Valoración de la experiencia piloto
VALORACIÓN DE LA EXPERIENCIA
La Unidad de Igualdad de Género es un proyecto experimental eficaz y eficiente para colocar el discurso de la igualdad en el centro de las políticas públicas andaluzas y para brindar experiencias y herramientas contrastadas para garantizar su continuidad.
Respecto a su incidencia estructural, entendiendo por esto la influencia o repercusión que la Unidad de Igualdad de Género tiene (directa o indirectamente), diferenciaremos los niveles personal, profesional y estructural, por entender que todos ellos forman parte y dan contenido a la estructura.
Desde el punto de vista de las personas podemos mantener que se está consiguiendo un alto nivel de incidencia, por los niveles de sensibilización y por el debate público que se están generando. Y en este sentido se considera que la Unidad de Igualdad de Género tiene una incidencia y una resonancia importante tanto por las formaciones presenciales como por las jornadas y los medios virtuales con los que se cuentan.
Desde el/la profesional, se podría valorar como medio-alto. Se está introduciendo el debate de la igualdad en ámbitos profesionales que se creían sin ninguna responsabilidad ni competencia en ello, iniciándose un tímido cambio de actitudes que motiva y genera un posicionamiento profesional positivo frente al desarrollo de las políticas de igualdad. Es justo recordar aquí, que el primer curso de presupuestos sensibles al género realizado en la Consejería de Economía y Hacienda ha sido a iniciativa de la Unidad de Igualdad de Género.
Sin ningún lugar a dudas, se puede sostener que la Unidad de Igualdad de Género tiene incidencia estructural, y posteriormente, permite que la Comunidad Autónoma de Andalucía, gracias a su compromiso político y al conocimiento y experiencia que este proyecto le ha proporcionado, haya sido la primera en constituir sus Unidades de Igualdad de Género en todas las Consejerías de su Administración.
Desde un punto de vista de continuidad, entendida esta como el elemento que permite que la experiencia, en tanto que tal o algunos de sus elementos (las buenas prácticas), se mantienen o continúen una vez finalizada ésta, se podrían resaltar al menos 4 elementos de transferencia.
- El modelo de implantación o la propia concepción del mismo que en su método de aplicación supone en sí mismo un proceso de aprendizaje y transferencia.
- El saber. El conocimiento necesario y básico para incorporarse a una experiencia de este tipo requiere de unos saberes básicos que en este momento ya están transferidos y a disposición de la administración en su organismo de formación (Instituto Andaluz de Administración Pública- IAAP), a través de una plataforma telemática para facilitar el acceso.
- El saber hacer. Los métodos, procesos y herramientas de trabajo. Esto se aseguran en los protocolos elaborados para sistematizar y facilitar su transmisión y que están a disposición del personal de la Junta.
- El saber ser. Hace referencia al compromiso, personal profesional e institucional. El institucional ya asegurado por la Ley 12/2007 para la Igualdad de género; el personal y profesional, se relaciona con el cambio de actitudes referido y que podrá valorarse o evaluarse en años venideros.