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Sociedad y áreas protegidas
La efeméride más importante ocurrida en 2014, en rela-
ción con los espacios naturales de Andalucía, es el 25º
aniversario de la ley 2/1989, de 18 de julio, por la que se
aprobó el inventario de Espacios Naturales Protegidos de
Andalucía. Fue una ley rompedora y pionera, gracias a la
cual se declararon 82 espacios protegidos (clasificados en
función de unas categorías que también quedaban esta-
blecidas en la ley: parque nacional, parque natural, paraje
natural, reservanatural, reservanatural concertada,monu-
mentos naturales y parques periurbanos), que ocupaban
alrededor del 17% del territorio de Andalucía. Los espa-
ciosqueyaestabandeclaradoscomoprotegidosconante-
rioridad aesta ley fueron incorporados a lamisma, casode
Doñana, Sierra de Grazalema, Sierras de Cazorla, Segura
y Las Villas, Cabo de Gata-Níjar y Laguna de Fuente de
Piedra, por ejemplo. Además, a lo largo de estos 25 años
se han ido añadiendo nombres a la lista, de manera que
hoy día la Red de Espacios Naturales Protegidos de An-
dalucía (RENPA) la conforman 247 espacios que abarcan
una superficie de 2,8 millones de hectáreas (30,5% del
territorio).
Esta apuesta de Andalucía por la conservación de su pa-
trimonio natural ha llevado a nuestra región a convertirse
en la comunidad autónoma quemás superficie protegida
posee en el contexto nacional. En relación al ámbito eu-
ropeo, la magnitud de esta superficie protegida sitúa a la
comunidad andaluza en el 12º lugar, por delante de Portu-
gal, Grecia, Bélgica oDinamarca, superando en extensión
a la superficie total de algunos países de laUniónEuropea
como Eslovenia o Luxemburgo. Así pues, la notable im-
portancia de este vasto territorio y, por tanto, la respon-
sabilidad de su gestión, suponen un gran compromiso de
Andalucía ante la comunidad internacional. En ocasiones,
además, sobreestosespacios recaemásdeuna categoría
ofiguradeprotección, al superponerseenellos lanormati-
va autonómica, estatal, europea e internacional.
Hoy, 25 años después de aquella norma que hizo deAnda-
lucía un referente enmateria de conservación, nos enfren-
tamos a nuevos escenarios y a nuevas amenazas y desa-
fíos, que surgendelmundo cambianteenel que vivimos, y
que nos obligan a repensar el papel del patrimonio natural
andaluz.
Conesta idea laConsejeríadeMedioAmbiente impulsóen
el año 2010 la iniciativaAN+20, AndalucíaNatural, 20 años
despuésde laLeyde InventariodeEspaciosNaturalesPro-
tegidos. Para poner enmarcha y dinamizar eseproceso, se
conformóun comité científico-técnico y degestores conel
fin de avanzar en la propuesta de directrices para la defini-
cióndeunnuevoparadigma degestiónen los espacios na-
turales enAndalucía. Con el objeto de impulsar una cultura
de consulta y diálogo que fuese más allá de las previstas
en el procedimiento administrativo, y hacer partícipe del
proceso a la sociedad en su conjunto, se habilitaron fo-
ros temáticos abiertos a recoger opiniones, sugerencias y
aportaciones por la ciudadanía en general. Esta estrategia
ha permitido a los gestores y decisores adaptar el paradig-
ma de gestión de los espacios naturales enAndalucía a las
preocupaciones de los ciudadanos. En la futura revisión de
esta ley, la participación social será uno de los elementos
fundamentales.
El espíritu con el que se está redactando la nueva Ley de
EspaciosNaturales, sobre labasede la certezadequepara
cumplir sus funciones ecológicas y sociales, los espacios
naturales protegidos no pueden ser gestionados como is-
las en el territorio, sino que están estrechamente ligados
a la realidadecológica, socioeconómica, histórica y cultural
de las personas que viven en ellos, conecta en este senti-
do con la defensa que desde la Evaluación de los Ecosis-
temas del Milenio se hace del capital natural, de cuya con-
servación depende el desarrollo económico y el bienestar
de la sociedad.
Andalucía, pioneraen laconservaciónde susespacios
naturales