Antonio: El epistolario de Benito Arias Montano. Catálogo provisional. En: Gulden Passer, 80 [recurso electrónico].
  • DURÁN GUERRA, Luis: Benito Arias Montano. Emblemas para una biblización de la política. En: Cuadernos sobre Vico, ISSN 1130-7498, Nº. 21-22, 2008, págs. 237-262.
  • FERNÁNDEZ TEJERO, Emilia ; FERNÁNDEZ MARCOS, Natalio: La polémica en Torno a la Biblia Regia de Arias Montano. En: Sefarad: revista de estudios hebraicos, sefardíes y de Oriente, Vol. 54, Nº. 2, 1994, pags. 259-270. Consejo Superior de Investigaciones Científicas (España) [recurso electrónico].
  • GIL FERNÁNDEZ, Juan [et al.] Arias Montano y su Tiempo. Junta de Extremadura, 1998.
  • GIL FERNÁNDEZ, Juan,: Arias Montano en su entorno (Bienes y herederos), Mérida: Editora Regional de Extremadura, 1998.
  • GONZÁLEZ CARVAJAL, Tomás: Elogio histórico del Doctor Benito Arias Montano. En Memorias de la Real Academia de la Historia, 7 (Madrid, 1832). [recurso electrónico].
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