[LARPSICO] The Financial Times avisa: tras la “Gran renuncia”, retornaría la “jefatura tóxica” en Estados Unidos ¿y en Europa?

Andalucía, 15/03/2024

Hace pocos días teníamos noticia de una nueva edición del Observatorio Trimestral del Mercado de Trabajo, donde la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (FEDEA) informaba de que la mayoría de los abandonos voluntarios del trabajo no vendría seguido ni del acceso rápido a un nuevo empleo ni tampoco ese empleo  tiene a mejorar la retribución respecto del precedente. En este sentido, apenas 1 de cada 3 accedería a un grupo de cotización mayoren su informe, esta fundación económica, promovida por las grandes entidades financieras de España, estima que estas salidas de tipo voluntario, sin indemnizaciones ni compensaciones, conocida globalmente como la “gran renuncia”, habría afectado tanto a contratos indefinidos como temporales, incluso en fechas más recientes con mayor intensidad en los indefinidos, lo que evidenciaría que la estabilidad en el empleo no implicaría necesariamente calidad (intensidad protectora) del mismo (Tabla 1, Fuente Libre Mercado)

asalariados que buscan otro empleo por tipo de contrato


Viene a cuento esta información económica a propósito de otra que se ha conocido simultáneamente, evidenciada por periódicos económicos de gran prestigio en todo el mundo, como Financial Times o The Economist. Según sus augurios, muy sombríos, en las empresas norteamericanas, se vivirá en 2024 una suerte de procesos de “contrarreforma” en los modelos de gestión de las empresas, al menos de servicios, de modo que se pasará de la “Gran Renuncia” a tener que soportar el “retorno” de un tipo de gestión basada en la “tiranía corporativa”, en el ejercicio psicosocialmente tóxico de las jefaturas o direcciones de las personas empleadas. El regreso a la oficina desde la salida masiva de la misma por el teletrabajo pandémico. Personas expertas en tendencias laborales vienen vaticinando, desde el año pasado, un “pulso dramático” entre jefaturas y personas empleadas (ej. Alex Christian, de la BBC). Aunque este tipo de tendencias se vislumbrarían más en Estados Unidos, la mayor economía mundial y referencia siempre del capitalismo más acusado, con liderazgos más fuertes y con gran proyección5, parece que también tiene visos de generarse en otros lugares del mundo.

Desde los análisis de gestión de personas (“recursos humanos”), se enfatiza que un claro síntoma del que sería un “brusco golpe de timón es que en la prensa económica internacional vuelve a abrirse paso un subgénero que dábamos por poco menos que amortizado: las historias de éxito de jefes sin escrúpulos” (Beatrice Nolan, reportera de Business Insider, cuya opinión se recoge en el reportaje periodístico “Contrarreforma en la oficina: ¿vuelve el jefe tirano?”). Es evidente, como reflejó en su célebre libro The Fund (2023), el periodista Rob Copeland, que este tipo de liderazgos y modelos de gestión generan un “clima de malestar ambiental laboral”, fuente de ansiedad y estrés, pues supone una presión institucionalizada para ser más productivo e implicado por un “líder” que ejerce de forma autocrática el poder en la empresa 

No hay prueba científica alguna ni del verdadero alcance de esta tendencia, más sensacionalista que realista, ni, desde luego, parece el estilo dominante en Europa. En todo caso, conviene recordar que este tipo de modelos de gestión terminan provocando más daños que ventajas, no solo a las personas empleadas, sino a la propia reputación y cuenta de resultados de esas empresas. Con todo, conviene recordar que tales formas de dirección de personas basadas en la presión y el estrés son contrarias a la normativa europea, y española, de prevención de riesgos laborales, además de incívicas. Por tanto, sin dejarse arrastrar por el sensacionalismo mediático de nuestro tiempo, ni por algunas actitudes cínicas, conviene siempre estar alerta frente a las “jefaturas psicosocialmente tóxicas”, cuya existencia y tipología hace mucho tiempo que se han descrito

Incluso hallamos diferentes tipologías de jefaturas tóxicas, la mayoría ejercidas por hombres, aunque no se descartan las mujeres, por supuesto, aunque el denominado techo de cristal reduce el número de situaciones en que las mujeres se halle en posición de ejercer la alta jefatura (imagen 1, según la psicóloga Suzanne Degges-White)

tipos de jefaturas tóxicas

 

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