Aslan es un perro de asistencia médica que detecta con el olfato un compuesto orgánico volátil que segrega su dueño cuando le va a dar una bajada de azúcar. El granadino Manuel Gavilán carece de páncreas desde el año 2015, lo que lo convierte en un enfermo insulino-dependiente que necesita controlar su grave trastorno para poder hacer una vida normal. Se trata de una enfermedad invisible en apariencia, pero que puede tener consecuencias graves debido a que las bajadas de azúcar son especialmente bruscas e inesperadas. Los minutos previos a la caída del azúcar son fundamentales y decisivos para este tipo de pacientes diabéticos.

La relación de Aslan con su familia de acogida se establece desde pequeño. El proceso de selección del perro es también importante, así como el periodo de adiestramiento. Manuel Gavilán tuvo que ir a por el cachorro a Segovia y ha contado con el asesoramiento de un adiestrador profesional en Granada. Este perro labrador retriever de color chocolate es de raza especialmente afable, noble y repleta de bondad.

Los avances tecnológicos han mejorado notablemente la vida de los enfermos diabéticos con hipoglucemia severa. Manuel Gavilán lleva un sensor y una bomba de infusión de insulina de las más actuales del mercado. Sin embargo, cuando el sensor avisa de una caída de azúcar puede ser demasiado tarde. El perro Aslan se anticipa media hora a la bajada de azúcar. Avisa a su dueño, ladra, le pone las patas sobre el pecho y le da margen para tomarse un zumo, lo que evita consecuencias mayores. "Aslan es mi vida, es uno más de mi familia, es mi ángel de la guarda", afirma su dueño.

Aslan viaja pacientemente en un vagón del metro granadino, sin separarse de su propietario.

Protocolo para perros de asistencia

Manuel Gavilán necesita acceder con su perro Aslan a lugares como hospitales, juzgados, universidad, centros comerciales e incluso lugares de culto. La legislación europea que regula los perros de asistencia existe desde 2006 y desde 2008 la española. Las comunidades autónomas están ahora empezando a desarrollar los reglamentos. Es imprescindible regular la situación de estos animales porque existe un gran desconocimiento. Los perros guía que acompañan a personas con discapacidad visual son más habituales y reconocibles y no suelen tener dificultad para acceder a los recintos públicos. Sin embargo, Manuel Gavilán se ha tenido que convertir en un divulgador y activista de los perros de asistencia, para tratar de llevar a cabo una vida normal sin contratiempos junto a su perro.

El Metro de Granada habilita un procedimiento oficial para que los enfermos con perro de asistencia puedan utilizar el servicio de transporte de manera habitual y sin contratiempos

El protocolo desarrollado por el metropolitano de Granada ha sido decisivo: regula el acceso a las instalaciones y trenes del metro de los denominados perros de asistencia, adiestrados específicamente para prestar servicios a personas que padecen trastornos del espectro autista, diabetes o epilepsia, con el fin de contribuir a mejorar su autonomía personal y calidad de vida. El metro de Granada se ha convertido en el primer transporte público andaluz que ha protocolizado el acceso y desplazamiento de estos perros junto a sus dueños.

Aslán camina tranquilamente junto a Manuel Gavilán por las galerías del metro de Granada.

El metropolitano granadino ha facilitado a Aslan una tarjeta identificativa que debe portar en un lugar visible cuando acceda a las instalaciones del servicio de transporte acompañado de su dueño. Además, gracias al protocolo se hace responsable de la información y formación a los trabajadores del metro, tanto de servicio de operaciones como de seguridad y mantenimiento. La existencia de este protocolo, que recoge la documentación necesaria del perro de asistencia, también garantiza que las condiciones higiénicas y sanitarias de los animales se cumplen, y con ello se garantiza la seguridad y comodidad de los usuarios del metro que coincidan con los animales y compartan zonas comunes y de transporte con ellos.

La Consejería de Fomento, Infraestructuras y Ordenación del Territorio cuida así, a través de la Agencia de Obra Pública de la Junta de Andalucía, responsable de la gestión del metro de Granada, de garantizar la accesibilidad al transporte público a todo tipo de ciudadanos, en condiciones óptimas y velando por su autonomía y mejora de la calidad de vida de estos pacientes con dolencias graves.