Natacha
Luisa CarnésNatacha nos acerca a los comienzos literarios de Luisa Carnés, a ese universo crudo donde la pobreza, la exclusión social y el desamparo dibujan la realidad.
Cuando Luisa Carnés apenas había cumplido veinticuatro años, publicó Natacha (1930), su primera novela y la segunda obra editada. Llena de referencias autobiográficas y teñida de carga social, se inspira en la literatura rusa y sus referentes universales, como Gogól y Dostoievsky. Natacha supuso la irrupción en la narrativa española de comienzos de la década de 1930 de una escritora desconocida y con experiencia solo en trabajos no cualificados. En su mirada, cuyo foco estuvo siembre sobre las desigualdades que marcan la vida cotidiana–con especial énfasis en la vulnerabilidad de las mujeres–, Carnés abrazó el realismo a partir del análisis de la condición humana. La protagonista, una joven obrera–Natacha o Natalia–, personifica la injusticia social, y su historia contribuye a denunciarla. Con la misma fuerza argumental que Tea Rooms, Natacha nos acerca a los comienzos literarios de Luisa Carnés, a ese universo crudo donde la pobreza, la exclusión social y el desamparo dibujan la realidad.

Luisa Carnés (Madrid, 1905-México DF, 1964) representa un ejemplo de precocidad en la literatura española de la década de 1920, poco común dada la escasa formación de la autora (era obrera manual) y su condición autodidacta. A los 18 años comenzó a escribir cuentos, y antes de 1936 ya había publicado tres novelas, Peregrinos de Calvario (1928), Natacha (1930) y Tea Rooms -Mujeres Obreras- (1934). Desde 1930 compaginó literatura y periodismo, colaborando en revistas y periódicos, como Crónica, Estampa, La Linterna, As, Ahora, Mundo Obrero y Frente Rojo. Críticos e investigadores la sitúan dentro de la narrativa social de preguerra o como integrante de los llamados "prosistas del 27". Decantados en su mayoría por el compromiso político, estos autores se manifestaban partidarios de reformas sociales en beneficio de las clases populares, imprescindibles para modernizar el país. Desde 1934 y al igual que otros muchos escritores españoles de su generación, Carnés mostró un creciente interés por los temas sociales, que plasmó en su obra escrita. Su posición en defensa de la mujer, de la causa de los trabajadores y de la legalidad republicana, que reafirmará durante la Guerra Civil, perduró en el exilio mexicano, después de 1939, algo palpable a través de sus incursiones periodísticas y literarias. En el año 2014, Editorial Renacimiento publicó sus memorias, De Barcelona a Bretaña (1939).