Exposición 'Tablao Flamenco'

Exposición 'Tablao Flamenco'

La sede del Instituto Andaluz del Flamenco (Calle Santa Teresa, 8) recibirá desde finales de noviembre la exposición 'Tablao Flamenco', del pintor Patricio Hidalgo y el escultor Martín Lagares.

En esta exposición presentamos una colección de obras inspiradas y realizadas en los tablaos flamencos. En dichos espacios, el cante, el toque y el baile flamenco se manifiesta con toda su capacidad emocional y artística. En concreto, el Tablao Flamenco Los Gallos ha sido el enclave propicio para estar y crear con este arte.  

Patricio y Martín han querido dibujar y modelar al igual que los artistas flamencos cuando suben al escenario del tablao, como un encuentro entre artistas donde median los palos flamencos, los compases, la melodía, el movimiento, la música, el cante y la magia del momento. 

Patricio Hidalgo lleva una década visitando el tablao con sus pinceles. Comenta que es donde ha aprendido a manchar flamenco, enfrentándose directamente a este arte desde su arte, donde ha comprendido que detrás de todo artista hay oficio de cantaores y cantaoras, de guitarristas y de bailaoras y bailaores, y que después del oficio, cuando suben al escenario, se inicia la búsqueda en la que a veces se produce el encuentro con el misterio, el duende, el arte, y como dice Patricio: “hay que ver lo interesante que es esa búsqueda, esa llama viva que es el flamenco que tanto me inspira”. 

El otro pilar de la exposición es Martín Lagares, lleva ya unos años acercándose al flamenco con su arte. Es la primera vez que se enfrenta con un modelado en constante movimiento y es que, según indica, logra captar a través de un modelado de trazos vigorosos la fuerza del instante flamenco.

Martín Lagares y Patricio Hidalgo son dos artistas que se expresan paradójicamente en una misma lengua con idiomas diferentes, uno mancha y el otro pellizca con el barro para llegar a puntos de encuentro similares a la hora de abordar el flamenco. Patricio incide en la mancha y en los lugares insospechados adonde esta conduce, confía en el trazo y en el poder de la abstracción para retener la emoción de un grito, un gesto, una melodía… y concreta con el dibujo para corresponderse con la escena y con el artista flamenco, para que la mancha sea baile, cante o toque. Martín hiere el barro y es amigo de la figuración abstraída por el movimiento, el equilibrio y la vida del gesto, elementos sobre los que va construyendo nuevas formas, nuevas figuraciones para alcanzar la gracia en un nuevo encuentro con este arte en constante movimiento entre tradición y vanguardia.

Patricio Hidalgo se define como pintaor. Desarrolló su formación artística entre las facultades de Barcelona y Sevilla. Este artista nacido en la isla de Ibiza, residente en Sevilla, con su pintura vanguardista expresa de manera única la atemporalidad de lo Jondo, la esencia del flamenco que siempre influyo en él y que lo tiene vinculado a su pueblo paterno, La Puebla de Cazalla. Patricio tiene una larga trayectoria en las artes escénicas, participando en numerosos espectáculos con su “pintura en acción” acompañando recitales de poesía, flamenco y obras multidisciplinares por todo el mundo. España, Malta, Italia, Marruecos, Irlanda, Holanda y El Salvador han sido algunos de los países donde Patricio ha llevado su pintura. En sus premios destacan el primer premio Forum Filatélico (Sevilla 2001), segundo premio Focus Abengoa (Sevilla 2003), 1º premio Migraciones modalidad “Miscelanea” con la animación 'Un Mundo En Palabras 2013', entre otros premios de cartelería, pintura rápida y dibujo.

Martín Lagares (La Palma del Condado, 1976) es definido así por Miguel A. Rivero Gómez: "Licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Cuenca, que fue faro de la renovación del arte español de la segunda mitad del siglo XX desde su Museo de Arte Abstracto, Martín Lagares se nutrió allí de una concepción del arte como lenguaje siempre por explorar, lenguaje que precisa estar en permanente tensión, entre la forma y la materia, la razón y el corazón, la lógica y el instinto. Martín Lagares trabaja fundamentalmente con barro, terracota, resina, bronce…, materiales de la inmanencia, lejanos a la nobleza del mármol y su obstinación divinizadora o de trascendencia. Nada es casual. Son los materiales más propicios para generar la tensión creadora y fuertemente expresiva a que aspira su escultura. Decía José María Moreno Galván sobre Pablo Serrano que: “No puede evitar ser hijo de Fidias tanto como del barro.” Y algo similar podríamos decir de Martín Lagares, por ese abrazo antes mencionado entre la informa de la materia y el instinto de la forma que acontece en su obra. Juego entre la informa, por su condición gestual y expresiva, y lo formal, porque todo volumen no puede dejar de ser forma y porque la forma es el límite del vacío. Esta lucha entre forma y expresividad es la clave estética de Martín Lagares, sin vencedores, pese a la aparente victoria de lo expresivo. Como escultor, procura inyectar a cada obra desde sus manos todo su caudal de sentimientos, emociones y raciocinios, dejando su huella casi con violencia expresiva. Pero no debemos confundir este énfasis en lo subjetivo y lo expresivo con una renuncia a la forma, ni a la búsqueda de la dimensión. En la tensión, como decíamos, está su clave estética, en su apuesta por la grandeza de lo inacabado, por la belleza inscrita en la imperfección, por el vínculo inescrutable entre forma y expresión".