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A fondo

Horizonte 3.0

Bibliotecas 3.0

Las bibliotecas escolares han de considerar la incorporación de lo digital al universo de la lectura y llegar a convertirse en espacios virtuales como entorno social, relacional y comunicativo.

Horizonte 3.0

Las bibliotecas han constituido a lo largo de la historia una verdadera fuente de conocimiento, e incluso en diferentes etapas históricas, el único modo de acceder a la información. No obstante, el avance de las nuevas tecnologías y de la sociedad en general requiere que el papel de las bibliotecas se adapte continuamente al momento actual.

Para que esto ocurra, una biblioteca debe conocer las necesidades de sus usuarios de modo que puedan generar servicios adaptados a los mismos, nutriéndose además de múltiples experiencias desarrolladas en otras bibliotecas que mejoren los servicios ya existentes. Dentro de estos servicios, aquellos del ámbito tecnológico jugarán un papel clave en la adaptación de las bibliotecas al panorama actual.

En el presente monográfico nos sumergimos en una línea de actuación clave dentro de las bibliotecas escolares: la integración de las TAC (tecnologías del aprendizaje y del conocimiento). Estas tratan de orientar las TIC (tecnologías de la información y la comunicación) hacia un uso más formativo, tanto para el estudiante como para el docente.

Estas finalidades vienen poniéndose de manifiesto desde principios de este siglo como podemos apreciar en el Manifiesto sobre la biblioteca escolar (1999) de la UNESCO y, más tarde, en las Directrices de la IFLA/UNESCO para la biblioteca escolar (2002), revisadas en 2015. En dichos documentos se afirma que:

“La biblioteca escolar proporciona información e ideas que son fundamentales para desenvolverse con éxito en nuestra sociedad contemporánea, basada en la información y el conocimiento. Proporciona a los alumnos competencias para el aprendizaje a lo largo de toda su vida y contribuye a desarrollar su imaginación, permitiéndoles que se conduzcan en la vida como ciudadanos responsables.”

Y es que el acceso a la información y el dominio de determinadas herramientas tecnológicas no garantiza, per se, un mejor conocimiento. Ésta es la base de la competencia informacional y supone algo imprescindible para los docentes que tratamos de educar a nuestros alumnos/as en los procesos de búsqueda, el tratamiento y la comunicación de esa información, aplicándola a la resolución de problemáticas reales y contextualizadas, lo que les preparará para desenvolverse con eficacia en diferentes contextos sociales, profesionales, académicos, etc.

Así, las TAC deben estar debidamente integradas y ser accesibles de forma equitativa. La biblioteca escolar desempeña un papel crucial como entrada al mundo digital, tanto como puerta de acceso a la información, a la tecnología, así como a su configuración como espacio de formación y fomento del uso de herramientas digitales para el desarrollo de competencias informacionales en el alumnado.

No podemos obviar que la lectura se expande, se diversifica, transita por nuevos derroteros y se abre a nuevas propuestas. Nos interesa descubrir y dar a conocer los nuevos materiales de lectura que acercan historias, que proporcionan conocimientos y que desarrollan competencias y destrezas.

Este enfoque que venimos destacando también aparece plasmado en las Instrucciones de 24 de julio de 2013, de la Dirección General de Innovación Educativa y Formación del Profesorado, sobre el tratamiento de la lectura para el desarrollo de la competencia en comunicación lingüística de los centros educativos públicos que imparten Educación infantil, Educación primaria y Educación secundaria, dónde se recoge que:

“en la sociedad de la información el lector, además de comprender la lectura, tiene que saber encontrar entre la gran cantidad de información de que dispone en los distintos formatos y soportes aquella información que le interesa, siendo así un objetivo clave el siguiente: Desarrollar en el alumnado las competencias, habilidades y estrategias que les permitan convertirse en lectores capaces de comprender, interpretar y manejar textos en formatos y soportes diversos”.

Del mismo modo, en el preámbulo de las Instrucciones de 24 de julio de 2013, de la Dirección General de Innovación Educativa y Formación del Profesorado, sobre la organización y funcionamiento de las bibliotecas escolares de los centros docentes públicos que imparten Educación infantil, Educación primaria  y Educación secundaria, se destaca que:

“en una sociedad en la que abundan las desigualdades, las bibliotecas escolares son un factor de compensación social, al posibilitar el acceso a los recursos informativos y culturales a quienes carecen de ellos, procurando así paliar la brecha digital y social”.

En las competencias informacionales y digitales incide también la Instrucción Segunda:

“El estímulo de la curiosidad intelectual, las competencias en el tratamiento de la información y competencia digital y el desarrollo de la competencia lectora han de verse reforzados a través de programas articulados y apoyados desde las bibliotecas de los centros educativos”.

Atendiendo, pues, a lo explicitado hasta el momento, el perfil de esta nueva biblioteca presentaría el siguiente conjunto de características (Pulido Villar, 2010):

  • Ubicua: una biblioteca que completa, no se opone, a la física, presente a cualquier hora y en cualquier parte.
  • Abierta: se amplían sus límites físicos y se abre a cualquier usuario de la Red.
  • Participativa: la razón fundamental de esta biblioteca es la colaboración, de tal forma que el usuario es pieza esencial en su construcción recomendando lecturas y enlaces o realizando comentarios.
  • Creadora y formadora: se convierte en creadora de nuevos contenidos (guías, boletines, recursos audiovisuales…) y se preocupa de la alfabetización digital e informacional para el desarrollo de las competencias básicas.
  • Experimental: característica esencial, puesto que innovar es la base de su propia transformación.

A modo de síntesis, podemos concluir que las bibliotecas escolares han de ser capaces de renovarse continuamente para encontrar nuevas maneras de llevar a cabo las funciones que les son propias. Han de considerar la incorporación de lo digital al universo de la lectura y llegar a convertirse en espacios virtuales como entorno social relacional y comunicativo en la sociedad contemporánea.

Este marco establecido para las bibliotecas escolares en relación a la integración de la TAC nos lo acerca en el presente monográfico Luís Miguel Cencerrado, asesor y formador en los ámbitos bibliotecario, educativo y sociocultural,  en su artículo La Biblioteca Escolar como interfaz social entre los usuarios y el conocimiento.

Una visión que se complementa con la aportación de Antonio Fernández Vidal de Torres, licenciado en Filología Clásica y coordinador de la línea 3 de la Red Profesional de Bibliotecas Escolares de Sevilla, en su artículo La evolución de las TIC en la BECREA: dudas y retos, que nos ofrece una reflexión sobre la evolución de las Bibliotecas Escolares en el ámbito de las TIC, incidiendo en el análisis de los principales retos y dificultades que se nos plantea desde el marco educativo.

Elisa Yuste, consultora y formadora en el ámbito cultural, editorial, bibliotecario y educativo, analiza el papel que puede jugar en la formación de lectores noveles propuestas como la AppTK, dentro de esos nuevos horizontes que se vislumbran en relación a la lectura.

La dimensión práctica de este monográfico nos la ofrecen diferentes artículos experiencia procedentes de distintos centros educativos de Andalucía.

Entre estas propuestas encontramos La dimensión de la competencia comunicativa y el Ágora del IES Chaves Nogales, a cargo de Nacho Gallardo, profesor de LCL, y Nacho Lara, profesor de Geografía e Historia, ambos docentes de este centro y grandes dinamizadores de la Biblioteca Escolar, ofreciéndonos en su artículo un amplio bagaje de actuaciones en las que se vincula la competencia comunicativa y la competencia digital.

En esta misma línea, Belén Rodríguez Romero, responsable de la biblioteca del IES Severo Ochoa de San Juan de Aznalfarache, junto a Manuel Ruíz Ferrari, director del mismo centro, nos presentan su experiencia Youtube, ¿un simple buscador o una herramienta de aprendizaje?, donde de nuevo se enlazan ambas competencias desde la biblioteca.

Este bloque de experiencias lo cierra Noemí Infantes, responsable de la biblioteca del IES Virgen del Carmen de Puerto Real y colaboradora  de la línea 2 de la Red Profesional de Bibliotecas Escolares de Cádiz, que comparte buenas prácticas en el ámbito bibliotecario como “Mistery Skype”, entre otras, en el artículo Los nativos digitales no existen (o al menos yo no los conozco).

Referencias

Directrices de la IFLA/UNESCO para la biblioteca escolar (2002).

Directrices de la IFLA para bibliotecas escolares (segunda edición revisada, 2015) [En inglés]

Instrucciones de 24 de julio de 2013, de la Dirección General de Innovación Educativa y Formación del Profesorado, sobre el tratamiento de la lectura para el desarrollo de la competencia en comunicación lingüística de los centros educativos públicos que imparten Educación Infantil, Educación primaria y Educación Secundaria.

Instrucciones de 24 de julio de 2013, de la Dirección General de Innovación Educativa y Formación del Profesorado, sobre la organización y funcionamiento de las bibliotecas escolares de los centros docentes públicos que imparten Educación Infantil, Educación Primaria y Educación Secundaria.

Manifiesto UNESCO / IFLA sobre la Biblioteca Escolar (1999). Archivo web de la UNESCO.

Pulido Villar, A. (2010). La biblioteca 2.0. El cambio necesario. e-CO Nº 7. Revista digital de educación y formación del profesorado del CEP de Córdoba.

 

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