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Luis García Montero defiende el valor de la educación y la cultura y alerta de los riesgos de un "analfabetismo orgulloso de serlo"

El escritor señala la importancia de la identidad frente a los individualismos en su discurso como Hijo Predilecto durante el acto institucional en el Teatro de la Maestranza con motivo del 28F

El discurso de un poeta y profesor de literatura que ha sabido interpretar la esencia de Andalucía a la luz de otros poetas, como Juan Ramón Jiménez, Antonio Machado, Federico García Lorca, Gustavo Adolfo Bécquer o Luis Cernuda. De un andaluz convencido del valor de la educación y la cultura y de los riesgos que entrañan las agresiones a la educación pública y el dominio de la telebasura. De un granadino que apuesta por avanzar de la mano de los valores de la convivencia y la solidaridad frente a la "mezquina" ley del "yo a lo mío".

El discurso del escritor Luis García Montero como Hijo Predilecto de Andalucía ha tomado como fuente a otros autores andaluces para buscar en el sur "una identidad que se niega a la mercantilización" y ha considerado como un reto fundamental para Andalucía "progresar económicamente sin convertir en mercancía todo lo que pensamos, sentimos y tocamos".

García Montero ha sido el encargado de tomar la palabra en nombre de todos los galardonados en el acto institucional celebrado en el Teatro de la Maestranza, de Sevilla, con motivo del 28F. Junto a él, han compartido asiento en el escenario la otra Hija Predilecta de este año, la actriz María Galiana, y las personalidades distinguidas con Medallas de Andalucía, en concreto, el cantaor flamenco Arcángel, la Asociación de Víctimas de la Talidomida, el periodista Antonio Caño Barranco, el guitarrista flamenco Paco Cepero, la Coordinación Autonómica de Trasplantes, los ingenieros Ramón González Sánchez y Francisco Herrera Triguero, la cantante India Martínez, el Instituto de Educación Secundaria Vicente Espinel de Málaga, la compositora Elena Mendoza López, la gimnasta Lourdes Mohedano Sánchez de Mora, el empresario Manuel Molina Lozano y la escritora Antonina Rodrigo García.

Todos ellos, ha destacado Luis García Montero, son "elementos hermanos de un patrimonio común" en el que están representados la formación, el periodismo y la información, la juventud y la experiencia, la economía y la solidaridad, el arte, la ciencia y la técnica. Todos estos valores y disciplinas deben formar parte, según el Hijo Predilecto de Andalucía, del "saber democrático", porque "tan reaccionario es quien desprecia las ciencias y la técnica como quien desprecia el arte y la cultura".

Junto a ello, ha abogado por encontrar un equilibrio entre las identidades que se imponen como "único modo de vida" y, en el otro extremo, los individualismos. Así, ha animado a buscar un "nosotros integrador, flexible, abierto, dispuesto al diálogo" porque es en esa palabra 'nosotros' donde "se edifican los valores de la convivencia, los vínculos de la solidaridad".

Esta misma reflexión sobre las identidades, en plena época de globalización, puede ayudar -ha sostenido- a edificar una identidad integradora, "porque las identidades no dogmáticas ofrecen la posibilidad de una memoria no sometida a las alambradas".

En este punto ha abordado el Hijo Predilecto de Andalucía uno de los núcleos básicos de su discurso, la defensa de la educación y la cultura. García Montero ha expresado su inquietud ante el dominio de la telebasura, los bajos índices de lectura e incluso "el orgullo con el que se declara el desprecio por la lectura y la educación" en la televisión y en las redes sociales, con la aparición de un "nuevo analfabetismo orgulloso de serlo".

De este modo, frente al amor de los poetas andaluces por la cultura popular, el afán por extender la cultura de la Segunda República o las tradiciones del arte popular, ha lamentado las "mayorías invitadas a la desmemoria, el racismo, el egoísmo, el miedo, dispuestas para ser manipuladas" que provocan la telebasura y los grandes medios de información en manos de las élites económicas. A raíz de esta reflexión, ha parafraseado a Antonio Machado en su Juan de Mairena, al recordar que "para que una sociedad sea libre, no basta con poder decir lo que pensamos, hay también que poder pensar lo que decimos".

También se ha servido de Machado para destacar el amor al pueblo como base de la defensa de la cultura popular. Ha recordado, en esta línea, unas palabras del poeta sevillano publicadas en la revista Hora de España durante la Guerra Civil, en la que aseguraba que, "en los trances duros, los señoritos invocan la patria y la venden; el pueblo no la nombra siquiera, pero la compra con su sangre y la salva", para terminar asegurando que "en España, no hay modo de ser persona bien nacida sin amar al pueblo".

El discurso de García Montero ha concluido con sendas alusiones a las instituciones y a la propia responsabilidad de los ciudadanos como dos elementos fundamentales para que Andalucía encare su futuro. Ha señalado el "carácter institucional" y la "dimensión pública" de las distinciones como Hijos Predilectos y Medallas de Andalucía y su concesión por la Junta, lo que le ha valido para recordar que las instituciones son "el lugar en el que lo privado desemboca en lo público". "Olvidar el valor de las instituciones es tan peligroso como alejar a las instituciones de la gente que camina y camina por las calles", ha añadido.

Por último, y antes de concluir su intervención con palabras del mismo poeta con que las inició, Luis Cernuda, ha asegurado en referencia a la distinción obtenida que "la herencia recibida de los mayores, igual que el reconocimiento público, es un legado que compromete con el futuro".

Asistentes

El acto celebrado en el Teatro de la Maestranza ha contado con la asistencia de destacadas personalidades del mundo de la política, la economía y la cultura. Entre otros, han estado presentes expresidentes de la Junta, como José Rodríguez de la Borbolla; el Defensor del Pueblo Andaluz, Jesús Maeztu; la escritora Almudena Grandes, esposa además de Luis García Montero; la directora del Centro de Estudios Andaluces, Mercedes de Pablos; los periodistas Paco Lobatón y María Esperanza Sánchez; la bailaora Matilde Coral o la actriz Pastora Vega.

Uno de los momentos más emotivos del acto se ha vivido cuando, tras la entrega de la Medalla de Andalucía a la Coordinación Autonómica de Trasplantes, se ha recordado la labor solidaria a favor de la donación de médula realizada por Pablo Ráez, el joven malagueño fallecido recientemente de leucemia, cuya imagen se ha proyectado en el escenario del teatro. El público y las personalidades congregadas en el recinto han dedicado un prolongado aplauso a la fotografía del joven, sonriente y realizando su característico gesto de fuerza.

Tras la entrega de las distinciones, ha tenido lugar la intervención de la presidenta de la Junta, Susana Díaz, y la interpretación del Himno de Andalucía, que en esta ocasión ha corrido a cargo de tres de los galardonados, las voces de Arcángel e India Martínez y la guitarra de Paco Cepero, con el acompañamiento de Chico Gallardo a la guitarra y Antonio Bejarano al piano. Por último, todos los premiados han posado para la foto de familia junto a la presidenta de la Junta.