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El documento del mes

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Abril 2020

Código de referencia: ES.41003.AHPSE/1.1.2//Escribanía de Marina, 30981/1

Título: Libro de Reglas de la Hermandad de los Santos Mártires de Triana.

Fecha: 16 de junio de 1607. Sevilla

Volumen y soporte: 39 hojas. Pergamino y papel.

Nivel de descripción: Unidad documental simple.

Productor: Escribanía de Marina.

 

Las cofradías de mareantes y pescadores y de todos los oficios relacionados con la gente de mar tenían una amplia tradición medieval tanto en los territorios de la corona de Castilla como en la de Aragón. Las primeras surgieron en la franja cantábrica. Eran instituciones gremiales que agrupaban a las personas dedicadas al mar, en cada villa o ciudad costera. Muchas de estas cofradías sobrevivieron en España hasta el siglo XIX, quedando derogadas en el año 1861 por la Ley de Disolución de los Gremios.

Sevilla, ciudad de larga tradición marinera tenía numerosas cofradías que agrupaban a los distintos oficios relacionados con el mar. La más influyente y poderosa económicamente fue la de los maestres, contramaestres y señores de naos, oficialmente conocida como Cofradía y hospital de Nuestra Señora del Buen Aire, aunque conocida vulgarmente como Hospital de los mareantes.

Pero no fue la única cofradía. También conocemos la del gremio de pescadores, o la de los maestrantes de mar, compuesta por carpinteros de ribera y calafates, o la del gremio de calafates de Triana, conocida como hermandad de los Santos Mártires, a la que dedicamos este documento del mes.

Los carpinteros de ribera, los maestros de azuela y los calafates son considerados como los tres oficios más relevantes en la historia de la Marina. Su labor abarcaba desde la selección de los árboles en el monte hasta el aserrado, la fabricación de distintas piezas, el ensamblado y construcción total del casco, así como el calafateado de las juntas. Eran oficios totalmente artesanales y, por ello, su conocimiento se iniciaba siempre de la mano de un oficial experto y, tal y como atestiguan diversas ordenanzas, desde el siglo XVI el gremio había quedado configurado mediante una rígida organización jerárquica. Hasta el siglo XIX los carpinteros de ribera fueron los ejecutores materiales de los navíos construidos en la Península, pero el cambio hacia los nuevos materiales hicieron que el oficio desapareciera paulatinamente. Hoy son contados los carpinteros de ribera y calafates que figuran en activo.

El calafate, si seguimos la definición que de este artesano daba el Tesoro de la Lengua Castellana, se encargaba de una de las labores más relevantes para la conservación del buen estado del navío, la impermeabilización del casco, primero introduciendo estopa en las costuras, luego untándolas con brea y, por último, pintando el casco con alquitrán. Para ello se servía de instrumentos muy variados, algunos de ellos con una función muy colateral y circunstancial dentro de las tareas de construcción del barco, por ejemplo, aquellos que pertenecen al oficio del albañil (palaustra y plana) o del pintor (pinceles para dar alquitrán o para embrear) y otros totalmente especializados. 

Utensilios del Calafate

Diccionario demostrativo con la configuración y anatomía de toda la arquitectura naval moderna (1756). Juan José Navarro, Marqués de la Victoria.

El historiador Luis Navarro García en el estudio preliminar de las Actas de la Universidad de Mareantes publicadas en 1972, argumenta como motivo del olvido de los eruditos e historiadores por estas instituciones, por un lado el escaso volumen documental que produjeron, al no ser uno de los rasgos destacados de las mismas el alto nivel cultural de sus miembros, y por otro lado que el archivo de estas instituciones se ha extraviado en su mayor parte.  

Hoy día está disponible para su consulta el fondo documental de la Escribanía de Marina, conjunto de relevante valor para el conocimiento de la gente de mar y en particular de los gremios representativos de los matriculados. En su Catálogo disponible a través del Sistema de Información @rchivA Web se localizan numerosos expedientes que reflejan la actividad de estos gremios, los conflictos por incumplimientos de acuerdos que se resolvían por la vía judicial, los procesos de elección de nuevas juntas o las irregularidades en las cuentas de fondos pertenecientes a las hermandades de mareantes y pescadores.

Hemos querido destacar los documentos referidos a la Cofradía de los Santos Mártires de la hermandad de Calafates de Triana por ser menos conocida. La razón de ser de esta cofradía, como la del resto de corporaciones gremiales era la de satisfacer las necesidades sociales y asistenciales de sus miembros: la asistencia sanitaria y auxilio económico en caso de penuria así como la celebración de cultos religiosos. Estos aspectos quedan perfectamente recogidos en sus reglas, así como sus advocaciones titulares. Se localizan 18 referencias descriptivas relativas a la hermandad, entre libros de cuentas, relaciones de hermanos, inventario de bienes, libro de actas del cabildo, pleitos y libro de reglas.  

El Libro de Reglas es un libro de pequeño formato, 20 x 15 x 2,5 cm., compuesto por 39 hojas siendo las diez primeras de papel, las siguientes 27 de pergamino y las dos últimas en papel. Tiene una encuadernación en piel y funda de tela, aunque bastante deteriorada.

El libro comienza con una petición de Francisco de Medina, prioste de la cofradía y hermandad de los Santos Mártires, que está en Triana, en la calle del Sol. Según el Diccionario Histórico de las calles de Sevilla corresponde a la actual calle Febos y ubica la antigua hermandad en la intersección con Farmacéutico  Murillo Herrera. En dicha petición se dice que la Regla es muy antigua y por haberse mojado por una venida del río solicita se traslade, petición que se incluye en el traslado por orden del notario mayor y secretario de la Audiencia del Arzobispado de Sevilla.

Le sigue un texto, que emplea una letra gótica libraria propia ya en el XVI para los textos religiosos en latín, con la historia del Génesis y del Nuevo testamento, y continua con el traslado de la Regla de la hermandad, compuesta por doce capítulos y la concesión de la licencia de la regla original con fecha de 10 de mayo de 1534. Sigue la regla con dieciséis capítulos más sin numerar. Aparece a continuación una anotación manuscrita firmada por Francisco de Medina en la que señala que la nueva Regla es conforme a la antigua, salvo en las correcciones que hace de su letra para que el señor provisor tenga a bien aprobarla. Está fechada la anotación en 16 de julio de 1607. Termina el libro con la licencia del provisor y vicario general de la Santa Iglesia de Sevilla Jerónimo de Leyva el mismo día.

Anotacion Regla

El documento contiene una ratificación de las reglas para el año de 1635 y una nota de una visita del arzobispado realizada en 1699. No podemos saber por estas anotaciones si hubo continuidad de las visitas y hasta que fecha continuó existiendo la hermandad. Por la relación de documentos que se conservan relativos a la cofradía, ésta sigue existiendo en 1785, fecha final de un libro de cuentas. 

Los diferentes capítulos que componen la Regla van ordenando el régimen interno de la hermandad referido fundamentalmente a establecer un sistema para recaudar dinero, con carácter de limosna asistencial, como el pago que ha de hacer cada nuevo hermano que ingrese en la hermandad, o las multas que han de pagar en caso de trabajar en dia de fiesta, de no asistir a los cultos de los días de fiesta, etc.

El capítulo tercero de la Regla está dedicado a sus patronos: “Ordenamos que el día que nos pareciere en cada un año se haga una fiesta a los Santos Mártires por los hermanos de nuestra hermandad ansí por los vivos como por los difuntos”.

En uno de los capítulos añadidos con posterioridad a 1534 se ordena que se celebren dos fiestas más “para la concepción de nuestra Señora y la otra al bienaventurado San Sebastián” Desconocemos si tenían imágenes de dichas advocaciones, pues la página inicial del Libro de Reglas con la ilustración que representa dichas imágenes no se ha conservado.

fiestas

Este documento, junto con el resto de los conservados relativos a esta hermandad contribuirán con seguridad a la mejora del conocimiento de este tipo de hermandades por parte de los investigadores.

Pueden consultar los mismos a través del buscador de @rchivAWeb. 

Bibliografía consultada:  

  • Aznar Vallejo, Eduardo. “Marinos y pescadores”. En Medievalismo. Boletín de l Sociedad Española de Estudios Medievales” n.º 13-14, 2004, pag. 229-240

  • Borrego Plá, Mº del Carmen. “Los hermanos de la cofradía de mareantes”, en Actas de las II Jornadas Andalucía y América. Sevilla: CSIC, Escuela de Estudios Hispanoamericanos, 1983.

  • Mira Caballos, Esteban. Las armadas del Imperio. Poder y hegemonía en tiempos de los Austrias. Esfera de los Libros, 2019

  • Navarro García Luis; Borrego Plá, M.ª del Carmen. Actas de la Universidad de Mareantes. Sevilla: Diputación Provincial, 1972

  • Ollero Lobato, Francisco. “El hospital de mareantes de Triana: arquitectura y patronazgo artístico”. En Atrio: revista de historia del arte, n.º 4, 1992, pag. 61-70

 

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