La Consejería de Transformación Económica, Industria, Conocimiento y Universidades promocionará y dinamizará los 1.247 espacios empresariales e industriales existentes en Andalucía mediante la elaboración de una normativa que los regule y la búsqueda de nuevas fórmulas de gestión que mejore sus infraestructuras y servicios. El Consejo de Gobierno ha instado a esta consejería a que la definición y puesta en marcha de las nuevas estrategias e instrumentos se lleven a cabo en un marco de colaboración con otras administraciones y con los agentes económicos y sociales.

Esta medida responde al objetivo de la Junta de disponer de espacios productivos que consoliden la actividad industrial en el territorio y se conviertan en focos de atracción de inversiones y proyectos empresariales de alto valor añadido que generan empleo, dinamizan sectores prioritarios y mejoran la competitividad de la economía.

Los números ya demuestran que son piezas claves en el engranaje industrial. En la esfera nacional, representan el 53% del PIB, el 19% del empleo y el 15% del tejido empresarial. En Andalucía, la representatividad empresarial es incluso mayor, ya que aglutina el 16% de las entidades, lo que equivale a 31.554 firmas. Con carácter general y por sectores, adquieren una mayor relevancia en estos recintos la industria manufacturera y el comercio al por mayor.

A pesar de la importancia de esas áreas de promoción económica, en muchas de ellas no están garantizadas las infraestructuras ni los servicios básicos o de mantenimiento. Esas deficiencias lastran la competitividad de las empresas que albergan, impiden el completo desarrollo de sus actividades en los territorios donde se ubican y generan importantes problemas en su gestión, acelerando el cierre de fábricas y negocios y la desaparición de su tejido productivo. En la comunidad, de los 1.247 polígonos industriales identificados, 144 poseen alguna fórmula de gestión y disponen de una entidad que se encarga de ello.

Los polígonos industriales tienen su origen en los años treinta del siglo pasado y, a pesar de las inmensas transformaciones que se han producido en los últimos ciclos económicos, siguen siendo espacios que no poseen la necesaria colaboración interempresarial e implicación administrativa y continúan segregados y ocultos en la trama urbana. Las propias asociaciones empresariales de los polígonos industriales llaman la atención sobre todos estos aspectos.

No obstante, cada vez se observa un número creciente de entidades locales en España y en Andalucía, en el marco de una notable competencia interurbana, que vienen realizando esfuerzos para el mantenimiento y crecimiento de esas zonas en sus respectivos municipios, en algunos casos incluso después de sufrir históricos procesos de declive industrial y de pérdida de empleo manufacturero. Algunas de estas políticas no se limitan a procesos de regeneración o mantenimiento, sino que presentan una visión más integradora dirigida al fomento de servicios de alto valor añadido e innovación, con el fin de apoyar a un sector productivo que ha de responder a las demandas de mercados cada vez más competitivos, cambiantes y globalizados.

Zona industrial en la provincia de Sevilla.

Próximos pasos previstos

La Consejería de Transformación Económica ya ha comenzado a trabajar con los principales agentes representativos de los espacios productivos de la comunidad, a través de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), para definir los ámbitos de colaboración y las medidas y herramientas. Entre las vías de trabajo abiertas, destacan la realización de un análisis de las debilidades en materia de gestión e infraestructuras, así como de las oportunidades de mejora en estos enclaves. También se identificarán posibles modelos de gestión, se evaluarán y clasificarán los polígonos y áreas industriales, y se diseñarán propuestas de modernización en ámbitos como la movilidad, la eficiencia energética y aprovechamiento de energías renovables, la digitalización o la economía circular y gestión de residuos.

De igual modo, la Junta facilitará a las entidades locales andaluzas herramientas que les permitan su mayor implicación para aprovechar las ventajas competitivas de estas áreas. Abordarán desde la rehabilitación y revitalización de antiguos espacios industriales hasta la renovación urbana o cambios de uso sobre suelo industrial y la creación de centros de innovación o hubs.

También en la esfera de la colaboración, se estudiará la experiencia normativa ya desarrollada por otras regiones como Cataluña, Comunidad Valenciana o Murcia para diseñar la ley que mejor se ajuste a la singularidad y características de Andalucía.

Objetivos de la LISTA y el Plan de Acción CRECE Industria

La decisión de impulsar una batería de medidas de ordenación, promoción y mejora de estas zonas se enmarca en la prioridad de la Junta de impulsar el desarrollo industrial para favorecer la recuperación económica de la comunidad. La industria es un sector productivo fundamental para que la región pueda lograr un crecimiento económico equilibrado y sostenible. Su aportación a la economía no se reduce solo a la riqueza y al empleo de calidad generado por el propio sector, sino que tiene un efecto arrastre en toda la cadena de valor a nivel local que permite, además, acelerar los procesos de convergencia regional.

En la actual coyuntura económica derivada del Covid-19, Andalucía necesita consolidar su sector industrial porque, a pesar de sus carencias históricas, demuestra tener un gran potencial. Da trabajo a uno de cada diez andaluces ocupados y, durante 2020, un año difícil por la pandemia, el empleo industrial creció un 1,9% frente a las pérdidas registradas en la construcción, los servicios y en el propio sector a nivel nacional.

Estas líneas de trabajo apuntadas por el Consejo de Gobierno suponen materializar las directrices recogidas en la recién aprobada Ley de Impulso para la Sostenibilidad del Territorio de Andalucía (LISTA) y en el Plan de Acción CRECE Industria 2021-2022. La nueva ley del suelo contempla, en una de sus disposiciones adicionales, la conservación, ampliación y mejora de las infraestructuras, dotaciones y servicios de estos enclaves, apuntando a la creación de entidades de gestión, cuyo régimen jurídico deberá ser desarrollado por la comunidad.

De igual modo, el Plan de Acción CRECE, que articula la nueva política de fomento del segmento industrial, incluye diversas actuaciones relativas a la modernización de las áreas industriales, prestando especial atención a su adecuada conexión y dotación de servicios avanzados. También hacen alusión a la necesaria coordinación con las entidades locales responsables de la gestión de estos enclaves, al impulso de reformas normativas, así como a la evaluación y clasificación de polígonos y áreas industriales.