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Bibliotecas escolares, "aceleradores de innovación"

Aceleradores de innovación ppal

El aprendizaje no es importante, sobre todo ahora que tenemos tantos medios de conocimiento e información; lo importante es crear libertad intelectual y capacidad de pensar”. Emilio Lledó

Cristina Novoa
Asesora técnica de bibliotecas escolares 
Consellería de Cultura, Educación e Universidade. Xunta de Galicia.

Una de las consecuencias de reactivar la biblioteca en un centro educativo, bajo ciertas premisas, es que esta se convierte en un "acelerador" de innovación: los procesos para modificar la cultura pedagógica del centro se intensifican y el alcance de las intervenciones desde la biblioteca para reforzar la lectura, el trabajo con la información y los medios de comunicación, afectan a toda la comunidad educativa, de forma que algunos cambios que se pretenden y no llegan con otras estrategias, son más fáciles de conseguir actuando sobre la biblioteca (y a partir de la biblioteca) con el profesorado, el alumnado y las familias. Al menos esta es una constatación que podemos hacer desde el programa de bibliotecas escolares de la Comunidad Autónoma de Galicia, que cumple 15 años en este 2020 tan complejo que nos ha tocado vivir. En nuestra experiencia, alrededor de las propuestas y de los recursos de la biblioteca, de la actividad que genera y los apoyos que presta, echan a andar (o cobran fuerza, asentándose) dinámicas de trabajo diferentes, prácticas pedagógicas más activas y participativas, propuestas más colaborativas, proyectos ilusionantes que ayudan a construir conocimiento y a construir comunidad. 

Fig. 1

  A comienzos de año tuve el honor de participar en las VIII Jornadas Regionales de la Red Andaluza de Bibliotecas Escolares. A petición de los organizadores expuse en aquella ocasión las líneas clave de las actuaciones en materia de bibliotecas escolares y lectura por parte de la administración educativa gallega. Han pasado muchas cosas desde aquel 5 de febrero y ni el sistema educativo ni los docentes vinculados a las bibliotecas escolares en Andalucía o en Galicia somos los mismos. A las puertas de un nuevo curso, con todas las incertidumbres y unas pocas convicciones intactas, redacto este artículo sobre la base de mi intervención en aquella jornada, tal y como se me ha pedido, con alguna valoración actualizada a la situación actual. 

Antecedentes

Tras la creación de la Asesoría de bibliotecas escolares en 2003, el departamento de Educación de la Xunta de Galicia puso en marcha un programa, el "Plan de mejora de bibliotecas escolares", a través de una convocatoria anual de apoyo a los centros que se comprometían con su biblioteca.  Anteriormente había habido algunas iniciativas puntuales en apoyo de las bibliotecas y algunas intervenciones más sistemáticas a través de la formación permanente del profesorado. Desde la primera convocatoria para el curso 2005/2006, se fueron incorporando a este programa, de forma paulatina, un total de 705 centros públicos, lo que representa un 65% aproximadamente del conjunto de los centros de la red pública no universitaria. Hasta el momento se han sumado, a su vez, una treintena de centros concertados. Paralelamente, y a través de diversas acciones integradas en el programa denominado "Hora de ler", se fueron poniendo en marcha otras iniciativas para apoyar la formación lectora y la adquisición de hábitos de lectura entre los miembros de la comunidad educativa. En 2010 todas las actuaciones para la mejora de las bibliotecas escolares y el fomento de la lectura en ámbito educativo se recogieron en un documento de planificación denominado Plan LÍA 2010/2015 de bibliotecas escolares, donde LÍA engloba Lectura, Información y Aprendizaje, y que va ya por su segunda fase.

Plan LÍA de bibliotecas escolares 2016-2020

A partir de una evaluación de resultados y la identificación de ámbitos en los que era necesario avanzar, se actualizaron los objetivos para el programa y se definieron 12 desafíos o ámbitos de actuación, así como medidas prioritarias y otras actuaciones para llevar a cabo en esta etapa. 

Los objetivos del Plan LIA para este período que ya acaba son los siguientes:

  • Dotar a los centros educativos de bibliotecas escolares útiles, estables, sostenibles y acordes con las necesidades del siglo XXI.
  • Apoyar la adquisición de las competencias clave del alumnado y contribuir a un mayor logro académico, mejores resultados y actitudes de aprendizaje.
  • Avanzar en la consecución de una biblioteca inclusiva.
  • Incentivar el uso de las bibliotecas escolares por parte de las comunidades educativas.
  • Contribuir a la construcción de la sociedad lectora, ofreciendo oportunidades para experiencias lectoras de calidad.

Las diversas actuaciones para la consecución de estos objetivos se agrupan en varios programas entre los que destaca el Plan de mejora de bibliotecas escolares, iniciado en 2005 y que ya cubre a más del 65% del conjunto de la red pública de centros no universitarios. A este se suman otras acciones que buscan la actualización de los fondos de todos los centros públicos, estén o no en el programa. Paralelamente a este plan, el programa "Hora de ler" acoge varias iniciativas para dotar de recursos al profesorado, de forma que pueda llevar a cabo su labor de formación de lectores y de creación y apuntalamiento de hábitos de lectura en los distintos sectores de la comunidad educativa: mochilas y maletas viajeras; clubs de lectura, carteles anuales —con un lema y una propuesta visual de la mano de un creador profesional del ámbito de la ilustración—; plataforma de préstamo de libro digital (en fase de pilotaje); material divulgativo diverso. Por otra parte, desde el programa de bibliotecas escolares se impulsa el cambio metodológico a través de propuestas curriculares concretas como la materia de libre configuración, destinada al alumnado de 1º y 2º de ESO, Investigación y tratamiento de la información, con su correspondiente adaptación para primaria, o el certamen de Trabajos por Proyectos coordinados o apoyados por la biblioteca escolar, que va ya por su sexta edición. Merece mención aparte el programa Biblioteca Creativa, a través del que se han introducido los robots en las bibliotecas de los centros de Infantil y Primaria, pero que ha permitido (más allá de estos materiales) ampliar el concepto de biblioteca al integrar el espacio creativo: un ámbito de exploración, manipulación, investigación, creación, expresión y trabajo colaborativo. En este campo entra también el programa Radio na biblio, a través del que se incorpora un laboratorio de radio a la biblioteca, apoyando así la formación del alumnado en materia de medios de comunicación, la competencia mediática. Bibliotecas Escolares Solidarias, que promueve y apoya el voluntariado en la biblioteca escolar o Biblioteca Inclusiva que impulsa la actualización de los recursos de la biblioteca para reforzar su papel de compensación social son también iniciativas "satélite" a tener en cuenta (entre otras muchas), que han contribuido al desarrollo de una red de bibliotecas dinámica e innovadora. 

Fig. 2

¿De qué bibliotecas estamos hablando?

Las bibliotecas escolares gallegas han ido evolucionando y hoy encontramos un importante número de centros que cuentan con bibliotecas como "espacios creativos de aprendizaje", en distintas fases de evolución, que han hecho intervenciones en los espacios (ampliando superficie, renovando mobiliario, configurando la biblioteca con mayor espacio de circulación, diversificando los asientos y las mesas de trabajo individual o grupal, incorporando nuevos rincones con nuevos servicios y funcionalidades. La biblioteca escolar es un espacio para el multialfabetismo en la que tienen presencia todos los soportes y formatos y los más diversos lenguajes, que se encuentra en constante evolución y adaptación a las necesidades de las personas que la habitan: alumnado, profesorado, familias. La biblioteca es un espacio para trabajar contenidos curriculares, en el que se integran las ciencias y las humanidades, las artes, los lenguajes audiovisuales, lo analógico y lo digital: una plataforma de creación, aprendizaje, difusión y comunicación. Es un ámbito de colaboración diseñado para favorecer situaciones comunicativas y aprendizajes activos. Es un lugar para la conexión y para la desconexión, porque alberga distintas opciones de encontrarse consigo mismo y con los otros con la palabra siempre como elemento de creación, de comprensión y de comunicación.  

Fig 3

Ampliación de las prácticas de lectura 

El desarrollo de los proyectos lectores de centro, obligatorios en los centros gallegos desde 2007, ha ido en paralelo a la evolución del modelo de biblioteca, retroalimentándose mutuamente. Desde el programa "Hora de ler" se han ido estimulando actividades que explotan la dimensión social de la lectura: clubs de lectura, lecturas compartidas, acompañamiento lector, la propia "Hora de ler" (tiempo para la lectura libre integrado en el horario lectivo), familias lectoras… a la vez que se incorpora la lectura en todo tipo de soportes, formatos y lenguajes. Se ha puesto el acento en el diseño de propuestas diversificadas y sistematizadas y, especialmente, en la formación de lectores competentes: la lectura crítica como finalidad absoluta y la contribución de la biblioteca a la formación del ser lector. También ha sido crucial el objetivo de integrar la lectura de información: leer para aprender, para saber más del mundo que nos rodea, para construir conocimiento. Lectura de ficción y de información; estrategias de comprensión lectora; colecciones actualizadas y equilibradas; recursos suficientes y seleccionados en función de criterios de calidad; actividades pertinentes y significativas; tiempos y espacios para la lectura, creación de situaciones gratas de encuentro con los libros e implicación de toda la comunidad educativa (entre otros), como paso imprescindible para vincularse a la lectura y avanzar en la comprensión lectora. 

Fig 4

Algunas claves del programa de bibliotecas escolares de Galicia

El gráfico resume algunas de las claves que permitieron avances en estos años:

Los recursos han sido importantes, pero no más que la planificación y la evaluación de las distintas fases por las que hemos ido atravesando, el enfoque holístico de las intervenciones, la apuesta decidida por la lectura pero también por la educación en información, la comunicación, la formación del profesorado, las metodologías activas y la implicación de la comunidad educativa; el asesoramiento continuado a los centros y el seguimiento de los diversos programas desde una unidad como la Asesoría de bibliotecas escolares; el protagonismo del profesorado a través de los equipos de biblioteca y del propio alumnado; la incorporación paulatina de propuestas que amplían el modelo de biblioteca escolar, al incorporar tendencias sociales que son significativas y que afectan al mundo de la comunicación y de la educación y que conectan con otros ámbitos bibliotecarios también en evolución; y, finalmente, el apoyo a algunos centros seleccionados en función de diversos criterios (mundo rural prioritariamente, espacio suficiente, estabilidad mínima del equipo docente y del equipo directivo, dinámicas de calidad contrastada, experiencia significativa en materia de metodología de proyectos, colaboración  de la comunidad educativa, interés por avanzar y reflexión sobre la propia práctica), para explorar con ellos el desarrollo y la posible evolución de la biblioteca escolar, ofreciendo así modelos de referencia, con resultados probados, al conjunto de los centros, lo que ha supuesto un gran estímulo para todo el programa. 

Fig 5

Han sido fundamentales, a su vez, los carteles anuales, publicados a partir de 2008, con un lema y una imagen realizada por un creador profesional del mundo de la ilustración infantil y juvenil gallega, y destinados a difundir las oportunidades de la biblioteca escolar, a darle visibilidad dentro del centro y a promover el uso de los recursos que ofrece. En una segunda fase, el acento se ha puesto en la necesaria integración de ciencias y humanidades, en los géneros literarios menos atendidos o en las posibilidades de la biblioteca para aprender a pensar y como base de exploraciones y de acceso al conocimiento. En 2019, el lema escogido, "Biblioteca escolar, viveiro de ciudadanía" resumía en viñetas del ilustrador Óscar Villán, las distintas situaciones comunicativas que se pueden dar en una biblioteca, y cómo el espacio y sus actividades puede contribuir a la formación del alumnado como ciudadanos críticos y participativos. En 2020 volvemos la vista a lo fundamental, a lo que está en la base de todo y el lema, "Xeografías lectoras na biblioteca escolar", invita a explorar todas las posibilidades de la lectura, así como su potencialidad para construirnos como personas lectoras.  

Fig. 6 y 10

Formación del profesorado

Desde el programa de bibliotecas escolares se ha colaborado estrechamente, desde los inicios, con la Red de centros de formación del profesorado, con el fin de diseñar y llevar a cabo actividades formativas sistematizadas, recogidas en un itinerario que a su vez ha ido evolucionando y que ha permitido contar con profesorado formado, sensibilizado y preparado para hacer frente a los retos de las bibliotecas. Además de las actuaciones de esta red que distribuye de forma reticular a todos los centros propuestas formativas con carácter anual, cada vez más vinculadas a las expectativas y necesidades de los propios centros, el propio programa de bibliotecas escolares ha ido ofreciendo, con carácter anual, actividades formativas centralizadas y vinculadas al desarrollo de los programas: jornadas y encuentros de bibliotecas escolares de Galicia, encuentros de los centros de Plan de mejora de bibliotecas escolares, jornadas de los Clubs de lectura, jornadas de Biblioteca Creativa o de Biblioteca Inclusiva, entre otras. Estas actividades, más allá del refuerzo de la formación imprescindible para el profesorado que gestiona estos entornos educativos en los centros, han servido para mantener el "músculo" del programa de bibliotecas; son citas anuales a las que acuden los profesionales con interés e implicación absoluta. 

Fig 7

Radio na biblio

Uno de los programas que, con recursos limitados y alcance medido, más está influyendo en la evolución de las bibliotecas y, especialmente, en el desarrollo de proyectos innovadores, es Radio na biblio, puesto en marcha en 2017 y que cuenta ya con 80 centros distribuidos por toda Galicia. Tiene como objetivos:

  • Estimular el desarrollo del modelo de biblioteca avanzando hacia “centros creativos de aprendizajes” 
  • Promover la creación de emisoras/laboratorios de radio en el contexto de estas bibliotecas escolares, con el fin de favorecer proyectos de educación de las competencias informacionales y mediáticas del alumnado.

La puesta en marcha de una emisora de radio en un centro educativo proporciona múltiples oportunidades para el desarrollo de competencias clave a través de tareas complejas que involucran habilidades y destrezas diversas, permitiendo el tratamiento de contenidos curriculares mediante metodologías activas. Pero, además, cuando la biblioteca incorpora un “laboratorio de radio”, puede impulsar nuevos proyectos de carácter interdisciplinar, vinculados a la educación para las competencias en información y medios. Los resultados hasta el momento son excelentes y en los tiempos difíciles del cese de la actividad lectiva presencial, en la primavera de 2020, estas emisoras de radio han sido instrumentos esenciales que las bibliotecas utilizaron para mantener el ritmo y la vinculación del alumnado con las dinámicas generadas por la biblioteca en materia de lectura o de información. Existen fantásticos ejemplos de trabajo colaborativo intercentros  y de integración de la comunidad educativa a través de esta herramienta que aprovecha la facilidad de las actuales aplicaciones tecnológicas y la universalidad de los dispositivos móviles de conexión a internet. 

Fig 8

Biblioteca inclusiva

Uno de los ámbitos en los que se ha trabajado en la administración educativa gallega ha trabajado en los tres últimos años ha sido el de la inclusión, con el fin de que las bibliotecas escolares contribuyan a una mayor igualdad de oportunidades con sus recursos, sus espacios, sus actividades y su sensibilización, su actitud. Recursos materiales importantes para todos los centros, destinados a mejorar las colecciones con materiales pensados para el alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo, intervenciones en el mobiliario y los accesos (en algunos casos), publicación de material de apoyo y actividades formativas completan un programa que pretende la sensibilización y, a través de ella, la innovación educativa. Hemos observado que, si pensamos en clave de inclusión, la biblioteca es capaz de realizar mayores avances y de dar mejor respuesta a necesidades existentes, a veces invisibles o invisibilizadas. 

Las bibliotecas escolares en tiempos de pandemia

En mi intervención de febrero de 2020 presentaba como retos para las bibliotecas escolares gallegas, entre otros, la lectura digital (la universalización a todos los centros de la actual plataforma de préstamo de libro digital, en fase de pilotaje); la formación específica para la lectura digital; el refuerzo de la lectura en papel, siguiendo las recomendaciones de los expertos internacionales; la insistencia en la necesidad de extender  la formación de las competencias informacionales y mediáticas a todo el alumnado, así como la urgencia de resolver la cuestión de los recursos humanos en las bibliotecas escolares para garantizar su estabilidad y su continuidad. 

Pero la irrupción de la COVID-19 en nuestra sociedad alteró todos los parámetros y las necesidades que parecían urgentes se manifestaron como inaplazables. El profesorado al cargo de las bibliotecas escolares, en la mayoría de los casos, enfocó su atención a mantener el contacto con el alumnado, continuar dinámicas de atención a la lectura y generar propuestas a modo de retos a través de las cuales los chicos y las chicas pudiesen continuar su aprendizaje, desarrollar los proyectos interdisciplinares iniciados, ampliar sus competencias en el uso, tratamiento y producción de información; crear productos audiovisuales con sus móviles, pararse a mirar el mundo más próximo a través de la fotografía; imaginar historias, escribirlas, dibujarlas o darles vida a través pequeños vídeos. Los dispositivos electrónicos disponibles se pusieron al servicio del alumnado que carecía de ellos, los móviles personales del alumnado sirvieron de grabadoras y las radios continuaron, con adaptaciones de contenido, su función educativa y de comunicación. Los clubs de lectura siguieron funcionando en una buena parte de los centros, con encuentros virtuales; las páginas web y las redes sociales de las bibliotecas escolares recogieron toda esta actividad y sirvieron de base para mantener esta actividad. 

Fig 9

Desde el programa de bibliotecas escolares se recogieron las distintas actividades para darles difusión y se realizaron propuestas concretas, motivadoras, para la celebración del Día de la Poesía o el Día Mundial del Libro, entre otros. Materiales de apoyo y orientaciones para la reflexión necesaria al final del curso 2019/2020 y para la preparación de los nuevos escenarios educativos fueron algunas de las concreciones de estos meses, todas ellas recogidas en la web del programa con la etiqueta #bescolaresgalAbertas. Tanto las pautas de final de curso como las orientaciones para el nuevo año escolar hacen hincapié en dos aspectos fundamentales: por una parte, la necesidad de mantener la configuración de la biblioteca como "viveros de ciudadanía", como espacios de aprendizaje, comunicación y convivencia; por otra, la urgencia de formar al alumnado y a sus familias en competencias ALFIN/AMI, las que puedan garantizar un escudo contra la manipulación informativa, dotar de una capacidad de análisis de la realidad que permita tomar decisiones razonadas y asumir responsabilidades respecto de la propia salud, entre otros aspectos de la vida, pero también de recursos comunicativos que faciliten la expresión de ideas, sentimientos, saberes y proyectos de forma eficaz. 

El programa continúa y, como los centros, ha de adaptar sus propuestas y su actuación a la nueva situación. Así, las instrucciones de comienzo de curso en relación con la organización y funcionamiento de la biblioteca escolar inciden en la necesidad de que la biblioteca pueda seguir siendo el espacio de referencia para la lectura, la información y los aprendizajes. Recuerdan también que la actuación de la biblioteca ha de centrarse en reforzar la adquisición de competencias en materia de lectura crítica, de medios de comunicación y de habilidades en el acceso y producción de información. 

La biblioteca escolar es sinónimo de resiliencia, de adaptación para sobrevivir y mejorar pese a todos los contratiempos, pero en este caso, vive tiempos especialmente difíciles. Ha de resistir la tendencia reaccionaria que clama por cerrar los espacios compartidos, clausurar las actividades colaborativas y aislar a cada alumno y a cada alumna en una burbuja frente a un solo libro, con una mesa y una silla y el silencio como único escenario posible (eso sí, con las manos muy limpias), aprovechando el momento. Sí se pueden seguir utilizando las bibliotecas, con las medidas higiénicas imprescindibles, con las distancias recomendadas por las autoridades sanitarias, con la organización horaria y los recursos humanos pertinentes. Prescindir de las bibliotecas escolares que tanta energía y tantos recursos han consumido sería imperdonable; más aún, estaríamos perdiendo otra ocasión de reforzar su papel en el sistema educativo, el que han demostrado que pueden jugar perfectamente: el de apoyar la igualdad de oportunidades en el acceso al conocimiento; el de conectar con nuevos aprendizajes y tendencias comunicativas; el de reforzar los vínculos de la comunidad educativa entre sí, con la lectura (tomada en sentido amplio) como eje transversal y a través de la mediación de un profesorado formado, consciente, crítico, proactivo e innovador. Afortunadamente, son numerosos los equipos docentes que responden a esta tendencia de forma proactiva, reflexiva y convencida, diseñando programaciones adaptadas a la realidad y a su contexto, aprovechando las oportunidades que la biblioteca escolar puede ofrecer justamente en estos momentos y sirviendo de referencia por su actitud y profesionalidad para el conjunto de la comunidad escolar. Porque la biblioteca escolar tiene que seguir de pie frente a todos los vientos en beneficio del alumnado. 


2  https://www.edu.xunta.gal/biblioteca

3 Accesible en https://www.edu.xunta.gal/portal/sites/web/files/instrucions_biblioteca_escolar_20_21_final.pdf

4  En la página web y las redes sociales del programa se recogen las iniciativas de mayor interés bajo la etiqueta #bescolaresgalAbertas

Nodo: sv0205.ced.junta-andalucia.es
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