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A fondo

Cuéntanos, Tirso.

Tirso Vallecillos

La creatividad es un tipo de reacción ante la realidad, una forma de enfrentarse al mundo (no olvidemos que pasamos el día tomando decisiones), una manera de encontrar una salida a una situación problemática utilizando una puerta en apariencia inexistente.

 

¡Cuéntanos, Tirso!
Entrevista a Tirso Priscilo Vallecillos García. Docente y escritor.

 

José Mª Gómez Delgado. Redacción  Libro Abierto.

 

 

 

 

Tirso Priscilo Vallecillos García (Motril, 1972). Leonés y sevillano de adopción. Con estudios superiores en Ciencias Sociales, Filología (por las especialidades de Hispánicas y Románicas), Antropología Social y Cultural, y Escritura Creativa.

Subway Es profesor de Lengua castellana y Literatura y trabaja en Sevilla como asesor de formación. Combina esta labor con la escritura. De esta última faceta destacamos una selección de sus aforismos que aparece en la antología Seré Bre (Cicus, 2015);  Subway (Ediciones en huida, 2015), su primer poemario; la antología de relatos Libro de Cocina Tradicional Caníbal (Ediciones en Huida, 2016);  y una selección variopinta de textos en la antología La devoción inflamada. Camptología (La Malvaloca, 2016). Recientemente publicará Cartografía urbana del deseo (La Malvaloca) y un libro de aforismos.

En investigación constante, intenta encontrar nuevos formatos para acercarse al lector en la maquetación y estructura de los libros, así como en la presentación de los mismos a partir de performances participativas.

En el ámbito educativo la creatividad siempre ha ocupado un lugar central en su actividad docente, tanto en la práctica diaria como en la realización de actividades puntuales. Ha escrito y dirigido los actos inaugurales TCL (2014), Intertextos (2015) y ¡Habla Cervantes! (2016), para las Jornadas Provinciales de Bibliotecas, muestra de cómo se puede implicar a diferentes agentes de distintos centros de la provincia (alumnado, profesorado, familias y asesorías) en una actividad artística y creativa. Periódicamente imparte talleres de creatividad dirigidos al profesorado, muy prácticos y lúdicos, basados en el presupuesto de que no hay aprendizaje sin emoción.

 

¿Cree que la creatividad tiene algo de soñar despierto y que sin soñar no se puede crear?

Bueno, en este sentido tengo un aforismo que puede responder a tu pregunta: ”Prefiero soñar despierto a vivir dormido”.

La creatividad es un tipo de reacción ante la realidad, una forma de enfrentarse al mundo (no olvidemos que pasamos el día tomando decisiones), una manera de encontrar una salida a una situación problemática utilizando una puerta en apariencia inexistente. Y justo para hacer eso no hay nada como soñar despierto.

 

«Desarrollemos la creatividad de todos para transformar el mundo». (G. Rodari) ¿Considera que la creatividad es una capacidad indispensable en la sociedad actual?

Sí, totalmente indispensable. En mi caso puedo asegurarte que gran parte de lo que soy y de lo que sé hacer se lo debo a una actitud creativa. Y que, en este sentido, la creatividad está estrechamente relacionada con lo que ahora se conoce como cultura emprendedora.

Es cierto que, al principio, me molestaba que se asociaran estos términos, quizás por la ubicación errónea del emprendimiento en el recinto de lo mercantil o comercial. Sin embargo, pronto cambié de opinión: no hay nada más emprendedor que un poeta y, precisamente, poco hay en esta actividad de interés económico.

Por su naturaleza el ser humano es emprendedor. ¿Acaso no hay acto de emprendimiento más claro que vivir?

En este sentido la creatividad es indispensable a la hora de diseñar las respuestas propias sin necesidad de depender de las de los demás. La creatividad es una manera de enfrentarse al mundo aprovechando lo que se tiene a mano. No confundamos crear con hacer de la nada, es más, yo diría que todo ya está dicho; en general, crear consiste en buscar nuevas relaciones, usos, nuevos contextos, etc., a soluciones ya utilizadas.

Considerando todo lo anterior, se puede afirmar que la creatividad nos hace más libres e independientes para desenvolvernos en sociedad.

 

¿Está de acuerdo con la siguiente afirmación de Violeta Monreal: “La creatividad es como el deporte, un músculo más que hay que desarrollar para mejorar su rendimiento”?

¿Puedo hacer uso de otro aforismo? Hablando de la inspiración (concepto en el que no creo en su acepción más poética, esa que presupone un toque divino, una sublimación de la figura del creador), escribí: “La inspiración no es más que una buena marca en una mente muy entrenada”.

Está claro que si la mente está entrenada podrá encarar cualquier situación de la vida.

Una vez, en la cola para uno de mis talleres, una maestra (que estaba allí porque había visto mucha gente esperando), cuando se enteró que la temática central era la creatividad manifestó su deseo de buscar otro taller al considerarse incapaz de crear nada. En ese momento se me ocurrió preguntarle: ¿Señora, usted sabe abrir y cerrar puertas? Ella me miró desconcertada y emitió un tímido . Pues en eso consiste la creatividad, respondí, en abrir y cerrar puertas. Y cuantas más posibilidades (puertas) vea, mejor.

La persona que es creativa lo es en todos los ámbitos de su vida, no es un dominio exclusivo de las artes. Por ejemplo, en el terreno de la literatura hay quien escribe muy bien pero es poco creativo y al contrario, personas muy creativas que por otras razones no son buenos escritores. Una persona creativa es capaz de encontrar soluciones inesperadas o nuevas para una serie de problemas, y en este sentido siempre puede aumentar su rendimiento si adquiere nuevos recursos, experiencias, conocimientos.

 

En bastantes ocasiones los docentes aludimos a la carencia de creatividad en las producciones y propuestas del alumnado. Desde su visión, ¿le falta creatividad a nuestros alumnos/as o no enfatizamos lo suficiente en desarrollar estrategias que favorezcan el pensamiento creativo en éstos?

Tiraría de aforismos para contestar a todas las preguntas... La creatividad suele surgir de una necesidad material, estética, emocional… esta necesidad puede ser externa o interna... Pues bien, en general, al alumnado no se le fomenta esta necesidad ya que antes de sentirla suele tener a mano distintas soluciones.

En mi opinión, la carencia de creatividad proviene de la esfera de lo social. Os voy a contar una cosa: cuando tenía doce años y como no me podían comprar una mochila (provengo de una familia muy humilde) me las ingenié para hacer yo mismo una con vaqueros viejos. Es decir, busqué una solución creativa a un problema y esta solución pasaba por la adquisición de una nueva técnica: aprender a coser a máquina. Está claro que si mi padre me hubiera solucionado el problema seguramente no hubiera buscado yo otra respuesta.

En aquella época yo hacía atletismo, incluso estaba federado. En nuestro equipo éramos varios los que competíamos con botas, zapatos o zapatillas de mercadillo heredadas, que además nunca eran de nuestro número. A la hermana mayor de una amiga, de familia acomodada, le gustó tanto mi mochila que me encargó una por ¡¡¡ochocientas pesetas!!!, todo un capital para mí. Vi entonces la posibilidad de poderme comprar unas zapatillas en condiciones y me esforcé tanto en buscar nuevos diseños, agudicé tanto mi creatividad, sobre todo desde el punto de vista estético, que aquel verano vendí treinta y cuatro mochilas. No me centro en lo económico sino en la capacidad para buscar soluciones.

Te podría contar tantas anécdotas de cómo ser creativo me ha servido para afrontar con éxito problemas en la vida… Al final te crees que lo puedes hacer todo. Una frase que repito mucho es: ¡Ah, eso lo puedo hacer yo! Hacerte tu propia cocina, conseguir inventar y cuadrar todos los elementos de una trama, cocinar un plato sabroso solo con los ingredientes disponibles en la nevera…

En creatividad no existe el “No se puede”.  A los niños de ahora no les falta creatividad, simplemente su desarrollo o uso no es imprescindible.

En el ámbito educativo también castramos de alguna manera la actividad creativa. Es verdad que son muchos alumnos y papeleo... Sobre todo papeleo. Pero me acuerdo de mi profesora de biología de primero de BUP y veo que incluso en un sistema educativo tan transmisivo como en el que yo me formé cabía la creatividad.  Por entonces yo no era un buen estudiante y un día, viendo mi perfil, se le ocurrió que podía darle un formato personal a mis trabajos (me imagino que la pobre ya no sabía qué hacer conmigo). Aquel año escribí cuentos, poemas, entrevistas, todo con los contenidos de la materia y casi sin darme cuenta obtuve la mayor calificación final de la clase.

¿Qué quiero decir con todo esto? Que, a pesar del pesimismo expresado en las primeras líneas de este apartado, sí podemos y debemos fomentar el pensamiento creativo.

 

Desde su punto de vista, y teniendo en cuenta su dilatada trayectoria en el desarrollo de diferentes técnicas creativas con el alumnado, ¿qué papel considera que deberían desempeñar las Bibliotecas Escolares en relación al desarrollo de la capacidad creativa en los alumnos/as?

Una idea que se me ocurre desde mi modesta opinión es la de convertir las Bibliotecas Escolares en un espacio desde el que se pueda gestar y dinamizar cualquier proyecto. Propongo que se aprovechen todos los recursos posibles, humanos y materiales, y se incardine la lectura en verdaderas fiestas en las que participe toda la comunidad educativa, con talleres de creación, performances, dramatizaciones, recitales, música, audiovisuales…

De hecho es así como organizo los actos inaugurales de las Jornadas Provinciales de Bibliotecas, como verdaderas celebraciones en las que los textos van incardinados en un hilo narrativo o temático en el que se aprovecha todo lo que se hace en los centros (o en sus localidades), que, por otra parte, es una manera de valorar y visibilizar lo que cada uno bien sepa hacer (el alumno que toca la guitarra, el grupo de teatro del barrio, el padre especialista en editar vídeos, los abuelos siempre dispuestos a contar historias...)

Esto solo es una idea, pero mediante el trabajo por proyectos y con participación de toda la Comunidad Educativa se puede ir desarrollando un proyecto que termine en una verdadera celebración. ¿Se puede buscar mejor final a un proyecto de biblioteca que una celebración?
  

Tres claves para sacar el escritor/a que cada alumno/a lleva dentro…

En primer lugar tengo que decir que soy un defensor de los talleres de creatividad y de la formación en grupos de iguales para fomentar el intercambio de opiniones y hacer lecturas críticas de textos propios y ajenos.

Estar en continua formación: teatro, música, cine, exposiciones, viajes... En cuanto a las lecturas, que sean críticas. No se trata de leer más sino mejor. Al ampliar el horizonte de lecturas también se incrementa la humildad.

Relectura, reescritura, relectura, reescritura... de los textos elaborados. Huir del cliché, evitar las rimas internas, evitar la repetición de palabras mediante la sustitución sinonímica, simplificar la sintaxis. Mantener un estilo personal: hacer lo que uno quiere es el único camino. Tener clara una premisa: no se puede gustar a todo el mundo. Constancia.
 

¿Qué recomendaciones nos haría para promover en nuestras aulas la escritura creativa?
  • Favorecerles textos atractivos. Acompañarlos en su lectura y análisis.
  • Mostrar entusiasmo: en creatividad no se consigue nada sin entusiasmo.
  • Dar mucha libertad.
  • Valorar sus producciones. Buscar siempre lo positivo (¡siempre hay algo positivo!), no censurar y menos castigar por cuestiones temáticas o de contenido.
  • Intentar incardinar los ejercicios en acciones o juegos. Por ejemplo, cuando imparto talleres para profesores inserto las actividades en una acción performática. En Las Puertas (título de mi primer taller) había que conseguir llaves para traspasar las distintas puertas y poder llegar a un lugar secreto. Para obtener estas llaves era necesario hacer determinados ejercicios.
  • Fomentar la autoestima. La persona creativa tiene que ser valiente y tener la suficiente autoestima como para creer en su proyecto. He observado que el incremento del pensamiento creativo está estrechamente relacionado con la autoestima. Ver que se es capaz, conseguir un producto fruto de nuestra creatividad es un premio a la autoestima. Por ejemplo, en mi práctica educativa, cuando me atreví a llevar al aula el teatro improvisado como recurso educativo no tenía ningún tipo de experiencia ni de dominio de la técnica. Poco a poco gané seguridad al tiempo que me retroalimentaba de las acciones de mis alumnos y de mi propia práctica. Así forjé un método que, tiempo después, ha resultado imprescindible y valioso. ¿Y qué consecuencias tuvo además fuera del aula? Al mejorar mi autoestima a la hora de generar acciones partiendo de la nada, me atreví a organizar actos inaugurales y a montar performances participativas para las presentaciones de mis libros.

 

¿Podría describirnos brevemente algunas técnicas creativas que haya puesto en práctica  y que hayan destacado por su fecundidad?

Utilizo muchísimas, tantas como situaciones se me plantean, nada que no haya hecho nadie antes, pero que surgen de distintos contextos o situaciones. Es decir, en este sentido soy bastante creativo. Se me ocurre una actividad, la pruebo en varias ocasiones y si funciona…

De todas formas, mi técnica favorita, sin duda alguna, es la del teatro improvisado. Ya he dicho que comencé a utilizarla de forma intuitiva desde que comencé a impartir clase, en el en año dos mil y que ha ido adquiriendo cuerpo y estructura gracias al ensayo/error. El éxito quizás haya sido que la he hecho a mi medida, y que las recetas que aplico funcionan.

En esto pasa como con la creación: si intentas seguir un modelo ajeno siempre dudas de si lo estás aplicando bien; sin embargo, cuando cualquier técnica la haces tuya, tú mismo decides lo que está bien o no, te conviertes en la fuente. Por eso, cuando la transmito a otros profesores siempre les digo que la hagan suya. 

El teatro improvisado consiste en generar situaciones de la nada. Ni siquiera se reparten papeles o roles, simplemente se comienza la acción y los alumnos y alumnas se van sumando.

Imaginaos que faltan cinco minutos para terminar la clase y digo: “Parece que no viene hoy el autobús”. Al principio se crea cierto desconcierto pero siempre hay alguien que sabe lo que tiene que decir… Algo como:  “Será porque hoy es festivo” o “pues a ver cómo llegamos a tiempo a casa de tu madre”.

No podría explicar en solo unas líneas cómo procedo, sí que hay pocas normas como, por ejemplo, no prolongar más de cinco minutos la sesión, no repetir la ficción, no romper verosimilitud… y que a lo largo del curso los aspectos sobre los que incido se trasladan desde el conocimiento de la técnica (verosimilitud, cambios y asignación de turnos, etc); a los registros lingüísticos y situacionales (cómo hablar y comportarse en distintas situaciones y dentro de diferentes pieles) hasta llegar a la tercera fase en la que ya se puede utilizar las sesiones para comprobar conocimientos incluso de otras materias (por ejemplo, simulando un estudio forense se puede tantear si han aprendido algo de lo que el compañero de naturales te ha comentado que han visto en clase).

Dejo solo unas pinceladas de lo que puede llegar a ser esta técnica. Eso sí, me gustaría subrayar que con el teatro improvisado, sesión a sesión, se adquieren recursos (lingüísticos y culturales) para afrontar diferentes situaciones), se trabaja la empatía, se pierde el miedo escénico y en este sentido esta técnica es tan útil para el alumnado como para el profesor.  

 

Para finalizar, ¿qué mensaje le enviaría a los docentes que trabajan desde las BBEE para que se aventuren a dinamizar proyectos, tareas, talleres,… encaminados al desarrollo de la creatividad?

Que no les dé miedo embarcarse en ningún proyecto, que se dejen llevar, que aprovechen todos los recursos que tengan al alcance de la mano, que integren elementos externos, que impliquen a asociaciones de madres y padres, a trabajadores del PAS, a vecinos, etc. Que en sus manos está mostrar y compartir el maravilloso mundo de los libros.

 

Ya que de vez en cuando haces uso de aforismos, ¿qué tal uno para despedirte?

Este creo que se adapta perfectamente al tema que tratamos y está muy relacionado con un par de las funciones que habitualmente se asocian a la literatura, como son la evasión y el placer:

“Leer o escribir puede provocar desprendimiento de rutina”.

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