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Viva la ciencia y las bibliotecas

Viva la ciencia y bibliotecas

A Sánchez Ron y Nuccio Ordine.

Antonio González Carrillo | Profesor de Filosofía. Córdoba 

Sociedades diversas a lo largo de la Historia se han enfrentado desde el origen al reto de entender lo que nos rodea, así como a predecir el futuro. Hemos inventado los manitus y los espíritus de la selva, a dioses sanguinarios que supuestamente garantizaban buenas cosechas a costa del sacrificio de mujeres y niños, yings y yangs, karmas de diferentes formas y… La ciencia.

Esta última ha creado el único método que realmente funciona. Se ha tenido que enfrentar en numerosas ocasiones a esfuerzos colosales de explicar las impresiones de nuestros sentidos y de reducirlos a reglas lo más sencillas posibles que se pudieran transmitir de unos a otros para su uso y mejora.

Un trabajo duro, plagado de escollos, ha sido el camino desde Aristóteles a Ptolomeo, que veía a los planetas moverse e intuía que estaban en esferas celestes concéntricas en torno a la Tierra. Después vivieron los Copérnico, Galileo y Descartes, Newton, Darwin y Einstein.

C. P. Snow escribió un célebre ensayo en los ochenta sobre la compatibilidad de la cultura de letras y la cultura de ciencias, siendo esta la más universal. Un ejemplo sería constatar que un científico como Darwin es también un gran escritor. En la actualidad estaría bien representado por José M. Sánchez Ron, divulgador de las ciencias, y por Nuccio Ordine, valedor de las Humanidades y de la Cultura clásica, que en el fondo son una y la misma cosa, Sabiduría.

Con su “Viva la ciencia”, Sánchez Ron junto a A. Mingote como ilustrador nos invita en este ensayo a experimentar el giro del conocimiento científico. No hay, a su juicio, nada comparable, poder conocer con ella el Universo y la vida. La ciencia tiene un poder sanador porque nos libera de ignorancias y supersticiones.

Si tuviera que indicar una serie de libros científicos que deberían estar presentes en una Biblioteca escolar, empezaría sin duda por una obra cumbre como es “El origen de las especies” de Charles Darwin. De lectura obligada a finales de la ESO y en el Bachillerato, así como sus implicaciones filosóficas. Desde las increíbles variaciones de las especies hasta la dura lucha por la supervivencia, desde la bacteria más minúscula hasta el gran Árbol de la Vida.

Acompañado por la “Autobiografía” del mismo autor, que ya anciano escribió para satisfacer el interés de sus propios hijos.

Una tercera obra sería “Sapiens: una historia gráfica” de Yuval Noah Harari, que es la adaptación de su celebrado bestseller, repleta de guiños a la cultura pop, que contó con la colaboración como guionista del propio Harari junto a prestigiosos autores de cómic. 

En la senda del cómic como divulgación científica en la secundaria obligatoria propondría “Neurocomic” editado por Norma editorial de M. Farinella y H. Ros, autores de “Bienvenidos a Cerebrópolis” que se preguntan de qué está hecho el cerebro, cómo funciona la memoria o qué es una neurona…

En “Neurociencia para Julia” de X. Mariño se expone de una manera luminosa lo que es la vida y la muerte. Es una nueva entrega de las memorias de H. Marsh, un neurocirujano humanista que sorprendió a los lectores de medio mundo en un “Ante todo no hagas daño”. Una auténtica celebración de la vida: y una meditación sobre la muerte y de todo aquello que verdaderamente importa.

En “El secreto de Prometeo y otras historias sobre la tabla periódica de los elementos” de A. Navarro Yáñez supone una búsqueda de los elementos químicos que es la historia de nuestra especie. Una trayectoria ardua que nos lleva desde la noche de los tiempos hasta los albores de la Era atómica. Está repleta de hazañas, sueños y esperanzas y también de crímenes y amenazas.

Javier Santaolalla en su “Cómo explicar la Física cuántica con un gato zombi” nos sumerge en la ciencia más loca de forma sencilla. Descubrimos a través de sus páginas que la Física cuántica está presente por todas partes de nuestra vida cotidiana. Si eso es lo que buscas, tal vez este sea tu libro.

Por último, “Mira el cielo” de J. R. Alonso, con ilustraciones de B. Barbero Gil, para los más pequeños que preguntan acerca de cuántas estrellas hay en el Universo, de quién inventó el telescopio, qué animales han viajado al espacio, sobre las lunas de Saturno o sobre el color del cielo de Neptuno. En este hermoso libro se encuentran las respuestas a todas esas preguntas. Y otras muchas sobre el fascinante mundo de la exploración espacial. Una primera aproximación al estudio del Universo, de la vida, en definitiva, de la Ciencia.

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