La presidenta de la Junta, Susana Díaz, ha reclamado a la Unión Europea "una respuesta responsable, colegiada, centrada" al drama de la inmigración en el Mediterráneo, "pensando en las personas y con especial atención a las regiones que vivimos una presión migratoria".

Díaz ha considerado, en declaraciones a los periodistas en Sevilla, que "no se puede consentir la actitud" de ministros como el italiano Matteo Salvini, que ha cerrado los puertos dejando "a la deriva" a 600 inmigrantes en el buque 'Aquarius', "poniendo en peligro sus vidas". A juicio de la presidenta de la Junta, la respuesta del Gobierno central, ofreciendo la acogida de estas personas en España, "ha sido una llamada clara y nítida a la responsabilidad de las instituciones europeas, que tienen que mirar al Sur".

Susana Díaz ha considerado que "Europa tiene que defender sus valores en cada momento, con sensibilidad y con una política de asilo y refugio", siendo consciente además de la situación de las regiones del Sur de Grecia y de Italia, así como de Andalucía, que "todos los días vivimos el drama en nuestras costas".

"No se puede mirar para otro lado", ha asegurado la presidenta, que ha advertido de que "hay mafias campando a sus anchas en el Mediterráneo, y hay que trabajar en origen para ponerles freno". Díaz ha recordado que solo este fin de semana, de jueves a domingo, han llegado 550 personas a las costas andaluzas, y ello sin que haya llegado el calor. Además, 1.300 niños y niñas inmigrantes han sido atendidos este año en Andalucía.

La comunidad, según su presidenta, es "ejemplar" en la atención a estas personas, tanto por parte de la Junta como de los ayuntamientos de los pueblos costeros y de la propia ciudadanía, que tiene "una mirada decente a la inmigración".

Susana Díaz ha recordado que ya el pasado mes de febrero, en su última visita a Bruselas, advirtió al presidente del Parlamento europeo, Antonio Tajani, de que la UE "no estaba a la altura del drama que vivimos las regiones del Sur todos los días" y le alertó de que esta primavera y verano "iban a ser especialmente difíciles y que no podían mirar para otro lado" como ya sucedió en la crisis de los refugiados del año 2015. "Este año ya han muerto 200 personas en el Mediterráneo y, mientras tanto, se permite a ministros infames como Salvini decir que cierra costas", ha lamentado.