Ramón Crespo
Hijo de emigrantes gallegos, nace en Barcelona (1961) pero vive en Almería desde 1992. Ha publicado los siguientes libros de poesía: Gádor (Sevilla,1992); Vía Nova (Granada, 2001, accésit del premio de poesía Rafael Alberti, prólogo de Antonio Colinas); Última nieve (Murcia, 2009, Premio de poesía Barcarola); Palabras que acepta el fuego (Madrid, 2010, Premio de poesía Ciudad de Salamanca); Días de perro (Córdoba, 2013, premio de poesía Vicente Núñez) y Las hojas enfermas (Sevilla, 2016, premio de poesía Kutxa, Ciudad de Irún). De 1999 a 2011 fue Coordinador del Aula de Poesía de Almería. En relación con las artes plásticas ha sido comisario y coordinador de varias exposiciones. Colabora habitualmente en prensa con escritos y crítica de arte. En 2012 su proyecto El bosque melancólico obtiene una beca de arte contemporáneo de la Diputación de Almería.
Obras:
XIV PREMIO DE POESIA BLAS DE OTERO-ANGELA FIGUERA DE LA VILLA DE BILBAO 2021
Con el poemario Cuido una planta bella que ama y busca la sombra, Ramon Crespo ha conseguido el XIV Premio de Poesia Blas de Otero-Angela Figuera de la Villa de Bilbao 2021.
Que no sea esta luz tierra de nadie
ni la hoja que alimenta un fuego ciudadano.
El poeta defiende los signos de la heredad,
no importa el tiempo ni el valor que necesite.
A juicio del jurado, la obra muestra “un lirismo depurado” y un lenguaje preciso y de difícil sencillez que permite germinar el poema en piezas que hablan de la naturaleza, incorporando con naturalidad algunas referencias literarias y plásticas, haciendo de éste un libro “lleno de emoción y hondura”.
XIV PREMIO DE POESIA BLAS DE OTERO-ANGELA FIGUERA DE LA VILLA DE BILBAO 2021
Con el poemario Cuido una planta bella que ama y busca la sombra, Ramon Crespo ha conseguido el XIV Premio de Poesia Blas de Otero-Angela Figuera de la Villa de Bilbao 2021.
Que no sea esta luz tierra de nadie
ni la hoja que alimenta un fuego ciudadano.
El poeta defiende los signos de la heredad,
no importa el tiempo ni el valor que necesite.
A juicio del jurado, la obra muestra “un lirismo depurado” y un lenguaje preciso y de difícil sencillez que permite germinar el poema en piezas que hablan de la naturaleza, incorporando con naturalidad algunas referencias literarias y plásticas, haciendo de éste un libro “lleno de emoción y hondura”.