Manuel Felipe González Aguilera. Profesor de Francés del IES Juan de Aréjula (Lucena, Córdoba).

Título: SuperLola y la Gran Aventura del Cole

Autor: Matías Fernández Salmerón

Ilustradora: Soraya Molina

Editorial: Esdrújula

Fecha de edición: 2016

Páginas: 140

ISBN: 978-84-16485-91-8

Edad recomendada: a partir de 8 años.

Lola es una chica de nueve años cuyos padres están separados. Su madre trabaja una larga jornada laboral en un fábrica y su padre, desempleado, vive con sus abuelos. Ella madruga mucho para ir al cole porque tiene que quedarse en el aula matinal, ya que su madre entra muy temprano a trabajar. Es una niña muy estudiosa y a la que le gusta mucho el colegio aunque, últimamente, no tanto. El motivo no se le va de la cabeza: “Héctor y dos matones, los tres mayores que ella, la persiguen en el colegio y la insultan constantemente”. Ella no quiere decírselo a su madre puesto que no quiere preocuparla ni tampoco a los profesores/as. Estos chicos incluso han conseguido que Lola pierda a amigos, a excepción de Laila, su gran apoyo en estos momentos.

Ha empezado el curso y ha llegado una profesora nueva, Andrea: el primer día de clase pidió a todos/as que escribieran su nombre en un folio, lo doblaran y lo pusieran en sus pupitres para aprenderse lo más rápido posible los nombres de todos/as. Definitivamente, a Lola le gusta la nueva “seño”. El problema es que con el nuevo curso, el comportamiento de Héctor y “sus secuaces” no ha cambiado, es igual -o incluso peor- que el último mes del pasado curso. Conforme van pasando las semanas, la nueva profesora, Andrea, descubre que Lola está algo triste y se acerca a ella pero Lola no se sincera con ella, no quiere preocuparla con sus problemas.

Una tarde, Lola decide ir a la biblioteca de su pueblo en busca de unos libros que ha recomendado “la seño”; al cruzar la plaza con sus libros tiene la mala suerte de encontrarse con Héctor y sus dos matones, de nuevo la insultan e incluso le pegan un manotazo, tirándole un libro por los aires. La rabia que siente la hace llorar: en ese momento conoce a alguien que, sin saberlo, cambiará su vida. Se trata de un anciano con aspecto de vagabundo. Tras intercambiar algunas palabras, éste se presenta como “mago” , un mago de la antigüedad que ha viajado a través de los tiempos y le ofrece su ayuda: darle un “superpoder”. Lola, bastante incrédula, le dice que lo pensará.

Pasan los días y Lola no hace otra cosa que darle vueltas a la historia que le ha ocurrido y, por supuesto, lo habla con Leila. Unos días más tarde, vuelve a encontrarse con “el mago” y le transmite que ya ha escogido el poder: quiere “el poder más poderoso de todos los que haya”. Cuál es su sorpresa cuando el mago le comunica que ese no es otro que “el poder de la palabra” y “¡chan!”, desde ese momento Lola se convierte en la heroína de la palabra.

En ese momento, la historia da un gran giro: Lola, a través de las palabras, consigue “parar” a Héctor y compañía y aprovechará este don para ayudar a todo aquel que lo necesite, “convirtiéndose en Super Lola”.

Es una historia tierna y sencilla, apropiada y constructiva para jóvenes lectores, contextualizada en el ámbito escolar y que trata temas como el acoso escolar y el poder infinito del diálogo. Estructurada en quince capítulos y acompañada de las entrañables ilustraciones de Soraya Molina narra una historia que nos hace creer en que la solución a los problemas siempre tenemos que encontrarla en el lenguaje, el poder de la comunicación y, en definitiva, las palabras.

María Prieto Navas, alumna de 6º de Primaria del Colegio “Virgen de la Fuensanta” (Córdoba), nos hace esta reseña:

La protagonista se llama Lola, y sufre  problemas de acoso escolar, hasta que un día se encuentra con alguien que dice ser mago y que le ayudará, junto a su profesora, a resolver sus problemas.

Este libro enseña que si por casualidad nos viéramos en la situación de nuestra protagonista, lo mejor sería contárselo a un adulto. El libro me ha resultado un poco triste porque los padres de Lola están separados y además, como ella dice, es un poco pobre, pero esto no es problema para ella, que está siempre feliz.