Un libro que plantea un análisis sobre el nuevo ecosistema de la lectura

• Título: #Lectura, Papel, Pantalla
• Autora: Gemma Lluch, @gemmalluch
• Fecha de edición: 2022
• Editorial: Coedco
• Formato: epub
• Páginas: 88

Gemma Lluch es Catedrática de la Universidad de Valencia, Doctora en Filología y, además, tiene una amplia trayectoria como investigadora.

Esta obra comienza de la mejor manera posible: descolocando al lector. Plantea una serie de preguntas sobre la lectura que no siguen el esquema al que estamos habituados, por lo que la autora, como una moderna Sherezade, nos atrapa desde el principio y nos conduce a una maravillosa reflexión sobre las múltiples formas y funciones que puede tener en el mundo actual. 

La idea central es la reflexión sobre el nuevo ecosistema de la lectura que podemos encontrar actualmente. Un trabajo riguroso, salpicado de citas y alusiones a distintos autores y obras, que nos permite actualizarnos y seguir de cerca los resultados de las últimas investigaciones.

La obra está formada por ocho capítulos, cada uno de ellos analiza un aspecto de la lectura. El primero de ellos, ¿Por qué leer?, pergeña un itinerario lector personal que está formado por obras inolvidables del canon literario universal encaminado a nuestra formación como ciudadanos, además de incluir otro tipo de textos como los ensayos, los reportajes periodísticos o las novelas de aventuras entre otras. 

En el segundo, ¿Qué efectos tiene la lectura?, asistimos a varias de las afirmaciones que nos encontramos en el entorno escolar. Aquí empezaremos a ver la importancia que tiene esta obra dentro de la reflexión necesaria de hacia dónde se encaminan nuestras bibliotecas escolares y a qué retos nos enfrentamos. 

En el tercer capítulo, ¿Cómo leen los jóvenes?, trata de cómo Internet y las redes sociales han introducido algunos cambios que han venido para quedarse y a los que estamos asistiendo en los últimos años, como la presencia de los booktubers, los canales de vídeo, los blogs de lecturas, etc. De hecho, algunos de ellos como El Templo de las Mil Puertas han tenido bastante éxito entre los jóvenes y han propiciado que sus creadores, en aquel momento adolescentes, hayan podido entrar en el negocio editorial como, por ejemplo, Javier Ruescas y Sebas García Mouret, convirtiéndose en autores o generadores de contenido muy cotizados para las editoriales.

En el cuarto, ¿Postureo o políticas de lectura?, se plantean varias cuestiones muy interesantes acerca de la manera de organizar las actividades culturales o de diseñar políticas públicas de lectura en las que lo más importante a veces cede ante el montaje, el postureo o los intereses editoriales. 

A partir del quinto capítulo, ¿Qué formatos de lectura?, se profundiza en los cambios que ha ido sufriendo el ecosistema de la lectura, describiendo cómo ha sido el proceso desde el siglo XIX hasta nuestros días, sobre todo en los formatos y en los contenidos. Uno fue la irrupción de las pantallas como soporte de lectura y otro, sin duda, que seguimos combatiendo hasta hoy, es determinar la fiabilidad o veracidad de los contenidos que consumimos o conocer bien la organización de los sitios web que visitamos. 

El sexto capítulo, ¿Cómo influye el audiovisual?, es uno de los más interesantes para nosotros/as, como bibliotecarios y bibliotecarias escolares, porque explica cómo se ha producido la transformación audiovisual de obras de la literatura universal como, por ejemplo, los cuentos tradicionales cuando han sido adaptados a la pantalla por Walt Disney. En muchos casos, se han cambiado los finales o se han dulcificado, por lo que, a veces, del cuento original quedaba poco. También hemos visto el caso contrario en el universo Star Wars, ya que se han utilizado elementos de las narraciones clásicas para crear un nuevo universo de ficción, como hacían en el Siglo de Oro aquellos poetas que utilizaban la imitación compuesta para crear sus obras. Nuestro alumnado consume mucho contenido audiovisual, ya sea creado previamente o elaborado por ellos. La narrativa transmedia, las aplicaciones de lectura o los tráileres de las distintas lecturas que recomiendan a través de las redes permiten la interactividad y que compartan opiniones y recomendaciones.

El séptimo capítulo, ¿Cómo educamos la lectura?, se centra en el contexto escolar. La autora opina que la educación literaria debe ser el eje central del Plan de Lectura del centro y de las políticas públicas de las administraciones. La elección de lecturas debe de tener en cuenta los cambios que se han ido produciendo y el tipo de lectores que tenemos, por lo que da unas valiosas recomendaciones como ampliar los tipos de lectura o de formatos, dar a conocer textos diversos a través de la creación de itinerarios donde se integren los elementos audiovisuales también, pero no en detrimento del estudio de las obras clásicas en donde el papel del profesorado como guía es muy importante.

Por último, en el octavo capítulo, ¿Hechos o percepciones?, Gemma Lluch pone de manifiesto algunas de las percepciones ligadas a la lectura que muchas veces se interpretan como hechos, aunque estén ligadas a la experiencia personal, pero no basadas en las investigaciones que se han llevado a cabo.

Como comentábamos al principio de esta reseña, uno de los principales valores de esta obra es el trabajo que ha realizado la autora no solo de investigación, sino de recopilación y síntesis de otros estudios sobre el mismo tema, creando un texto claro, lleno de propuestas interesantes y que permite comenzar esa reflexión, a la que nos referíamos más arriba, sobre los retos a los que nos enfrentamos en nuestras bibliotecas escolares.

Sin duda, una lectura imprescindible para entender los distintos cambios que se han sucedido y cómo podemos aplicar estas propuestas a nuestras aulas y bibliotecas.