En 1995 nace el primer referente normativo, la Ley 35/1995, de 11 de diciembre la página se abre en ventana nueva, de Ayuda y Asistencia a las Víctimas de Delitos Violentos y contra la Libertad Sexual.

Fue la primera Ley que reguló pautas de actuación dentro del proceso penal, concretamente:

  • Protección económica de la víctima, regulando las ayudas públicas, inspirándose en el principio de solidaridad.
  • Generalizar la información y la atención psicológica y social a las víctimas de delitos de todo tipo, intentando con ello paliar el fenómeno conocido como victimización secundaria, derivada de las relaciones de la víctima con el sistema jurídico-penal.


Igualmente fue esta Ley la que dictaminó en su artículo 16 la creación de Oficinas de Asistencia a las Víctimas en las sedes de Juzgados y Tribunales o en todas aquellas Fiscalías en las que las necesidades lo exijan.