El consejero de Hacienda y Financiación Europea, Juan Bravo, ha afirmado que “Andalucía ha sabido escuchar e interpretar el mensaje que nos ha lanzado Europa indicándonos cuáles van a ser las dos grandes claves alrededor de las que van a pivotar en el futuro sus políticas: economía verde y transformación digital, de ahí la reorganización que hemos impulsado. Juanma Moreno asume directamente las competencias de sostenibilidad, energía y cambio climático”.
Así lo ha manifestado durante su intervención en los desayunos informativos de Europa Press Andalucía, donde ha resaltado que el Gobierno andaluz quiere “que Andalucía sea pionera en la revolución verde. Hemos sido los primeros en incorporar el concepto de ‘Presupuesto Verde’, empleando las cuentas como un vehículo tractor de acciones para reducir las emisiones y contribuir al cambio hacia un nuevo modelo energético”.
En este sentido, Bravo ha explicado que “el presupuesto andaluz para 2020 incluye, por segundo año consecutivo, más de 60 indicadores que persiguen identificar los vínculos entre las intervenciones presupuestarias y el cambio climático”.
El consejero ha puesto en valor la apuesta por el ‘Presupuesto Verde’, que “se tradujo en la creación de un fondo dotado con un millón de euros para financiar proyectos que contribuyan a los objetivos ambientales y la inclusión de una serie de indicadores para medir el impacto medioambiental de las actuaciones presupuestarias”.
“Ansiamos una Andalucía verde y una Andalucía digital”, ha agregado, recordando la creación de un Comisionado para dirigir, coordinar y supervisar las funciones de la Oficina Andaluza por el Cambio Climático y recalcando que “ya no podemos hablar de futuro, sino de presente: en cuestión de semanas, nos vimos obligados a acometer cambios que, en un contexto normal, seguramente nos habría llevado meses completar”.
Al mismo tiempo, Bravo ha aseverado que la Junta de Andalucía aspira a “unos presupuestos que sumen el mayor respaldo posible, sin exclusiones “, en los que todos los grupos parlamentarios se sientan “partícipes”.
Bravo se ha preguntado sobre lo que supondrían unas cuentas aprobadas por unanimidad, subrayando que en ese caso “Andalucía lanzaría un mensaje demoledor, a favor de la estabilidad, la confianza, la inversión y la credibilidad”.
El consejero ha señalado que la Junta de Andalucía se enfrenta al reto de “empezar a armar unas cuentas a ciegas y en un contexto económico tan negativo como incierto, sin que el Gobierno central nos haya definido el horizonte económico que tendremos las autonomías”. “Solamente tenemos una certeza: que la sanidad y todo lo relacionado con la recuperación económica, además de la educación y la dependencia, estarán, todavía más, señalados como pilares”, ha añadido.
Durante su intervención, ha destacado que “la crisis actual requiere del trabajo conjunto de todos, administraciones, responsables públicos y empresarios. También del Gobierno central. Sin su apoyo, las comunidades autónomas no podremos afrontar con la solidez necesaria la recuperación económica”. Así mismo, ha insistido en que el respaldo del Gobierno central a las autonomías debe ser “equitativo y proporcionado” y que necesitan “respuestas, certidumbre, consenso y diálogo”.
Por ello, ha vuelto a solicitar al Gobierno central la convocatoria del Consejo de Política Fiscal y Financiera para que las comunidades autónomas tengan “certeza en cuestiones tan básicas como el techo de gasto, la senda de déficit o los ingresos que por parte del Estado nos van a llegar por el sistema de financiación”.
Igualmente, ha recordado que desde Andalucía se ha propuesto al Gobierno central el “déficit inverso, para que las comunidades autónomas podamos cubrir con deuda la caída de ingresos y adelantar un año la liquidación del año 2022, manteniendo la capacidad de gasto en 2021”.
En su alocución, Bravo ha recordado que la crisis sanitaria “nos obligó a actuar con rapidez frente al otro virus, el económico”, destacando que “a las pocas horas de decretarse el estado de alarma, desde el Gobierno andaluz actuamos con medidas concretas en ese ámbito”, como los préstamos blandos para pymes y autónomos a través de Garántia o el aplazamiento en la presentación y pago de impuestos propios. Una “primera batería de medidas de choque” ante el “frenazo en seco” que supuso la pandemia del COVID-19 “para una Andalucía que ya había tomado velocidad de crucero por el camino del progreso, de la creación de empleo y del crecimiento económico”, ha manifestado.
Bajada de impuestos
El consejero ha asegurado que “Andalucía no va a renunciar a la senda del progreso, como tampoco vamos a renunciar a las políticas que nos habían llevado hasta ella”. Así, ha declarado que “no vamos a renunciar a la reducción de la escala autonómica en el IRPF de forma progresiva a lo largo de los ejercicios 2019 a 2022. Una reducción para todos los contribuyentes andaluces”, algo que implica que durante 2020, 2021 y 2022 se van a seguir bajando impuestos, lo que “nos llevará a tener una fiscalidad entre las 4 comunidades con menor gravamen”. Y ha añadido que tampoco van a renunciar a la bonificación al 99% de la cuota del impuesto de Sucesiones y Donaciones en el ámbito familiar, al tipo de gravamen reducido del 7% en transmisiones patrimoniales aplicable a la adquisición de vivienda habitual cuando el valor no exceda de 130.000 euros, al tipo reducido en Trasmisiones Patrimoniales a familias numerosa gravamen del 3,5% o al tipo reducido del 0,1% en el caso de Actos Jurídicos Documentados.
Reactivación económica
Bravo ha indicado que “además de impulsar el emprendimiento o combatir el desempleo, debíamos destinar esfuerzos a desbloquear proyectos que traigan bajo el brazo inversiones, empleo y riqueza para Andalucía”. Para ello se concibió la Unidad Aceleradora de Proyectos, los denominados ‘Project Managers’, quienes “ya han asumido una primera remesa de proyectos clave para el desarrollo de Andalucía”.
Juan Bravo ha subrayado que “muchos de los grandes proyectos en cuya puesta en marcha trabajamos desde la Junta de Andalucía serán realidad gracias a otro de los grandes impulsos que consideramos esenciales para reactivar la economía, la colaboración público-privada”, una fórmula que “vendrá a complementar al plan Andalucía en Marcha”, que pondrá en circulación 3.450 millones de euros entre 2020 y 2023.
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