Leer en familia es un acto de lectura compartida que supone una oportunidad para que niños y niñas adquieran nuevo vocabulario, ensayen nuevas palabras en conversaciones extensas, jueguen con el lenguaje y experimenten con los libros. Los niños y niñas descubren qué son los libros y para qué sirven, y comienzan a representar su papel como lectores, normalmente, en el entorno familiar. Todas estas acciones apoyan su desarrollo lingüístico y social, los involucra en una situación donde se habla y se discute sobre el contenido que se lee y, de esta manera, van construyendo socialmente el conocimiento. 

La familia es, junto con la escuela, el agente que más influye en el desarrollo del niño y la niña. En este contexto de interacción y aprendizaje lingüístico que se produce entre padres y madres con sus hijos, los estudios demuestran que leer cuanto antes a los niños y a las niñas favorece la adquisición y el desarrollo de la competencia lectora y puede considerarse un marcador de hábitos en una familia. Una fuente inagotable de placer y de recursos para conocer y ampliar la realidad, así como para sentir emociones, es la literatura infantil y juvenil. Precisamente una de las razones por la que los niños, niñas y jóvenes leen es emocional, leen por lo que la lectura les hace sentir. Además, repercute en el rendimiento lector y aumenta el conocimiento general, ayuda a mejorar la comprensión de otras culturas, fomenta la participación en la comunidad y consigue una mayor comprensión de la naturaleza humana y de la toma de decisiones. 

Investigaciones sugieren que la lectura de libros es una actividad adulto-niño que genera más entrada de lenguaje para el niño que las interacciones durante el juego o las actividades diarias de cuidado, como la alimentación. Además, padres y madres proporcionan modelos lingüísticos más sofisticados durante la hora del cuento que durante otras actividades que incluyen la interacción lingüística: las interacciones naturales entre padres e hijos con libros con niños de 14 a 30 meses incluyen una mayor diversidad de vocabulario de los padres y una mayor complejidad sintáctica que las interacciones entre padres e hijos que no incluyen libros. Por lo tanto, la lectura de libros puede ser un importante escenario de aprendizaje del lenguaje para los niños en edad preescolar. 

Por lo tanto, la lectura por placer es una lectura que se realiza por voluntad propia y en la que se anticipa la satisfacción que se obtendrá del acto de leer. En general, son textos que se eligen en el momento y lugar que conviene. También es una forma de juego que permite experimentar otros mundos y roles en la imaginación. Por ello, se considera la lectura como una actividad creativa. 

No hay que olvidar la dimensión social de la literatura infantil y juvenil y de otros productos culturales (cine, documentales, series televisivas, páginas web y aplicaciones para dispositivos móviles) porque transmiten conocimientos, valores y actitudes relativos a los desafíos que la sociedad del siglo XXI plantea. 

Por ello, para fomentar y crear el hábito lector en niños, niñas y adolescentes, y educarlos a través de la lectura, la escritura y otros productos culturales sobre temas como la sostenibilidad, la salud integral, la inclusión, la convivencia, la ciencia y los medios de comunicación, el Ministerio de Educación y Formación Profesional ofrece a la comunidad educativa el proyecto educativo Crece leyendo conmigo que se encuentra en el sitio web Leer.es. Dicho proyecto contiene recursos textuales y audiovisuales en los que se informa de las características que presentan en distintas etapas de 0 a más de 12 años, así como de las distintas estrategias que pueden usarse en casa o en el aula para generar el gusto por la lectura. De acuerdo con la edad de los lectores y lectoras, se explican cómo son y se ofrecen unas pautas para familias. Así, es importante saber que el primer contacto de los bebés con las historias es a través de la voz de la madre o el padre, que le cuentan, le cantan, le hablan y se desarrolla un espacio de comunicación afectivo y creativo donde el bebé se muestra curioso, alegre e inquieto. Todas estas cualidades predisponen a los bebés a disfrutar de la lectura y de las actividades que se desarrollan en torno a ella y en las que el componente lúdico es fundamental. Los lectores en construcción, aquellos que están entre los 4 y 7 años, continúan disfrutando mucho de la lectura en voz alta de los adultos, pero también hay otras estrategias para promover el placer de leer como son la realización de actividades plásticas, dialogar sobre las historias escuchadas o dramatizar en familia situaciones contadas en los libros. 

El siguiente grupo de lectores, a los que denominados lectores en tránsito, se encuentra entre 8 y 11 años y son independientes, responsables, conscientes de su imagen y muestran mucho interés por los dispositivos digitales. Dado que pueden tomar la decisión de lo que les gusta y de lo que no, es conveniente saber qué temas les interesan y evitar criticar sus gustos lectores. Por último, se sugieren unas pautas para hacer recomendaciones a los adolescentes. Para ello, hay que tener en cuenta que la adolescencia es el momento vital en que se fortalecen las amistades y se produce cierta separación emocional de su propia familia, especialmente de los padres. Además, son impacientes, curiosos y comprometidos (muchos de ellos) con mejorar el mundo en el que viven.  

Aparte de estas pautas, están disponibles recomendaciones de lecturas, juegos de mesa, aplicaciones para dispositivos móviles, videojuegos, sitios web y narrativas audiovisuales como documentales, películas o series de televisión que permiten a los niños, niñas y jóvenes conocer y entender el mundo en el que viven, identificándose y viviendo experiencias que les ayudan a tomar decisiones, a relacionar lo que leen y ven con su contexto.

Los recursos del proyecto también pueden ser usados por docentes e incorporarse a la colección de recursos bibliográficos, audiovisuales y digitales de la biblioteca escolar. Este espacio tiene el potencial de mejorar las habilidades lingüísticas en el alumnado y, en muchas ocasiones, es la primera biblioteca que los niños conocen y donde descubren lecturas y conocimientos que pueden determinar su trayectoria personal, social y profesional. 

Tanto la lectura y la escritura son dos destrezas básicas transversales a todo conocimiento. Las podemos considerar la base del éxito de la educación porque contribuyen al desarrollo personal de los individuos y también al desarrollo económico, social y cultural de un país. A lo largo de la vida escolar de una persona, la educación proporciona las herramientas necesarias para formar lectores competentes que sepan desenvolverse en la sociedad actual de forma autónoma y responsable. Por ello, os invitamos a descubrir Crece leyendo conmigo, un proyecto educativo que apoya la creación y consolidación del hábito lector y otros conocimientos transversales en la educación básica de una persona.

Acceso al proyecto educativo Crece leyendo conmigo: https://leer.es/proyectos/crece-leyendo-conmigo/ 

Para saber más:

- Hoff, E. (2003). The specificity of environmental influence: Socioeconomic status affects early vocabulary development via maternal speech. Child Development, 74 (5), 1368–1378. https://doi.org/10.1111/1467-8624.00612 

- Hutton, J., Dudley, J., Horowitz-Kraus, T., DeWitt, T., y Holland, S. (2019). Associations between home literacy environment, brain white matter integrity and cognitive abilities in preschool-age children. Acta Paediatrica. Advance online publication. https://doi.org/10.1111/apa.15124 

- Lockwood, M. (2011). Promover el placer de leer en la Educación Primaria. Morata.

- Ministerio de Educación y Formación Profesional, Leer.es, https://leer.es/ 

Suro, J. (2019). Antes de leer. Todo lo que debemos saber para facilitar la lectura por placer y la comprensión lectora. Morata.

Equipo de Leer.es del Ministerio de Educación y Formación Profesional