En recuerdo a Pepe Pinto

En recuerdo a Pepe Pinto

El cantaor sevillano grabó hace un siglo su legado sonoro, que perdura en la actualidad

17/04/2020

Las grabaciones de José Torres Garzón, conocido artísticamente como Pepe Pinto, quedaron encuadradas -según cuentan diversas fuentes- entre los años 1920 y 1960. Se cumple un siglo de este hecho, y por ello rendimos homenaje a este cantaor, nacido en Sevilla en 1903 y fallecido en esta ciudad en 1969.

ntre los cancioneros publicados hacia la década de los años 30 del pasado siglo, bajo el nombre de 'Figuras del cante jondo', figura el dedicado a Pepe Pinto, en un "homenaje al vanguardista del cante", con "fandanguillos, tarantas, medias granadinas, milongas, creaciones, soleares, etc".

Reproducimos el prefacio  y el epílogos, firmados respectivamente por Juan Luis y por Martín Rueda, donde se define a Pepe Pinto y se cita la autoría de las letras recogidas en el volumen, del cual se extrae una selección. Puede encontrar el cancionero completo en la editorial Extramuros, que realizó una edición facsímil junto al Instituto Andaluz del Flamenco.

PEPE PINTO. (Prefacio)
Los que no hayan tenido la dicha de escuchar el poema dramáticamente sentimental que es la copla de Pepe Pinto, no podrán hacerse un juicio exacto de cuanto este "leader" del cante andaluz significa en la actual etapa renacentista de tan popular manifestación.

"CANTAOR" de abolengo; de un abolengo adquirido lejos de ensayos y prácticas y arrancado de manera consubstancial a la fibra espiritual de la madre Andalucía; Pepe Pinto, como Marchena, como Vallejo, como Cepero, levanta airoso el jirón de su exquisita sensibilidad y brota en él la llama voluptuosa de su alma joven para transformar la añeja estética del viejo cante y convertirla en saudades maravillosas que llegan a los corazones nuevos, pulsan todos los resortes del humano sentir, y del alma profunda del pueblo brota una lágrima de felicidad.
Toda la misteriosa poesía, todo el secreto romántico del "cante jondo" con sus alardes de rebeldía, sus quejas, sus lloros y sus lamentaciones, tienen en PINTO la vocalización heroica, majestuosa y brillante, como sartal de perlas enviadas por los dioses para regocijo de nobles.

Pepe Pinto, macareno netísimo, espíritu sencillo, con toda la gema alegre y dulce del pueblo bendito de "María la salerosa", lleva a su "fandango" el atropello de su sensibilidad, de su corazón, que avanza fuerte y salta por sobre todas las lindes de la métrica y la copla del poeta se destroza en su garganta para estrellarse en el luminoso horizonte de su estilo de donde sale bordada con el oro y la seda de la exquisitez.

Esta evolución que tiene su cuna creadora en El Pinto, arrolló en sus comienzos toda interpretación por parte del aficionado al "cante jondo", y como todo lo nuevo, dio origen a que se suscitasen las más diversas discusiones.

¿Podía recibirse como cante aquel joyel de modernismo que era como un grito de vanguardia incomprensible para muchos?

"Bueno, bonito o flamenco
yo no sé si es mi fandango
bueno, bonito o flamenco;
porque a nadie imito yo,
y el que diga que no es cierto
que me exponga la razón".

La realidad de un éxito imponderable llegó felizmente ligada a los aplausos de todo el mundo; la afición, materia sabiamente predispuesta por ley divina para sentir, dobló su pecho ante la majestad solemne del nuevo cante y las casas editoras de discos lanzaron al mercado "la conserva" de una creación revolucionaria. Fue -realmente- una verdadera revolución lo que produjo este muchacho en España y América, de la que como detalle preciso diremos que de uno solo de los discos impresionados por El Pinto llegaron a venderse más de 35.000 ejemplares.
Tiene Pepe impresionados hasta hoy unos 75 discos; en ellos reluce el prodigio reverberador de su arte, que hace de esa colección las 75 páginas más gloriosas de un periodo histórico del "cante jondo" nacional.

En este libro, cofre de nácares y pedrerías del verso popular, se guarda como preciado relicario un collar de coplas maravillosas de  diferentes poetas: Martín Rueda, Pedro del Árbol y muchos otros. Gran número de ellas son creadas por su mismo intérprete. No es extraño que un artista, que pone en su garganta el corazón, tenga también corazón y cerebro para expresas en sus coplas las ideas que cruzan su imaginación...

"Que impresiona de momento,
mi fandango es un cantar
que impresiona por momentos; 
alegra o hace llorar,
y el que lo lleva por dentro
mejor lo sabe expresar".

...y otras que, como esta, llevan en su doble fondo la síntesis espiritual de un alma de Quijote, hidalga y sensible a un tiempo, que arranca lágrimas del corazón y los sentidos experimentan la fuerte sensación de la violencia.
JUAN LUIS.

A PEPITO TORRES "PINTO" (Epílogo).
Jamás en mi vida mi pluma se ha prestado para censurar ni para alabar a ningún artista, pero hoy, ante este sencillo homenaje que te dedican unos cuantos amigos, siento en mi interior un grito de rebeldía el cual me induce a pergeñar estas cortas líneas exentas de literatura pero henchidas de admiración; admiración esta que siento en lo más profundo de mi alma por ese arte tan tuyo y tan exquisito.

Ante ello yo no puedo ocultar la satisfacción tan extraordinaria que es para mí, al proclamar a los cuatro vientos que tú, artista cumbre, eres el creador único del fandanguillo sentimental.
Muchísimas veces, al rememorar algunas de tus creaciones sublimes, me sirve de gestión directa para dar a luz nuevas quintillas, y en este mismo momento, al recordar la sin razón de aquellos compañeros tuyos que por falta de sensibilidad artística discutían tu modalidad revolucionaria del cante, espontáneamente surge esta de mi mente:

Porque la fuente sea mía
no le tires piedras al agua
porque la fuente sea mía
que muy bien "pue" suceder
te agobie la sed algún día
y tengas en ella que beber.

Cuando al transcurso de los días esta copla brote de tu garganta con ese sello de urgencia tan castizo y tan gitano que le pones a tus fandangos cortos, al escucharla esos mismos que discutían tu arte soberano, forzosamente, y al compás de tu dicción, han de sentir correr por sus cuerpos los escalofríos de una sentencia; y ¿sabes por qué? Porque tu estilo propio, más que fuente, ha sido y será manantial puro y cristalino donde uno por uno han tenido y tendrán que surtirse para completar ese imposible que siempre crea la falta de intuición.
Yo, como autor de muchas de las coplas contenidas en este volumen, me adhiero a este homenaje y gustosamente te las dedico, esperando que tan solo veas en ellas la sencilla ofrenda de una amistad leal y sincera que hacia ti siento en mi corazón.
MARTÍN RUEDA.

FANDANGOS
A ladrón me metería
si la salud se comprara,
y en la sierra me internara
hasta que la madre mía
la salud recuperara.

Cógela, que es un capullo;
toma esta rosa de olor.
Dentro va mi corazón
dándole consejo al tuyo
para que me quiera mejor.

En el campo un zagalillo
con alegría cantaba
un cante por fandanguillos,
y muy atento lo escuchaban
millares de pajarillos.

Estar loco y no sentir,
por momentos yo quisiera;
porque el sentir causa penas,
penas que no tienen fin,
y el loco vive sin ellas.

Un pensamiento, una flor;
un fandango, mi ilusión;
una mujer, mi cariño;
la tengo en mi corazón
queriéndola desde niño.

Un pajarillo de un río
yo cogí cuando chaval,
la mare empezó a piar,
ablandó el corazón mío.
De pena lo eché a volar.

De una jira de El Conquero
el fandanguillo salió,
un ángel fue su inventor,
lo escuchó Dios el primero
y en la Gloria lo implantó.

Y el tiempo le quita dos
aquel que tiene tres viñas
que se conforme con una
y le dé gracias a Dios,
que otros no tienen ninguna.

María de los Dolores,
asómate a esa ventana
que en mi fandango campero
te voy a decí esta mañana
lo mucho que yo te quiero.

Dice un antiguo refrán:
Tanto tienes tanto vales;
el mundo es un embustero,
solo existen dos verdades,
que es la muerte y el dinero.

MEDIAS GRANADINAS

Asombro del mundo entero
es la Alhambra de Graná,
y por eso aquel rey moro
sangre lloró al entregar
la llave de su tesoro.

Una palomita blanca
en tu hombro se paró,
y su pico cariñosa
contra tus labios rozó
cuando te vio tan preciosa.

GUAJIRAS
Tengo una choza de guano
en medio de un bosque umbrío.
Al pie tengo un limpio río
que retrata el sol cubano.
Labro por mis propias manos
ese pródigo terreno
que tengo de viandas lleno;
allí paso mi existencia
libre de toda impaciencia
y a todo cariño ajeno.

Es mi mulata una rosa
de fino oló, rosilla grana
que al olerla en su ventana
me estremece el corazón.
Tienen sus labios el dulzó
de una sabrosa banana,
de la más clara mañana
sus ojos luceros son,
y como fruta temprana
es dulce su corazón.

TARANTA
Sentí cantá a un barrenero
una taranta, y decía:
Mi corazón de minero
sólo tiembla de alegría
por la mujé que yo quiero.

Porque tiene mi serrana
un molino en la ribera
le dicen a ella en Totana
Rosario la molinera;
la molinera serrana.

COLOMBIANAS
Quisiera yo Margarita
un rizo de tus cabellos,
pa rozarlo en mi boquita
y dar besos sobre ellos
recordando yo tu carita
y ese lunar de tu cuello.

PREGONES ANDALUCES (Creación)
El pescaero malagueño
Los boquerones...
Más blanquitos que la plata
los boquerones;
también llevo ostras finas
y ostiones.
Del rincón de la Vitoria
son los chanquetes,
traigo la pescá de barca
y los salmonetes.
Sardinas muy gordas pa asarla
y langostinos,
yo tengo un rancho de caramales
y lenguao fino.
Son legítimos de la Farola
boqueroncitos;
vivitos y coleando yo yevo
los jurelitos.
Tengo breca y besugos grandes,
pescaílla y mero,
y si se disgustan mis marchantas
no quiero dinero.
Levantarse, muchachas
si estáis dormías,
y compraréis el pescao
con alegría.