Cuando se hizo el silencio y toda nuestra vida quedó en pausa, los libros siguieron guardando las voces de los que no podían hablar.

De pequeña, la lectura siempre ocupó un lugar privilegiado en mi vida porque me permitía ser quien quisiera ser, respondía a todas mis preguntas, me llevaba a lugares que se iban dibujando en mi memoria, me divertía compartiendo experiencias de personajes alocados. Por esto, para mí, la biblioteca es el lugar sagrado del conocimiento, el crecimiento personal y el divertimento. Y esto es así también en tiempos de pandemia.

La biblioteca de nuestro Centro es una biblioteca muy activa que ha sido gestionada por equipos docentes muy comprometidos con el valor educativo que la lectura ofrece a nuestro alumnado. Cuando llegué  y asumí la coordinación acepté un reto que, hoy por hoy, con ayuda de mi equipo de biblioteca, del resto de profesorado, del Equipo Directivo, del AMPA, y de nuestro alumnado, se ha convertido en un verdadero privilegio. Somos un gran equipo.

Servicio de préstamos, catalogación, celebración de efemérides, cuentacuentos, alumnado colaborador, edición anual de nuestro libro de cuentos, etc…, son algunas de las actividades que en marzo de 2020 sufrieron un parón en seco. Sin embargo, sentimos que era en ese preciso momento en el que, a través de las páginas de fantasía de nuestros libros, de las voces de nuestros personajes, nuestros alumnos y alumnas podían encontrar la fuerza para vivir una situación tan dura, tan extraña. El único camino para salir de casa estaba ahora en su imaginación. Nuestra biblioteca se trasladó al blog y allí comenzó una nueva aventura.

Fueron muchos los recursos y las ideas que brotaron de las mentes de unos docentes perplejos que debían reinventarse de un día para otro.

Nuestro primer objetivo fue entretener con cuentos que pusieran en el punto de mira las emociones y permitieran a nuestro alumnado expresar sus sentimientos, sentirse identificados con personajes que vivían situaciones tan especiales como aquella que teníamos ante nosotros. La familia y nuestra relación en el entorno familiar fue otro de los contenidos priorizados en estos primeros momentos de boca de personajes de aquí y de allá.

El equipo de compañeros y compañeras de la escuela infantil “Elvira Lindo” inició una colección de cuentos de la que nos hicimos eco en nuestro blog. Cuentos que explicaban en esta ocasión qué era aquel virus que había irrumpido en nuestras vidas de esa forma tan misteriosa. Se trataba ahora, una vez que habíamos identificado y expresado nuestras emociones, de intentar entender qué era lo que estaba pasando fuera, detrás de nuestras ventanas. Aquí el alumnado con necesidades educativas especiales tuvo un papel especial con la publicación de cuentos con pictogramas.

El confinamiento también permitió hacer llegar a casa actividades que se habían realizado en el colegio antes de marcharnos. El Cuentacuentos navideño fue una interesante actividad de biblioteca que pudimos celebrar la semana antes de Navidad en colaboración con las familias. Ahora teníamos la oportunidad de ver un emotivo cuento escrito por el padre de uno de nuestros alumnos llamado “Ganas de Navidad”. Un cuento que resalta el valor de la persona y que nos permite de nuevo reflexionar sobre qué es lo verdaderamente importante en la vida. 

Dentro del trabajo llevado a cabo por el profesorado desde casa y entendiendo la labor de la biblioteca como mediadora de este proceso de enseñanza y aprendizaje, nuestro compañero de música Juanma nos ayudó a publicar una interesante entrada sobre la “Historia de la música en cómic”. Una entrada que sirvió como recurso de la asignatura de música impartida en 2º Ciclo en nuestro Centro.

En esta misma línea, nuestra compañera Montse, puso en marcha una interesante iniciativa denominada “Booktubers” en la que los alumnos y alumnas de su clase presentaban su libro favorito. Además de ser una enriquecedora actividad educativa, implicó una gran satisfacción emocional poder ver a nuestro alumnado en casa con un libro en la mano y una sonrisa en la cara.

Mientras, el blog se llenaba de cuentos y más cuentos para acompañar, hacer reír, pensar, soñar…

Una de las publicaciones más bonitas realizadas durante este periodo, además de la elaborada para la celebración del Día del libro que comentaré más adelante, fue aquella referida a la representación en el Teatro Clásico de Sevilla de la obra “La Principita”. Una magistral adaptación de la obra clásica de Saint-Exupéry. Original, visual, emotiva, actual, cargada de valores universales y una puesta en escena espectacular.

Y llegó el momento más importante para nuestra biblioteca, la celebración del Día del libro. Pero, además, este año era especial ya que se conmemorábamos el 25 aniversario de la creación de la edición de la colección de cuentos de nuestro colegio. Todas las actividades planteadas para esta ocasión se quedaron en el aire cuando nos fuimos a casa. Todas y cada una de ellas implicaba la presencia del alumnado en nuestro Centro: la feria del libro, la representación de teatros, la elaboración de la portada… Había que adaptar todo lo programado y además, debía ser especial. Con ayuda de un excelente equipo de apoyo y de algunos invitados estelares, publicamos una entrada en nuestro blog de la que nos sentimos muy orgullosos. Rosa, la administrativa jubilada que inicio la actividad de la edición del libro, participó con un cuento creado por ella en el que, adoptando el papel de una brujita, narraba desde su casa y con gran ilusión, cómo se inició hace 25 años la historia de nuestro libro de cuentos. Abel, un antiguo alumno que participó con la elaboración de una poesía en la primera edición del libro, nos envió un interesante video en el que nos leía aquella poesía que escribió siendo un niño. Fernando colaboró con un pegadizo rap de la biblioteca con el que todos pudimos bailar. Paco nos llevó de viaje a otra época en prosa poética donde pudimos ver, de nuevo, los pasillos de nuestro cole al que tanto echábamos de menos. Nos reímos mucho con “La vaca que puso un huevo” de nuestra compañera Celia. Nos emocionamos con el precioso extracto del libro del Principito titulado “La rosa del Principito” realizado por nuestra compañera Mercedes. Juan nos llevó por Cádiz de la mano de Tintín, su perro Milú y el capitán Haddock. Y “Lili Cuentos” llegó para enseñarnos el maravilloso mundo de los libros.

Esta edición fue completada con numerosos recursos de acceso a libros digitales para que, aún en tiempos de pandemia, los libros nos acompañen.

De este modo, la biblioteca en tiempos de pandemia se convirtió en un lazo de unión de toda nuestra comunidad educativa y adquirió un  papel relevante en la vida de nuestros alumnos y alumnas. 

Y cuando se hizo el silencio, solo de la mano de las voces escritas pudimos imaginar que la normalidad, no sólo volvía, sino que trascendía lo cotidiano.