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Informe de
Medio Ambiente en Andalucía
¿Qué indica el logotipo de la flor?
Cuando un producto o servicio lleva
el logotipo de la etiqueta ecológica
de la Unión Europea, se tiene la
garantía de que los mismos cumplen
con unos requisitos ambientales
estrictos a lo largo de su ciclo
de vida, es decir, no sólo en su
fabricación (o en el diseño y puesta
en funcionamiento), sino también
durante su uso y al final de su vida
útil.
Esto equivale a decir que son productos
o servicios que limitan el uso de
sustancias perjudiciales para el medio
ambiente y la salud, reducen al máximo
el uso de materias primas al emplear
materiales reciclados y mejoran
en el rendimiento y la durabilidad
del producto, garantizan el ahorro
energético o informan al consumidor
sobre la manera más adecuada de
utilizar y desechar el mismo.
Una de sus grandes cualidades es que
es una etiqueta con una base científica,
otorgándose después de que los
criterios establecidos por la Comisión
Europea sean evaluados y auditados.
Entre los criterios más importantes
destaca el grado de biodegradabilidad
y de toxicidad acuática, el contenido
de ciertas sustancias prohibidas
por su elevada contaminación como
algunos secuestrantes, tensoactivos,
compuestos de fósforo o perfumes,
el uso de los conservantes menos
tóxicos autorizados, el empleo de
envases que tienen un alto porcentaje
de plástico reciclado o poco gramaje
así como que sean adecuados
para el uso. Esto significa que los
productos ecológicos deben cumplir
exactamente con su función al
mismo nivel o superior que el de los
productos convencionales.
La etiqueta, representada por
el símbolo de una flor con las
estrellas de la bandera europea,
es totalmente voluntaria
y la otorga el Comité de
etiqueta ecológica de la Unión
Europea (CEUE), una entidad
compuesta por organismos
competentes de los Estados
miembros, representados
por organizaciones no
gubernamentales ambientales,
asociaciones de consumidores
e industriales, sindicatos y
pequeñas y medianas empresas.