Enrique Bonet
Enrique Bonet (Málaga, 1966) es una historietista vinculado casi siempre al campo del humor, registro en el que se mueve la mayor parte de su obra. Bonet publicó sus primeros trabajos en fanzines granadinos de finales de los años 80 (Jarabe de Palo, Segunda Sonrisa, Qué Mal teveo). Fue colaborador habitual de El Batracio Amarillo (bajo cuyo sello publicó dos recopilatorios: Pláginas Amarillas -2001- y Sólo para inútiles -2002-) y participó en el nacimiento y desaparición de las revistas infantiles Dibucómics y Mister K. También colaboró en la revista informativa sobre cómic U, el hijo de Urich, donde publicó varias entrevistas y textos. En el periódico universitario Campus publicó la serie de tiras cómics Cuestión de Clase, de las que se publicó un recopilatorio en 1999 de la mano de Ediciones Veleta. También ha publicado diversas historias cortas –de registro más serio e intimista– en la revista Dos veces breve.
A fecha de septiembre de 2009 colabora como humorista gráfico en el diario La Opinión de Granada, publica páginas de historieta en la revista-fanzine trimestral Amaniaco, coordina y participa activamente en la web de humor Irreverendos.com y trabaja como ilustrador y dibujante de cómics en libros educativos para la editorial sueca Liber. En 2009 ha publicado casi simultáneamente en España y Francia El juego de la luna, realizado en colaboración con el dibujante José Luis Munuera, y basado en un tebeo de 24 páginas que Bonet se autoeditó en 1995, reescrito y reelaborado por completo para la ocasión.
Obras:
El asesinato de Federico García Lorca, ocurrido en los primeros días de la guerra civil española, y la búsqueda de la fosa donde pueda estar enterrado continúan planteando hoy día numerosas incógnitas sin resolver, y siguen atrayendo la atención de investigadores, especialistas y admiradores de su obra. En 1955, un escritor norteamericano llegó a Granada para intentar esclarecer este crimen de resonancia internacional que el régimen de Franco había intentado ocultar bajo un muro de silencio. La araña del olvido está basada en la peripecia real de este hombre, Agustín Penón, y nos acerca a un personaje que, durante una estancia de casi dos años en Granada, puso en quiebra su salud y su fortuna para intentar resolver un misterio sobre el que, a pesar de sus grandes hallazgos, optó finalmente por no publicar una sola palabra. ¿Quién era realmente este hombre que calló voluntariamente todo lo que había descubierto?