Formación especializada de riego y fertilización

En Andalucía, la agricultura de regadío es la más importante en términos socioeconómicos del conjunto de la producción agraria. Su superficie de regadío representa el 24% del total de superficie agraria útil de Andalucía, su producción final agraria el 63% del total, genera el 73 % de los empleos en la agricultura y sustenta una importante actividad agroindustrial y de servicios a su lado, que la afianza como uno de los principales pilares de la economía regional. Sin embargo, varios son los retos a los que se enfrenta en estos últimos años, desde los fenómenos de sequía y temperaturas extremas cada vez más recurrentes (cambio climáticos), la presión ambiental en forma de disminución de uso de insumos, incremento de los costes de los mismos y falta de rentabilidad de los cultivos tradicionales. Resulta paradójico que en un momento de grandes exigencias, donde la disponibilidad de tecnologías aplicadas al regadío es máxima su aprovechamiento, no alcance las cotas requeridas. Esto lleva a la necesidad de realizar los mayores esfuerzos en el saber-hacer. El riego en general y la fertirrigación en particular juegan un papel crucial en el control de los retos que se presentan, debiendo avanzar en la formación de los profesionales del regadío para que se afronten con las máximas garantías. Para ello se propone un plan formativo de actividades donde las nuevas tecnologías de la información y comunicación (TICs) y de la formación tengan como resultado un paquete de contenidos de la máxima actualidad que aborde los problemas del día a día y sean asumibles por una población que exige cada vez más respuestas rápidas y de fácil asimilación.