Saltar al contenido
Imagen representativa de la sección de A Fondo

A fondo

Contribuciones de la biblioteca escolar al itinerario de lectura

Pasaporte Lector. IES Vega del Guadalete.

La configuración de un corpus de lecturas, de un itinerario lector del centro, ¿entendido como el conjunto de lecturas seleccionadas que realiza el alumnado de una etapa educativa-, es una necesidad para llevar a cabo la formación del lector en el contexto escolar. Obviamente se deben incluir en él las obras del canon escolar, compendio de obras literarias principalmente clásicas y de literatura infantil y juvenil idóneas por su calidad.

Contribuciones de la biblioteca escolar al itinerario de lectura 
 
Andrés Pulido Villar. Responsable de la biblioteca del IES Vega del Guadalete (La Barca de la Florida, Cádiz)
 
Lector, ya es hora de que tu zarandeada navegación tenga su arribada. ¿Qué puerto puede acogerte más seguro que una gran biblioteca?
Si una noche de invierno un viajero. Italo Calvino

 

 

Cuando echamos la vista atrás y hablamos de lectura en el ámbito educativo a muchos de nosotros se nos vendrá a la mente, aparte de los textos recogidos en los manuales escolares, una extensa lista de títulos de diversos géneros que tuvimos que leer en nuestra condición de alumnado para superar la materia de Lengua Castellana y Literatura.

La enseñanza literaria se entendía, en la mayoría de los casos, como un acercamiento a los grandes clásicos nacionales, en forma de obras completas o de antologías de fragmentos cuidadosamente seleccionados. Señala Teresa Colomer (2010) en su artículo La evolución de la enseñanza literaria que este modelo decimonónico de lectura escolar “ha constituido la práctica de la enseñanza de la literatura entendida como acceso a la cultura hasta la década de los setenta”. A partir de estos años, con la irrupción del estructuralismo y de la entronización del comentario de texto, se introduce en la escuela la literatura oral y la literatura infantil y juvenil que ofrecían textos literarios más cercanos a los intereses y a la capacidad comprensiva del alumnado. 

En la actualidad la enseñanza de la literatura, concebida como “educación literaria”, pone el acento en su valor formativo, de aprendizaje y conocimiento de la realidad. Para ello el corpus literario debe venir marcado por la heterogeneidad, tal como comenta nuestra autora:

“La multiplicidad de los textos a utilizar parece ser la única salida posible en una enseñanza que se quiere adaptada a los distintos contextos educativos y a la diversidad de los individuos. El lector busca la gratificación de su lectura y, por lo tanto, el criterio de selección debe incluir siempre la capacidad de los textos para relacionarse de forma intelectual y afectivamente motivadora con la experiencia lectora y de vida de los alumnos. La ampliación progresiva de los textos susceptibles de interesar a los niños, niñas y adolescentes forma parte de los objetivos de la educación literaria en la etapa obligatoria”.

Llegado a este punto debemos aclarar que la biblioteca escolar, en palabras de Guadalupe Jover (2007), constituye un elemento fundamental como vaso comunicante entre la educación literaria (centrada en aprendizajes planificados cuya responsabilidad recae en el profesorado de literatura) y el fomento de la lectura (espacio propio de la biblioteca, con actuaciones encaminadas a propiciar experiencias y vivencias lectoras).

La configuración de un corpus de lecturas, de un itinerario lector del centro, –entendido como el conjunto de lecturas seleccionadas que realiza el alumnado de una etapa educativa-, es una necesidad para llevar a cabo la formación del lector en el contexto escolar. Obviamente se deben incluir en él las obras del canon escolar, compendio de obras literarias principalmente clásicas y de literatura infantil y juvenil idóneas por su calidad.

En este sentido José García Guerrero (2010, 2012), en los diversos estudios en los que aborda el tema, nos precisa varias cuestiones en torno al itinerario lector, instrumento fundamental del plan de lectura, a las que añadiremos algunas matizaciones y ejemplos:

En primer lugar hemos de tener en cuenta que la génesis del itinerario tiene que provenir del consenso del profesorado, de las distintas áreas o departamentos en el seno del equipo técnico de coordinación pedagógica. No es función de la biblioteca escolar determinarlo, pero sí coordinar y contribuir a su configuración.

En segundo lugar debemos perseguir el equilibrio en el número de títulos seleccionados para cada etapa (educación infantil, educación primaria, educación secundaria y bachillerato), ya que no se trata de la cantidad sino de la calidad de las obras lo que marca un itinerario bien conformado.

En tercer lugar ha de ser heterogéneo, en cuanto que tiene que dar cabida a obras de ficción, recreativas e informativas, incluso en soporte papel y digital. Por lo tanto el itinerario lector se desliga de una noción exclusivamente literaria, del anclaje de canon escolar. No perdamos de vista que su función principal es que el alumnado “adquiera experiencia lectora relevante y bagaje cultural” (José García Guerrero, 2017). Por otra parte, en la actualidad, la sociedad y la escuela han cambiado de forma sustancial su concepción sobre el acto de leer y sobre las estrategias que pueden llevar a cabo para la educación literaria, “Leer hoy es hacerlo en papel y en soporte digital; es leer libros pero también leer periódicos y revistas, páginas webs y foros de internet; es leer para entretenernos pero también para informarnos y comunicarnos…”, afirma Guadalupe Jover (2013) en el cuaderno Leer en la adolescencia de la colección Familias Lectoras, en el que realiza una excelente propuesta de itinerarios vertebrados por un elemento común (temática, género, etc.).

No obstante la mayoría de los itinerarios lectores de nuestros centros educativos se centran en las obras de carácter literario. A pesar de ello, recogíamos en Nuevas dinámicas para la biblioteca escolar en la sociedad red. Resituar sus acciones y acompañar la transformación de la escuela (2013) algunos casos de itinerarios diversificados, heterogéneos y flexibles. Así declaraba el responsable de la biblioteca escolar del IES La Caleta (Cádiz):

“Pretendemos crear en nuestro Instituto unas condiciones que permitan al alumnado encontrar variedad de géneros y soportes a la hora de manifestar la necesidad y el deseo de leer. Para ello el centro incluye en su recomendación no sólo obras literarias clásicas y actuales, así como obras de carácter científico o histórico/humanístico, sino también diferentes soportes: libro, cine y páginas web” (pág. 116).

En cuarto lugar, atendiendo a los diferentes niveles lectores, conviene contemplar la gradación en la complejidad argumental, estructural y temática de los títulos, acompañada de la flexibilidad en la estructura del itinerario para introducir o modificar obras en función de diversas variables (características del alumnado de nueva incorporación, evaluación del plan de lectura, contexto sociocultural, oferta editorial…).

En consonancia con todo lo expuesto, la finalidad del itinerario de lectura del centro ha de atender no solo a la formación del lector, como ya dijimos, sino a “la apreciación de la lectura para el deleite personal, a la generación de una experiencia lectora compartida, a la graduación de lecturas que permitan generar un sentido de pertenencia a una comunidad de lectores, al establecimiento de relaciones entre muchas y diversas lecturas”, entre otras, concluye José García Guerrero (2010).

El mismo autor en su blog Claves para biblioteca escolares activas ha abordado recientemente cómo la biblioteca escolar, en el marco de la política de gestión de contenidos, puede participar en el itinerario lector. Con el título Los apoyos de la biblioteca al itinerario de lectura de centro, dedica una entrada a esta cuestión y nos explica básicamente cuatro actuaciones, que hemos simplificado en dos apartados:

Una. De provisión y disponibilidad de ejemplares necesarios para la lectura individual o grupal, junto con la reposición y la atención al buen estado de estos materiales.

Dos. De mediación. Con la creación de entornos informacionales específicos como un servicio de información de la BECREA (banco de información, recursos y actividades) o con la realización de un repertorio de actividades previas y posteriores a la lectura de algunos de los títulos del itinerario.

En esta última acción propugna que la biblioteca puede diseñar y preparar actividades antes de la lectura de cada título del itinerario para ofrecer una introducción común al grupo clase y otras a la finalización, entre las que incluyen el debate, el visionado de películas o documentales, representaciones teatrales, producción de un book tráiler... “De esta manera el profesorado del centro dispondrá de referentes y propuestas para abordar el acompañamiento de la lectura de los libros del itinerario del centro y la biblioteca adquirirá un papel de apoyo en un apartado concreto de la política de lectura del proyecto educativo”.

En el IES Vega del Guadalete contamos desde el año 2011 con un itinerario aprobado por el equipo técnico de coordinación pedagógica. Con esta medida afrontamos varios problemas que obstaculizaban una línea común de actuación en el ámbito de la lectura: uniformidad y desequilibrio (títulos solamente del canon literario y excesivo número de obras en algunos niveles), ausencia de cooperación (cada departamento actuaba de forma individual) y disparidad en el modo de abordar la lectura.

El itinerario se estructura en tres bloques diferenciados. En primero y segundo de ESO se oferta una amplia gama de títulos de la colección de la biblioteca, en 3º y 4º se conjuga la elección de libros por el alumnado con las propuestas de las áreas y en bachillerato se establecen las obras indicadas desde los departamentos.

La función de la biblioteca, en primera instancia y de acuerdo con la política documental, se centra en adquirir, dar accesibilidad y disponibilidad al corpus de documentos que conforman el itinerario, revisado cada curso escolar. En segundo lugar ofrece un documento, el pasaporte lector, que posibilita el control de las lecturas realizadas por el alumnado.

Contribuciones de la biblioteca. Itinerario Lector. IES Vega del Guadalete 1

Sin embargo las acciones más relevantes se establecen en forma de mediación y apoyo. La digitalización e implementación del itinerario permiten el acceso, tanto al profesorado como al alumnado, a una gran cantidad y variedad de materiales (reseñas, artículos periodísticos, guías de lectura, enlaces a webs, actividades TIC, documentales, películas, entrevistas…), para llevar a cabo la lectura de los títulos propuestos.

Por otra parte ofrecemos entornos informacionales específicos apropiados para el desarrollo de actividades sobre algunos títulos. Estos productos digitales, resultado de la búsqueda, selección y filtrado de información y recursos relevantes, tienen un carácter puntual, en tanto que el libro forme parte del itinerario, y exigen una constante actualización tanto para revisar la pertinencia de sus contenidos como para añadir otros nuevos. 

Contribuciones de la biblioteca. Materiales de lectura para todas las áreas del currículo.

 

Por último consideramos interesante formar al profesorado como mediador de lectura. Con este fin la biblioteca pone a su disposición el entorno informacional Materiales de lectura para todas las áreas del currículo, un espacio en el que se recopilan numerosos enlaces y recursos de la web apropiados para este cometido.

Decía Juan Mata, en una de sus esclarecedoras intervenciones en torno a la lectura, que “cada niño debe encontrar su libro de la voz y de la mano adecuadas. En el momento preciso. En las condiciones que hagan de ese encuentro una experiencia inolvidable y feliz”. La biblioteca escolar, a través de sus aportaciones al itinerario lector, puede contribuir a que sea lo más gozoso posible.

BIBLIOTECA JUAN LEIVA | IES VEGA DEL GUADALETE from videoaleva on Vimeo.
Referencias bibliográficas

Colomer, T. (2010). La evolución de la enseñanza literaria. Alicante: Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes.

Durban Roca, G., García Guerrero, J. Pulido Villar, A. Lara Escoz, J.I. y Olmos Olmos, D. (2013). Nuevas dinámicas para la biblioteca escolar en la sociedad red. Resituar sus acciones y acompañar la transformación de la escuela. Sevilla, Junta de Andalucía, Consejería de Educación, Cultura y Deporte, Dirección General de Innovación Educativa y Formación del Profesorado.

García Guerrero, J. (2010). Utilidad de la biblioteca escolar. Un recurso al servicio del proyecto educativo. Gijón: Ediciones Trea.

García Guerrero, J. (2012). Contribución de la biblioteca escolar al fomento de la lectura. Sevilla, Consejería de Educación, Junta de Andalucía.

García Guerrero, J. (17 de abril de 2017). Los apoyos de la biblioteca al itinerario de lectura del centro [Entrada de blog]. Recuperado de: http://bibliotecasescolaresactivas.blogspot.com.es/2017/04/los-apoyos-de-la-biblioteca-al.html

Jover, G. (2007). Un mundo por leer. Educación, adolescentes y literatura. Barcelona: Octaedro.

Jover, G. (2013). Leer en la adolescencia. Cuaderno 3. Consejería de Educación, Junta de Andalucía. Colección Familias lectoras.

 

Buscador Destacado

También te puede interesar

Mostrando 1 a 4 de 28 enlaces 1 2 3 4 5
Nodo: sv0204.ced.junta-andalucia.es
Ir al inicio