El legado grabado de Tomás Pavón

El legado grabado de Tomás Pavón

Recordamos al cantaor y su herencia imperecedera

30/03/2020

Tomás Pavón, hermano de Pastora Pavón 'La Niña de los Peines' y de Arturo Pavón, fue y es un importante cantaor. Nacido y fallecido en Sevilla (1893-1952) ha dejado un legado imperecedero, presente en unas grabaciones que se analizan en el libro que sobre él ha salido recientemente en la Colección Carlos Martín Ballester. De él se extracta el texto que se reproduce a continuación, firmado por el propio Carlos Martín Ballester, a quien agradecemos su generosidad en la cesión del documento:

Tomás Pavón. Colección Carlos Martín Ballester

Texto: Carlos Martín Ballester.

El año de 1927 sería fundamental para Tomás Pavón porque fue cuando rea­lizó sus primeras grabaciones para la Columbia Graphophone Company de San Se­bastián, comercializadas bajo el sello Regal. Junto a su hermana Pastora, el pequeño de los Pavón impresionó en un par de sesiones —el 31 de agosto y el 1 de septiem­bre—, su primer conjunto de grabaciones con la guitarra del Niño Ricardo.

Hasta tal punto fueron ambos hermanos de la mano al estudio, que grabaron al unísono, entrelazando sus cantes, tal y como se puede advertir al comprobar sus matrices de grabación. A pesar de lo prolijo del asunto, es muy interesante es­tudiar la selección de los cantes que interpretaron, cómo se repartieron el orden y los descansos, etc. Esta cuestión —fundamental a mi juicio—, ni se ha señala­do anteriormente en la bibliografía flamenca ni se ha analizado como se merece.

Tras una solitaria matriz de Pastora (K 747) en la que registró una cartagenera de corte chaconiano («De noche y día»), y una serie de grabaciones de la Orquesta Re­gal, dio comienzo la extensa sesión de grabaciones de los hermanos Pavón. La ini­ció la Niña de los Peines con dos soleares (K 775 y K 776) con las letras «Cuando se empaña un cristal» y «Hasta la fe del bautismo», y se estrenó a continuación To­más con la seguiriya «Apregonao me tienes» (K 777) y los encendidos jaleos de su hermana: «Tomás... valiente y con alma... ole los cantaores buenos... ole... los hom­bres... los hombres y los negocios... ole... amoavé...». Tras la magnífica interpreta­ción, no continúa grabando, y es su hermana la que encadena cuatro matrices se­guidas (de la K 778 a la K 781, ambas inclusive) con malagueñas («A buscar la flor que amaba»), dos seguiriyas («Delante de mi mare» y «Tú no tienes la culpa») y unas peteneras («Quisiera yo renegar»). Quizá con los nervios más templados, retoma nuestro protagonista sus registros, interpretando tres cantes de corrido: dos solea­res con matrices K 782 y K 783 («Anda y cuéntale esas quejas» y «El pasito que yo doy») y una media granadina con la letra «Que le llaman la Alcazaba» (K 784). A continuación, cede el testigo a su hermana, que impresiona otros tres cantes: las alegrías de «Yo le di un duro al barquero» (K 785), una bulería por soleá («Que te quería, no lo niego», K 786), y una media granadina («Engarzá en oro y marfil»), con matriz K 787. Toma el relevo su hermano con una granadina, etiquetada como «Fandanguillos de Tomás», con la letra «Con la Virgen del Pilar» (K 788); y de nue­vo seguirillas con la letra «A clavito y canela», denominada en la etiqueta como «Cante grande por seguidillas» (K 789). De las dos matrices siguientes, una de las dos (K 790 o K 792) correspondería a un fandango localizado en una publicación de la compañía («Que morir habré de seguro»), cuyo código de catálogo es DK 9.064 (*).

La otra matriz podría corresponder a una grabación de Tomás o Pastora no identificada, o simplemente un descarte o hueco en la serie, por decisión de la com­pañía Regal. La matriz que estaba entre medias (K 791) se adjudicó a la extraordina­ria seguiriya que este volumen da a conocer por vez primera («Me dieron las doce») (**), y el cantaor prosigue con los fandangos «Mi caballo se paró» (K 793) (***). Retoma el protagonismo Pastora Pavón con dos «tangos flamencos», tientos como se conocen modernamente, con las letras «Preguntó en una ocasión» y «Yo no te he dao moti­vos» y matrices K 794 y K 795; y la bulería por soleá «Yo me acuesto y sueño conti­go», de mucho gusto, con matriz K 796. Siguiendo este hilo, Tomás interpreta otra bulería por soleá, con la letra «Yo me metía por los rincones», y matriz K 797. En este punto, los jaleos de Pastora siguen inasequibles al desaliento («Amoavé... Tomás... amoavé Tomasito... olé... hombres... los hombres valientes con alma y ánimo... olé... [...] Olé... olé... cantaores buenos... cantaores buenos... olé... viva el arte... viva el arte... olé... [...] Olé... con ange... olé...»). La serie de grabación ya ha pasado el ecua­dor y es ella la que encadena tres cantes: peteneras con la letra «Ni aun durmiendo puedo tener» y matriz K 798; y dos sevillanas con las siguientes coplas «Pintor de loza», «Por lo mudable», de nuevo «Pintor de loza» y «Rondan mi calle» (matriz K 799), y «Cuando vino la reina», «Nací llorando» y —¡de nuevo!— «Pintor de loza» (K 800). Iba terminando la sesión y faltaban cantes de nuestro protagonista, así que no le quedó otra al bueno de Tomás que tomar aire y grabar del tirón cinco cantes: una bulería por soleá («Ven acá mujer malina») con matriz K 801; una granadina ti­tulada como «Media granadina» en la que interpreta la letra «A mi madre por su alma» (K 802); su última seguiriya («Te se logró a ti el gusto», K 803); y dos fandan­gos, «Amapola de un trigal» (K 804) y «De la playa las arenas» (K 805). La larga se­rie de grabación tocó a su fin, pero faltaban un par de registros de saetas que debía realizar Pastora Pavón, justo cuando terminara de grabar varias placas el guitarrista vasco Anselmo Ojembarrena. A esas saetas les correspondieron las matrices K 822 y K 823 («Se enturbecieron los cielos» y «Pilatos, por no dejar»).

Magnífico catálogo flamenco el ofrecido por los hermanos Pavón: una insupe­rable lección del mejor flamenco de todos los tiempos.

 

(*) Disco compartido con José Azuaga ‘El Limpio’.

(**)Seguiriya que fue radiada en marzo de 1935, tal y como confirma la revista Ondas, de 9 de marzo de 1935.

(***) Este fandango, otra de sus grabaciones más raras, se emitió por la radio en septiembre de 1935. Así lo anunció el diario La Vanguardia, de 25 de septiembre de 1935.