En el presente monográfico nos sumergimos en una temática básica en relación a los diferentes ámbitos de actuación de las BBEE, los itinerarios lectores, esa carta de navegación que dirige la gran nave de la biblioteca, y que permite, con el paso del tiempo, redactar importantes párrafos del cuaderno de bitácora de la misma.

Las bibliotecas escolares de los centros han desarrollado desde sus planes de trabajo o desde los proyectos lingüísticos de centro multitud de medidas y actuaciones, las cuales corren el riesgo de quedar desconectadas o aisladas si no se establecen hilos conductores que vertebren las mismas. De esta manera, cobran especial relevancia los itinerarios lectores de los centros.

Álvaro Marchesi (2005) considera que en la programación de la asignatura correspondiente, se deberían planificar una serie de lecturas, relacionadas con los objetivos de aprendizaje que en ella se establezcan, así como diseñar itinerarios de lecturas para todos los alumnos y alumnas. Es importante también relacionar lo que se lee con el resto de las actividades lectivas y solicitar que haya libros y otros recursos de lectura suficientes y una vez que estén en el centro, organizarlos en la biblioteca y ubicarlos, según el programa de lectura definido, en la propia biblioteca central, en las aulas, en los departamentos…

En el marco de la política documental, la biblioteca escolar puede coordinar y contribuir a la configuración de los itinerarios de lectura del centro y, para ello, incorporar los fondos de lecturas literarias contempladas en el proyecto lingüístico o plan de lectura.    

El recorrido que puede realizar el alumnado de una etapa completa cuando se le garantiza durante el tiempo escolar el acceso a un corpus de lecturas previamente seleccionadas constituye el “itinerario de lectura del centro". Ahora bien, es conveniente contemplar siempre un mínimo de flexibilidad en la selección del corpus de lecturas (realizada de manera cooperativa por el profesorado) y estar abiertos a la incorporación de nuevas obras, pues habrá que atender a los cambios derivados de las características del alumnado de nuevo ingreso, de los resultados de las evaluaciones del programa de lectura, de la producción editorial, etc.  

En definitiva, ¿qué entendemos por itinerario lector? Según García Guerrero (2012), podríamos definirlo como “el conjunto de lecturas literarias, recreativas e informativas que un centro educativo ha dispuesto como fundamentales (y siempre dentro de la flexibilidad a la hora de nuevas incorporaciones) para que el alumnado adquiera experiencia lectora literaria relevante y bagaje cultural”

Esta postura quedaba reflejada en el Acuerdo de 23 de enero de 2007,  por el que se aprobaba el Plan de Lectura y de Bibliotecas Escolares en los Centros Educativos Públicos de Andalucía. Finalizado el mismo, la Consejería de Educación dictó Instrucciones tanto sobre el tratamiento de la lectura (2013) como sobre la organización  y funcionamiento de las bibliotecas escolares (2013) que se mantienen en esa misma línea.

Los centros educativos, a través de sus Equipos Técnicos de Coordinación Pedagógica, han fijar las líneas generales de actuación pedagógica en relación con el tratamiento de la lectura en el centro. Por su parte, el plan de trabajo de la biblioteca escolar contemplará las acciones relacionadas con el fomento de la lectura y el proyecto lector aprobado por el ETCP.

El centro ha de ofrecer diversidad de obras literarias y documentos para investigar, facilitar la creación, etc., mediante la configuración de una colección variada (corpus equilibrado de obras de ficción clásicas/contemporáneas y de fondo informativo y documental adaptado a las distintas áreas de conocimiento, a los niveles y a las edades del alumnado y al contexto en el que se ubica el centro).

Esta colección deberá adecuarse favoreciendo la configuración de itinerarios de lectura a lo largo de toda la enseñanza obligatoria, debiéndose coordinar desde  el Equipo Técnico de Coordinación Pedagógica, con la participación del equipo docente que gestiona la biblioteca escolar, tal y como establecen en las citadas Instrucciones. 

Del mismo modo, en la Orden de 17 de marzo de 2015 por la que se desarrolla el currículo correspondiente a la Educación Primaria en Andalucía, se recoge que para asegurar la progresión de la lectura, se pueden establecer itinerarios lectores que contengan textos, actividades y tareas que impliquen la lectura con un grado adecuado de complejidad y dificultad, y que las programaciones didácticas y de aula establecerán la selección de lecturas apropiadas para cada curso, de acuerdo con los criterios que figuren en el proyecto educativo.

Asimismo, las respectivas Órdenes (2016) referidas a la Educación Secundaria Obligatoria y al Bachillerato establecen que las programaciones didácticas de las distintas materias incluirán actividades que estimulen el interés y el hábito de la lectura, la práctica de la expresión escrita y la capacidad de expresarse correctamente en público

Este marco establecido para las BBEE en relación a los itinerarios lectores nos lo acerca en el presente monográfico desde una visión especializada Andrés Pulido Villar, docente y responsable de biblioteca del IES Vega del Guadalete,  en su artículo Contribuciones de la biblioteca escolar al itinerario de lectura.

América Pérez Invernón también nos ofrece su percepción sobre la creación y dinamización de los itinerarios lectores, apoyándose en su dilatada experiencia en torno al desarrollo de la competencia lingüística, como docente y como coordinadora provincial del PLC.

La dimensión práctica de este monográfico nos la ofrecen diferentes artículos experiencia, procedentes de distintos centros educativos de Andalucía.

En relación a la etapa de Educación Infantil y con un marcado enfoque hacia la atención a la diversidad , María D. Mula Gómez, docente de la EEI Viento del Sur de Cádiz, nos ofrece Itinerarios lectores. Una propuesta para la atención a la diversidad.

En cuanto a la etapa de Educación Primaria presentamos una estrategia de dinamización del itinerario lector que despierta un alto grado de motivación entre el alumnado de estas edades: Cuando leer es una aventura, a cargo de José Mª Gómez Delgado, coordinador provincial de la línea 2 de BBEE de Sevilla y director del CEIP Ntra. Sra. de los Dolores de Herrera (Sevilla).

Con respecto a la etapa de Educación Secundaria y Bachillerato las propuestas nos llegan con Leer y caminar: los itinerarios lectores desde la BECREA (Actuaciones en el IES José Luis Tejada), de Mª Esperanza Mirabet Medina, responsable de biblioteca y coordinadora del PLC de este centro de El Puerto de Santa María, y con Itinerarios lectores en el IES La Granja, a cargo de Carmen Ventura Carmona, jefa del departamento de Lengua castellana y Literatura – Cultura clásica y Esperanza Galván Carranza, responsable de biblioteca de este IES de Jerez de la Frontera.

ACUERDO  de  23  de  enero  de  2007,  del  Consejo de Gobierno, por el que se aprueba el Plan de Lectura y  de  Bibliotecas  Escolares  en  los  Centros  Educativos Públicos de Andalucía.

Instrucciones de 24 de julio de 2013, de la Dirección General de Innovación Educativa y Formación del Profesorado, sobre el tratamiento de la lectura para el desarrollo de la competencia en comunicación lingüística de los centros educativos públicos que imparten Educación Infantil, Educación primaria y Educación Secundaria.

Instrucciones de 24 de julio de 2013, de la Dirección General de Innovación Educativa y Formación del Profesorado, sobre la organización y funcionamiento de las bibliotecas escolares de los centros docentes públicos que imparten Educación Infantil, Educación Primaria y Educación Secundaria.

Orden de 17 de marzo de 2015, por la que se desarrolla el currículo correspondiente a la Educación Primaria en Andalucía.

Orden de 14 de julio de 2016, por la que se desarrolla el currículo correspondiente a la Educación Secundaria Obligatoria en la Comunidad Autónoma de Andalucía, se regulan determinados aspectos de la atención a la diversidad y se establece la ordenación de la evaluación del proceso de aprendizaje del alumnado.

Orden de 14 de julio de 2016, por la que se desarrolla el currículo correspondiente al Bachillerato en la Comunidad Autónoma de Andalucía, se regulan determinados aspectos de la atención a la diversidad y se establece la ordenación de la evaluación del proceso de aprendizaje del alumnado.