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Por María Maestre Manteca y Kepa Osoro Iturbe *

 

En este artículo pretendemos describir los ejes básicos para un programa o proyecto de lectura y escritura en un centro educativo (el tratamiento de la lectura y la escritura en el centro) y el papel que la biblioteca escolar ha de jugar en ello.


Pero antes de llegar a ello queremos realizar una detallada reflexión que va mucho más allá de la lectura, la escritura y las bibliotecas. Llevamos ya demasiado tiempo llenando nuestro discurso pedagógico de grandes palabras entorno a “la importancia de diseñar proyectos de lectura” y de “dotar a todos los centros educativos de bibliotecas escolares”. Pero algo está fallando porque a pesar del luengo debate y las múltiples y muchas de ellas excelentes y heroicas iniciativas desplegadas por doquier, un hoy infranqueable muro (en forma de catastrofistas resultados de informes como PISA o PIRLS/TIMSS) parece empeñarse en hacer naufragar no ya discursos sino prácticas, metodologías e ilusiones.


Estamos convencidos de que para construir escuelas lectoras y escritoras –aquellas que ponen el eje de su desarrollo curricular, su proyecto educativo y sus intenciones pedagógicas, éticas y cívicas en la lectura y la escritura- es necesario transformar la educación. Hay que redimensionar nuestra mirada, abandonar una gran parte de nuestras prácticas didácticas, desechar la mayoría de las metodologías que se han venido aplicando en los últimos tiempos (sobre todo aquellas que se han basado en el profecentrismo, en la dominancia de los contenidos y conceptos sobre el desarrollo de las capacidades y destrezas, en la librodetextodependencia) y afianzar y reforzar las pedagogías que sitúan al niño como protagonista privilegiado del proceso enseñanza-aprendizaje, las que convierten al docente en acompañante, facilitador, provocador, detonante de descubrimientos, de investigaciones, de relaciones empáticas y colaborativas…


Un recordatorio urgente: la LOMCE –ni antes la LOGSE y la LOE- obliga en ningún artículo a utilizar libros de texto; es responsabilidad de los docentes y departamentos elegir, elaborar y desplegar los recursos y materiales didácticos que consideren pertinentes. Basta ya de dejarse presionar por los intereses editoriales y por la cegata y nada profesional presión de equipos directivos y familias. Aferrarse a esta presión les viene muy bien a todos esos docentes mediocres y desvocacionados que se arrastran por las aulas sin el más ínfimo de los respetos e intereses por sus alumnos.


Hay que revolucionar los agrupamientos de los estudiantes, las organizaciones espaciales y temporales de los centros educativos pues sin cambiar la concepción de las actuaciones y dinámicas que se despliegan en las aulas, los espacios y la estructuración del tiempo escolar no habrá innovación en la enseñanza.


Habremos de apoyarnos en los estudios avanzados de la neurociencia, en lo que Francisco Mora denomina “Neuroeducación” y para quien solo se puede aprender aquello que se ama. Si conocemos los mecanismos por los que se manifiesta el cerebro entenderemos mejor al ser humano y, por tanto, le enseñaremos y ayudaremos a aprender mejor.

Habremos de educar desde el asombro, la sorpresa, el descubrimiento, la vivencia multisensorial, el ensayo-error gratificante, la comprensión empática, la alegre comprensión de las emociones, la atención y escucha activas como ventana de descubrimientos, el pensamiento divergente y crítico, la iluminación y no desde el oscurantismo.

Debemos generar nuevos modelos educativos basados en el deseo, la ilusión de lo posible, la confianza contextualizada en lo asombroso, la magia de lo utópico.

Antonio Basanta escribe que toda nuestra vida no es sino el producto de un ejercicio permanente de lectura: leemos sensaciones, experiencias, acontecimientos, sonidos. Leemos desde la memoria y la anticipación. Leemos el tiempo y el espacio. El mundo de los objetos… y el de los sujetos. Porque leer supone la convergencia de un conjunto de acciones fundacionales. De verbos que constituyen lo que nos atreveríamos a denominar el ADN genuino de la lectura. Leer es…

 

  • Observar

  • Interpretar

  • Comprender

  • Valorar

  • Seleccionar

  • Recrear, Transformar

  • Asimilar

  • Compartir

 

Debemos concebir y practicar la lectura como:

  • una cultura

  • un modo de dialogar con la vida

  • una red de conexiones múltiples y vitales

  • un modo de relacionarse con uno mismo y con los demás

para lo cual fomentaremos actitudes lectoras para que estudiantes y docentes (sí, estos también) hagan uso de ellas en su vida, creando en cada persona el deseo de explotar su espíritu emprendedor para con su itinerario de lecturas y escrituras.

 

Como docentes y mediadores de la lectura deberemos generar actitudes de…

  • reconocerse a sí mismo

  • expresarse con precisión y buen gusto

  • ser creativo en el pensamiento, la acción y los sueños

  • ser solidario, complementándose con el otro

  • huir de la competitividad

 

La misión de la escuela también debemos reposicionarla ya que en ella ocupará un papel esencial hacer ciudadanos competentes para desarrollar su vida personal y profesional sirviéndose de la lectura y la escritura como un medio fundamental para conseguirlo. Para ello será vital articular y enriquecer la labor de los docentes en la escuela, construyendo estrategias de promoción de la lectura y la escritura en las aulas, en todos los espacios del centro y en los de la comunidad educativa extramuros, desde todas las áreas curriculares, sí, en el marco del desarrollo integral del alumno como lector autónomo, creativo y crítico, pero también en el ocio, en las ambientaciones, en las conversaciones, en los proyectos de vida individuales y en las relaciones sociales.

Será prioritario encajar la creatividad y la innovación en el proyecto para lo cual deberemos definir el perfil del profesor innovador. Desde esta definición –que será tejida y asumida consensuadamente- utilizaremos el conocimiento colectivo en la generación de ideas y creaciones, estableciendo y gestionando redes de aprendizaje y colaborando para identificar, generar y priorizar oportunidades de creatividad, innovación y mejora.

El proyecto tiene que estar sometido a un proceso constante de evaluación de todo, desde el concepto a las personas, desde los recursos a las didácticas, desde la metodología a la estructura organizativa.

El docente debe asumir su liderazgo y para ayudarle a conseguirlo el proyecto constituirá un marco adecuado para el desarrollo de un liderazgo inspirador, incitando a todos a apasionarse por aprender y contagiar ese deseo.

La escuela se establecerá como una comunidad de aprendizaje en la que investigación y acción irán de la mano como motores para el cambio y la mejora personal y colectiva. Se trata de investigar para avanzar, para crecer, para superar los problemas, planteando diversas hipótesis desde las cuales profundizar y enfocar las posibles soluciones.

Todo estará envuelto en un deseo, búsqueda y facilitación de formación desde la autoevaluación y la mejora continua, identificando las áreas de progreso a nivel individual y luego de equipos y centro. La formación no nace solo desde el equipo directivo, sino desde las personas, desde cada docente, cada estudiante, cada miembro de la comunidad educativa que manifiesta cuáles son sus necesidades reales y qué urgencia siente que tiene cada una de ellas. Luego habrá que articular las necesidades de todos.

A partir de la mejora por el aprendizaje, en grupo o individual, se genera nuevo conocimiento que enriquece a cada uno y también a todos.

Tras la investigación y experimentación de lo aprendido se evaluará para ver si realmente ha habido mejora. Los procesos son importantes pues si la comunidad no detalla y analiza los pasos dados, se pierde eficacia, se diluye el sentimiento de comunidad que aprende y se “justifican” las deserciones.

Deberemos definir qué respuesta se va a dar a los diversos ritmos y a las dificultades de ciertos alumnos. Para ello será de gran utilidad el enfoque de las inteligencias múltiples. Será fundamental la agilidad en la gestión y resolución de las dificultades.

¿Cuándo consideraremos que el Programa de Lectura y Escritura es exitoso? Las metas hay que fragmentarlas en indicadores que luego se traducen de diversa manera en cada nivel o tipología de destinatarios. Si esto se hace bien y se evalúa rigurosamente podremos llegar a la conclusión de que nuestro proyecto ha obtenido una calidad elevada. En este caso, si logramos en los miembros de la Escuela Lectora y Escritora:

 

  • Actitudes de proactividad, valentía intelectual y creatividad.

  • Capacidad creadora y pasión por el descubrimiento.

  • Comunicación espontánea y honesta.

  • Crítica y autocrítica constructivas apoyadas en el pensamiento reflexivo.

  • Deseo de enriquecer la inteligencia colectiva, aquella que se construye pensando y trabajando codo con codo con el otro con lealtad, generosidad y audacia.

 

Enseñemos a leer y escribir crítica y autocríticamente pues solo aquel que es capaz de repensar su vida, de repasar, reconocer y reinterpretar sus aciertos y errores, estará en privilegiada disposición de avanzar, de crecer, de convertirse en mejor persona y, por tanto, en mejor ciudadano.

 

Dimensión colectiva de la lectura

 

Es obligación de la escuela capacitar a los estudiantes para que lean y escriban con eficacia y competencia; luego si lo hacen en su vida privada, con libertad, es cosa suya. Lograr que todos los individuos que pasan por la escuela sean unos apasionados de la lectura y la escritura es una utópica y estúpida memez pues estamos hablando de deseos, de pasiones, y estas nacen en el corazón y las impulsan las emociones. Admitimos que es imposible que todos seamos apasionados de tal o cual música, de tal o cual vino, de tal o cual paisaje, de tal o cual creencia o religión… Entonces ¿por qué nos empeñamos en que todos nuestros alumnos sean unos lujuriosos lectores y escritores?

Reconocer esta realidad quita presión a los docentes y a las madres y padres y nos permite redimensionar nuestro Proyecto de Lectura y Escritura. Así podremos concentrar toda nuestra energía y ciencia en construir lectores y escritores competentes, capaces de enfrentarse a la miríada de situaciones y oportunidades de lectura y escritura que les ofrecerá la vida real fuera de la escuela.

No estamos hablando de que la escuela no deba crear oportunidades para la lectura gozosa, nutritiva emocional y humanamente. Muy al contrario, somos partidarios de la lectura de regazo, de la lectura en compañía, de la lectura en libertad, es decir, de aquella que está libre de todo tufo curricular, de aquella en la que el docente no exige nada a cambio, de aquella que se organiza y entiende como una experiencia con pleno sentido en sí misma. Luego será cada lector y escritor quien decida si quiere compartir su vivencia con los demás y cómo desea hacerlo.

Si somos capaces en la escuela y en el hogar de deslindar nítidamente la lectura y la escritura obligatorias del libre y gozoso ejercicio del derecho a leer y escribir, sin la menor duda docentes y estudiantes, padres e hijos, darán el salto que falta: sentir el deseo de compartir sus lecturas y sus textos con los otros, sobre todo con aquellos que les son afectivamente significativos. Y es que no podemos olvidar que lectura y escritura solo son reales mediante el diálogo honesto, generoso, respetuoso y fluido con el otro, favoreciendo y buscando un intercambio gratificante de impresiones, certezas y descubrimientos.

 

Sobre encuestas, éxitos y fracasos

 

Ante los resultados de pruebas internacionales para colocar a cada país en su sitio lector, debemos sacudirnos la negatividad y reconocer que la clave está en que en aquellos estados que obtienen mejores resultados se dan tres coincidencias:

 

  1. En todos ellos la lectura tiene carácter prioritario, tanto en la educación formal y colectiva como en la individual y se considera la llave que da acceso a todos los conocimientos. Y a ella se dedica al menos el 40% del tiempo educativo.

  2. El profesorado se forma de modo continuo con apertura a las nuevas formas de leer.

  3. Se invierte y apuesta por las bibliotecas escolares entendidas como el epicentro de la información y el conocimiento de cada escuela, capaces de detectar y dar respuesta a las necesidad de docentes y estudiantes y de suministrarles materiales diversos, rompiendo así la hegemonía alienante del libro de texto.

 

Sobre deseos, búsquedas, conocimiento y estilos docentes

 

Parafraseando a Kant, no se puede enseñar (a amar) la lectura y la escritura, solo cabe enseñar a leer y escribir. Las técnicas lectora y escritora son fáciles de modelar y asimilar, pero el papel del mediador –docente, padre o bibliotecario- ha de ser provocar que el aprendiz de lector y escritor se plantee retos de lectura y escritura inteligentes y personales, no limitarse a ofrecerle textos sugerentes, porque en último término el itinerario de lectura y escritura no es un camino ya transitado sino una senda única y privativa que cada individuo va tejiendo con los mimbres lectores y escritores que a él le resultan estimulantes, cálidos, provocadores y eficientes.

Como mediador, el maestro puede servirse del “estilo docente” de Sócrates, que invita a cabalgar permanentemente entre la duda y la certeza, entre la opinión y el dogma, entre el gozo y el esfuerzo. Socráticamente, el docente que media la lectura y la escritura debe sembrar la inquietud y la curiosidad desde la ironía, la provocación amorosa y retadora, despertando las neuronas, sí, pero también los deseos, los anhelos, los recuerdos y los sueños.

Si educar más que transmitir e introducir es “tirar de”, “extraer”, el docente debe presuponer que el estudiante ya cuenta con un bagaje vivencial y conceptual que no solo no debe suplantar sino que tiene la obligación de enriquecer y potenciar.

El que lee y escribe espontáneamente lo hace porque no se siente plenamente satisfecho y necesita más, necesita buscar, descubrir, indagar y recorrer nuevos matices, nuevas sendas que le aporten luminosidad, conocimientos, vivencias e intuir nuevas certezas que prefiere sean imperfectas para que el círculo sea infinito y tenga que seguir buscando y descubriendo.

Desde el diseño del proyecto curricular y educativo del centro y, por tanto, también desde el diseño del proyecto de lectura y escritura debemos tratar de construir personas singulares, no desde la extravagancia y la ocurrencia, sino desde la posesión de una voz y una palabra únicas, un pensamiento y una actuación inimitables, un criterio y un posicionamiento ante la vida personales. No hablamos de la exclusividad del que excluye sino desde la personalidad del que dialoga, comparte y enriquece al otro al tiempo que escucha, recibe con humildad y crece con satisfacción sincera.

La lectura y escritura libres no deben entenderse como parte de un ocio improductivo porque más que un descanso o desconexión de la frenética actividad rutinaria escolar deben entenderse como un soplo de aire fresco, como un tiempo rico en sí mismo, revitalizador, constructivo y feliz.

Esbozamos algunas ideas fuerza del Programa de Lectura y Escritura:

 

  • El Programa estará integrado en el Proyecto Educativo y en el Proyecto Curricular del centro.

  • Será diseñado y puesto en práctica por todo el claustro.

  • Se promoverá la formación permanente de todos los docentes en temas de lectura y creación literaria.

  • Se favorecerá y valorará la creación literaria espontánea y creativa.

  • Los alumnos tendrán un importante protagonismo en el diseño del Plan. Por ello será prioritario conocer a fondo su psicología, preocupaciones y gustos.

  • Habrá que lograr implicar a todos: docentes, chicas y chicos, familias, biblioteca pública… definiendo las funciones y responsabilidades de cada uno.

  • Se diseñará un plan de formación para padres y madres.

  • Se creará un clima lector y escritor en el centro, (en las actitudes, los comentarios, las campañas, las ambientaciones, etc.).

  • Se crearán rincones de lectura de aula y una biblioteca escolar entendida como BECREA, un centro de documentación, investigación, información y recursos y un eje sobre el que girará todo el desarrollo del proceso curricular.

  • Se tendrán en cuenta las diferencias (capacidades, actitudes, intereses...) entre los alumnos.

  • Lectura y escritura se entenderán y planificarán como dos procesos independientes, pero paralelos y complementarios.

  • Se aprovecharán los Medios de Comunicación de Masas y las Tecnologías Avanzadas de la Información integrándolas en el Plan como herramientas fundamentales.

  • Se realizará un trabajo multidisciplinar perfectamente coordinado.

  • En todo momento se favorecerán la investigación, la reflexión, el respeto y el estímulo.

  • Se integrarán en el Proyecto de Lectura y Escritura los lenguajes no verbales.

  • Se diseñará un programa de sensibilización artística, enseñando a los estudiantes a interpretar y "leer" las ilustraciones de los libros, tanto de Literatura Infantil y Juvenil como los documentales.

  • Todo el proceso estará envuelto en una dinámica rigurosa y sincera de autoevaluación en la que se analizarán tanto las didácticas como las actitudes y motivaciones mostradas por chavales y profesores, la idoneidad de los materiales y recursos, la temporalización, etc.

  • Estaremos, en definitiva, construyendo un proyecto amplio, coherente, continuado, realista y ambicioso.

 

Habrá que:

  • Seleccionar materiales y recursos según los currículos de cada Ciclo.

  • Desarrollar habilidades de información que capaciten a los estudiantes para aprender a aprender y aprovechar los recursos y herramientas de la BECREA.

  • Fomentar en todos los miembros de la comunidad el valor y aprecio de la BECREA como:

 

  • Centro de ocio y lectura y escritura recreativas.
  • Centro de documentación, innovación e investigación.

  • Espacio para la creación escrita.

  • Lugar de formación de usuarios.

  • Espacio de encuentro de la comunidad educativa.

  • Herramienta de trabajo imprescindible e insuperable.

 

  • Potenciar un nuevo estilo docente

  • Ofreciendo recursos alternativos al libro de texto.

  • Ampliando las vías de acceso a la información y el conocimiento.

 

El PLE sirve de elemento de integración curricular porque

 

  • se conecta con las necesidades de departamentos, equipos y aulas
  • sirve para el desarrollo del currículo de cada área, nivel y ciclo

  • es una herramienta imprescindible en el proceso Enseñanza–Aprendizaje

  • relaciona los recursos de lectura libre, recomendada y obligatoria con los de escritura que deben figurar en las Programaciones de Aula siguiendo los criterios de cada equipo como base para diseñar la guía de lectura y escritura curricular.

  • El PLE explicita las técnicas de lectura curricular:

  1. De exploración.

  2. De búsqueda de datos.

  3. Detallada o crítica.

  4. Recreativa o de ocio.

  • El PLE adapta los recursos de la BECREA a las necesidades curriculares.

 

Técnica lectora: decodificación, ritmo, fluidez, velocidad…

 

Con Pilar Núñez creemos que la lectura expresiva es aquella cuyo objetivo primordial es reproducir con nuestra voz –y con el lenguaje corporal– toda la «expresividad» de un texto: las emociones que el autor o la autora han puesto en él, las imágenes que contiene, la textura de las palabras, la cadencia con que se cuenta una historia o las variaciones de intensidad con que se expone una reflexión, etc. La entendemos, pues, en un sentido amplio, que incluye, además de la lectura «enfática» de textos literarios, la lectura en voz alta de cualquier tipo de texto con arreglo a unos parámetros de expresividad determinados por el contenido, la forma y el género del propio discurso.

 

Estrategias de comprensión lectora

 

 

Estrategias de comprensión lectora (estrategias comprensión.jpg)

 

 

Intentamos atender la competencia básica “Tratamiento de la información y competencia digital” del currículum oficial. Como nos recuerda la AASL-ALA la competencia informacional es la habilidad de reconocer una necesidad de información y la capacidad de identificar, localizar, evaluar, organizar, comunicar y utilizar la información de manera efectiva, tanto para la resolución de problemas como para el aprendizaje a lo largo de la vida.

 

Biblioteca escolar

 

Concebimos la biblioteca escolar como un Centro de Recursos para la Enseñanza, el Aprendizaje, la Innovación y la Investigación Educativa.

 

Lectura recreativa

 

Lectura que realiza cada sujeto en libertad, con sus propias intenciones, lugares y modos: gozar, informarse, aprender, soñar; en soledad, con otros; en el parque, en la biblioteca, en el rincón preferido, junto al mar…

 

Competencias para el conocimiento

 

Tabla lectura recreativa (Tabla lectura recreativa.jpg)

 

Tipologías textuales, técnicas de redacción y expresión escrita (planeación, revisión, reescritura…), gramática, ortografía, léxico, etc.


Escritura creativa

Técnicas de escritura creativa, tipologías de textos y expresiones creativas, juegos de creatividad y lenguaje, etc.


Técnica escritora

La planificación de un Proyecto de Lectura y Escritura se tiene que sustentar en estos ejes básicos:

 

  1. La necesidad de que los alumnos lean y escriban:

  • con diversas funciones
  • con diferentes intenciones
  • diferentes tipos de textos
  • en distintos soportes
  • … y deseen hacerlo

 

  1. Necesidad de que el docente ayude a los alumnos a interpretar textos de dificultad progresiva de modo que puedan avanzar en su autonomía lectora.

  2. La necesidad de ejercitar habilidades específicas para que el alumno tome conciencia de su importancia para llegar a automatizarlas teniendo en cuenta, sin embargo, que esta ejercitación está siempre subordinada a las necesidades de aprendizaje de una lectura comprensiva de textos reales, escolares o no.

  3. La necesidad de que el docente modele ante sus alumnos la escritura de textos de diversas tipologías para que aprendan cómo están estructurados y lleguen a ser capaces de crearlos de modo espontáneo y técnicamente eficaz y correcto.

  4. La necesidad de que el docente capacite a sus alumnos para que puedan desenvolverse con autonomía y eficacia en la Biblioteca Escolar–BECREA dotándoles de habilidades y capacidades informacionales, digitales:

  • reconocer la necesidad de información
  • planificar la búsqueda
  • localizar recursos de información
  • valorar y comprender la información
  • interpretar la información
  • comunicar la información
  • evaluar el proceso y los resultados

 

La biblioteca escolar será entendida y diseñada como un centro de:

 

  • Promoción lectora y escritora.Panel2 (IES MARE NOSTRUM, MALAGA.png)

  • Aprendizaje e innovación educativa.

  • Recursos y documentación.

  • Dinamización cultural

 

 

La BECREA funciona gracias a estructuras organizativas:

 

  • El responsable de la biblioteca escolar.

  • Equipo de apoyo de profesorado.

  • Equipo de apoyo de alumnos.

  • Equipo de madres y padres.

  • Monitores del ayuntamiento

  • Equipo de sectores colaboradores.

 

 

El desarrollo de la biblioteca escolar implica a:

 

  • Las familias

  • Docentes

  • Libreros

  • Editoriales

  • Asociaciones

  • Biblioteca Pública

  • Ayuntamiento

 

El responsable de la biblioteca elabora y propone:

 

  • Plan de los rincones de lectura del aula.

  • Programa de promoción lectoescritora del centro.

  • Plan anual de trabajo de la BECREA.

 

Todo ello ha de estar incluido en el Plan Anual de Centro y en las programaciones de los distintos niveles y aulas.

El plan de trabajo de la BECREA se desarrolla por medio de cuatro intervenciones:

 

  1. Conocimiento de la organización y servicios que presta la BECREA.

  2. Técnicas y estrategias de promoción lectora y escritora.

  3. Educación documental. Tratamiento de la información.

  4. Dinamización cultural del centro y del entorno.

 

La gestión de la BECREA será automatizada y la catalogación on line.

Desde la BECREA se potenciarán sobre todo dos competencias:

 

  • Competencia comunicativa

    • Lectura comprensiva
    • Escritura creativa

    • Expresión oral

    • Fomento lector

 

  • Competencia informacional

    • Formación de usuarios
    • Educación documental

    • Trabajos de investigación

 

A modo de conclusión

Trataremos de perfilar a continuación algunas pinceladas que justifiquen la necesidad de construir un Proyecto de Lectura y Escritura en todos los centros educativos.

 

Compromiso ético

 

Porque los docentes tienen el compromiso ético de contribuir del modo más eficaz, respetuoso, eficiente, riguroso, innovador y creativo al itinerario de aprendizaje escolar de sus alumnos.


Sin fundamento no hay alimento

 

Efectivamente, sin una planificación científica y minuciosa, consensuada y equilibrada, activa y significativa, constructiva y flexible de todo lo que se hace en la escuela alrededor de la lectura, la escritura y la biblioteca, la experiencia escolar será irrelevante cuando no dañina.

 

El PLE impide las fugas

Al planificar y consensuar, al articular y sumar, se evitará la pérdida de eficacia, el abandono de los recalcitrantes (habrá que convencerlos, no marginarlos), la fuga de energías, creatividad, compromiso, pasión y utopía.

 

El PLE como vacuna

 

El PLE se convertirá en el más eficaz antídoto contra la mediocridad, la soberbia del que cree que todo lo sabe, la autocomplacencia, la librodetextodependencia, el desánimo, la mirada hacia otro lado, la irresponsabilidad, la autojustificación de las limitaciones, la culpabilización de otros (la familia, las administraciones educativas y políticas, la falta de valores de niños y jóvenes…).

 

El PLE es el alma

 

Lectura y Escritura se convertirán en el eje sobre el que girará todo el desarrollo del proceso curricular, toda la vida del centro, todas las intenciones, los deseos, aportando sentido y coherencia desde la primeros niveles de la escolaridad hasta el último (la lectura no es un "problema de los pequeños", como creen muchos docentes, afecta y debe trabajarse planificadamente tanto Infantil como en Primaria, Secundaria y Bachillerato).

 

El PLE como barniz

 

El PLE aportará a la escuela el barniz que la hará única, que la diferenciará de las demás, no desde la vanidad sino desde la calidad, la innovación, el compromiso y la excelencia. No exquisitez para excluir, sino para seducir, para contagiar, para implicar. Porque la escuela tiene –volvemos al inicio- el compromiso ético de contribuir al mejoramiento de la sociedad en la que está enclavada y para ello qué mejor que formar ciudadanos libres, críticos, solidarios y apasionados por el aprendizaje y el conocimiento a lo largo de toda su vida.

 

 

Coda quimérica

 

Rafael Argullol escribió que “Cuando el nadador se ve atrapado por un remolino debe seguir el camino más peligroso en apariencia, dejándose succionar hasta el vértice del embudo; una vez allí la misma fuerza que lo ha absorbido lo expulsará, de nuevo, a la superficie. El camino más peligroso no es, en todas las circunstancias, el peor. Y, a veces, es el único que salva".

 

Así, nosotros creemos que los docentes que están convencidos de la idoneidad de diseñar un Proyecto de Lectura y Escritura en su centro deben ser conscientes de que el camino no será fácil y que hallarán en él constantes y complejas dificultades, de que absorbentes remolinos serán activados por todo tipo de agentes –compañeros, directivos, administraciones, familias- que desde la mezquindad, la envidia y el inmovilismo egoísta y frustrado tratarán de impedir la continuidad del proyecto y de hundirles en el más insondable abismo. Pero los impulsores del PLE encontrarán la fuerza suficiente para seguir adelante en que la razón de ser del proyecto radica en que no lo ejecutan para su propio beneficio sino movidos por esa visión de futuro que les impulsa a seguir pensando que la auténtica innovación está en el desarrollo de las capacidades de sus alumnos.

 

Lejos de abandonar y anestesiar su conciencia y vocación deberán barnizarse con esas circunstancias adversas para desde ellas redoblar su esfuerzo, su rigor y su compromiso en aras de lograr alcanzar la Ítaca liberadora y feliz que sueñan para ellos y para sus discípulos.

 

 

Bibliografía

 

ARGULLOL, Rafael (2007): El cazador de instantes. Madrid: Acantilado.

BASANTA, Antonio: “La pasión de leer”. Jornadas “La biblioteca, un espacio educativo”, Madrid, mayo de 2012.

CASANNY, Daniel (2007): Describir el escribir. Barcelona: Paidós.

GABILONDO, Ángel (2012): Darse a la lectura. Barcelona: RBA.

GARCÍA GUERRERO, José (2010): Utilidad de la biblioteca escolar. Gijón: Trea.

IZA, Luis (2006): El plan de lectura en los centros de Educación Infantil y Primaria. Pamplona: Gobierno de Navarra. Dpto. de Educación.

MONGE, Rocío (2012): Mecánica Lectora. Barcelona: Lebón.

MORA, Francisco (2013): Neuroeducación. Madrid: Alianza.

NÚÑEZ DELGADO, Pilar: “Actividades creativas de lectura expresiva en Secundaria”.

OSORO, Kepa: “Elementos de un Proyecto de Lectura”. En PLEC, Proyecto de Lectura para Centros Escolares. Madrid: FGRS.

SOLÉ, Isabel (1992): Estrategias de lectura. Barcelona: Graó.

 

 

 

 

 

* María Maestre Manteca y Kepa Osoro Iturbe son especialistas en lectura y bibliotecas escolares.

 

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