Proyecto de Decreto por el que se establece el marco común de competencia en atención a la diversidad y el reconocimiento de centros promotores de medidas de la inclusión en centros docentes sostenidos con fondos públicos andaluces de la Comunidad Autónoma de Andalucía.

Desde que surge la integración en nuestro país, a lo largo de las últimas décadas, se han desarrollado e implementado recursos, programas y actuaciones dirigidas a la formación del profesorado, por una parte, y a avanzar con actuaciones y buenas prácticas en la inclusión educativa, por otra, mejorando así la igualdad efectiva de oportunidades en un único sistema educativo de calidad, en el que el profesorado va formándose cada vez más. Sea cual sea el nivel educativo en el que desarrolla su labor un docente debe tener unos conocimientos básicos en atención a la diversidad, además de estar dispuestos a cambiar sus actitudes y fundamentos para poder adoptar estrategias y métodos de enseñanza requeridos para unas prácticas educativas inclusivas.  De este modo, un docente con formación en atención a la diversidad podrá: 1.   Valorar la diversidad del alumnado 2.   Apoyar a todos los alumnos y las alumnas 3.   Trabajar en equipo con otros docentes en este área 4.  Continuar con su desarrollo profesional Sin embargo, la formación en atención a la diversidad e inclusión educativa no se enfoca hacia el profesorado generalista, sino que en su mayoría, se destina a los especialistas de la orientación. Este planteamiento nos lleva a la necesidad de establecer un marco común que regule la formación y competencia en atención a la diversidad del personal docente. Así mismo, existe una tradición de buenas prácticas relacionadas con la atención a la diversidad y la inclusión educativa entre el profesorado y los centros que, aun siendo prescriptivo, no se reconoce de manera formal; por lo que es fundamental crear una estructura y unos mecanismos para el reconocimiento de éstos como centros promotores de inclusión educativa. Para la atención de la diversidad y las prácticas inclusivas es necesario la colaboración con otras administraciones, la implicación de otros colectivos del entorno y la aplicación de un modelo de atención socioeducativa, con una mayor conexión con la sociedad, con las propias familias y la comunidad, de manera que pueda llegar a ser una oportunidad real de transformación social. Proporcionar estas mejoras y articularlas creará una filosofía inclusiva que se extenderá por los centros docentes andaluces, favoreciendo el trabajo en red y en equipo en beneficio del alumnado de nuestros centros y sus familias.