Papilomavirus

Descripción de la enfermedad

El virus del papiloma humano es actualmente la causa más frecuente de infecciones de transmisión sexual. Para algunas personas, esta infección puede producir: infección persistente, verrugas genitales lesiones preneoplásicas y cáncer, sobre todo a nivel genital (cuello del útero, vagina, vulva, ano, pene y escroto), pero ya se sabe que también puede producir patología oncológica en cabeza y cuello. El cáncer que más frecuentemente produce el VPH es el cáncer de cuello de útero, también llamado cáncer de cérvix.

Hay más de 200 tipos de papilomavirus, pero los que producen un mayor número de casos relacionados con el cáncer son los tipos 16 y 18 (producen un 70% de casos de cáncer de cérvix en nuestro medio). Otros tipos menos frecuentes son: 45, 31, 33 y 52. Los tipos 6 y 11 son responsables del 90 % de las verrugas genitales.

El VPH se transmite por vía sexual a través de los contactos con las superficies mucosas y cutáneas de sujetos previamente infectados por VPH. Este es el mecanismo de contagio más frecuente de todos (40-80%), tras una relación sexual sin protección. De todos modos, se ha visto que el uso de preservativos no garantiza que no se transmita el virus durante el acto sexual. La conducta sexual es un factor que determina el riesgo de infección. Así, la edad precoz de las relaciones sexuales y un mayor número de compañeros sexuales se asocia a mas posibilidades de infección por uno o varios tipos del VPH.

Existen otros mecanismos de transmisión, como es el caso de la papilomatosis laríngea recurrente, en la que el recién nacido se contagia al pasar por el canal durante el parto en caso de que la madre esté infectada por el VPH.

Tanto el hombre como la mujer pueden ser portadores asintomáticos y transmitir la infección por el VPH. En España, el 80 % de las mujeres se habrán infectado por lo menos con un tipo de VPH a lo largo de toda su vida.

El cáncer de cuello de útero supone el 5% de todos los cánceres. En Andalucía ocurren unos 400 casos de cáncer de cuello uterino por año, con unas 150 muertes, lo que viene a significar un mínimo promedio de 3 muertes por semana. Se está observando un aumento del cáncer de cabeza y cuello relacionado con el VPH.

La vacuna del VPH se encuentra en el calendario de vacunaciones de Andalucía desde el año 2007, solo para mujeres adolescentes, inicialmente a los 14 años, pero desde 2015 a los 12 años. Existe una medida clásica y recomendable adicional, que es la citología de Papanicolau, cuyo principal objetivo es el diagnóstico precoz de lesiones preneoplásicas del cuello de útero y así poder actuar y evitar la progresión a cáncer; pero como inconvenientes, tiene que se necesita su realización de forma periódica y no sirve para el diagnóstico a otros niveles como ano o cabeza y cuello, para los que no hay técnicas de cribado actualmente.

La vacuna del VPH se recomienda en mujeres a los 12 años, con 2 dosis, y aquellas no vacunadas o parcialmente vacunadas de 13 a 18 años pueden vacunarse en su punto de vacunación correspondiente (ver más abajo). El beneficio máximo se obtiene cuando la vacuna se aplica antes de las primeras relaciones sexuales, pero el haber tenido relaciones no contraindica ni desaconseja la vacunación, porque probablemente se puedan prevenir tipos incluidos en la vacuna que aun no hayan infectado a la persona a vacunar. Después de la llegada de la vacuna de la hepatitis B en los 90, fue la segunda vacuna en aparecer que es capaz de prevenir cáncer.

Recomendaciones de vacunación

Existen tres preparados comercializados de vacuna VPH en España: Gardasil, Gardasil 9 y Cervarix. Se administrará el preparado disponible en el SSPA.

Para las personas con factores de riesgo para infección y/o complicaciones por el VPH, siguiendo la instrucción específica que se encuentra en el área de Vacunación en Grupos de Riesgo.

A los 12 años

Se recomienda la vacunación frente al virus de papiloma humano (VPH) de las mujeres de 12 años de edad, con una pauta de dos dosis, con pauta 0, 6 meses, por vía intramuscular. Se recomienda que entre ambas dosis exista un intervalo mínimo de 6 meses. Esta vacuna, por tanto, se aplicará en ellas de forma simultánea con la vacuna del meningococo ACWY y, además, en aquellas susceptibles a varicela, una dosis de vacuna de la varicela.

La vacunación a la edad de 12 años tiene como objetivos alcanzar la máxima inmunogenicidad, el mayor beneficio potencial al administrarse habitualmente antes de las primeras relaciones sexuales y la mayor cobertura vacunal posible.

Estas vacunas pueden administrarse a la vez que otras vacunas, como inactivadas (ej: meningococo ACWY) o vivas atenuadas (ej: varicela), sin que deba plantearse ningún problema. Pueden administrarse las tres vacunas a la vez si es necesario.

Entre 13 y 18 años (vacunación de rescate)

Se recomienda la vacunación frente al virus del papiloma humano en mujeres de 13 a 18 años en las que, por los motivos que fuere, tengan esquemas parciales o no iniciados frente a VPH. Se les debe facilitar el inicio de la pauta o completarla.

Se completará la pauta en función de la edad a la que se administró la primera dosis (se recuerda el axioma en vacunas de “dosis puesta, dosis que cuenta”).

De forma genérica, las recomendaciones para iniciar o completar la pauta de vacunación VPH en mujeres de 13 a 18 años son:

  • Si pauta no iniciada (ninguna dosis previa):
    • Si tiene 13 años: seguir misma pauta de vacunación de los 12 años.
    • Si tiene 14 años: pauta vacunal de 2 o 3 dosis.
    • Si tiene de 15 a 18 años: pauta de 3 dosis.
  • Si pauta incompleta (completarla en función de la edad de la 1ª dosis):
    • Si 1ª dosis administrada a los 12 o 13 años: precisará una 2ª dosis.
    • Si 1ª dosis administrada de 14 a 18 años (inclusive): 1 o 2 dosis, dependiendo del preparado de vacuna VPH previo y el disponible.

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