DDC DANZA / DANIEL DOÑA
Idea original y dramturgia: DDC Danza - Daniel Doña
Dirección de escena: María Cabeza de Vaca
Intérpretes: Cristian Martín, Cristina Khai, Daniel Doña
El granadino Daniel Doña es un referente en la danza española actual. Un explorador inagotable de movimientos, tradiciones y vanguardias.
Su danza sincrética, desprejuiciada y libre ha conquistado los más importantes escenarios del mundo, la Ópera de París, el Sadler’s Wells de Londres, la Ópera House de Sidney, el New York City Center, el Teatro Mella de La Habana, el Palau de la Música de Barcelona o el Festival Iberoamericano de Bogotá.
El trabajo de Daniel Doña se despliega sobre un territorio ilimitado en el que la danza española renovada, el flamenco y la danza contemporánea dialogan entre sí y con otras disciplinas artísticas.
En 2004 creó su primera pieza, Estación seca, a la que siguió Haz conmigo lo que quieras (2008), su primer trabajo para espacios no convencionales. Entre 2005 y 2011 dirigió junto a Olga Pericet y Marco Flores el colectivo Chanta la Mui, una “de las aventuras artísticas más interesantes del baile flamenco español”, según el diario La Razón. Al frente de su compañía DDCDanza desde 2013, ha creado espectáculos como A pie (2013), A pie de calle (2014), Black Box (2014) No Pausa (2015), Nada Personal (2016), Hábitat (2016), Cuerpo a cuerpo (2017), Psique (2018), Campo Cerrado (2020), Retrospectiva 2.0 (2020) y Entre hilos y huesos (2021).
A lo largo de su trayectoria ha recibido, entre otros, el Premio El Ojo Crítico de Danza en 2016, el Premio MAX a la Mejor Coreografía en 2009, el Premio HEBE de Honor en 2016, el Premio MAX al Mejor Intérprete Masculino de Danza en 2019 y el Premio LORCA a la Mejor Coreografía 2022.
El Verbo nos acerca a aquello que arrastramos hasta la intimidad, a todas esas pleitesías colectivas que nos construyen y nos obligan bajo la advertencia del castigo a comportarnos de una manera determinada y correcta. El Verbo es un proceso para imaginar y construir nuevos rituales, esos que, como el mundo, están en continua desaparición. Es una propuesta en torno a la idea de que es necesario dotar de nuevos significados a las palabras, a esos lugares y espacios que configuran nuestras vidas, a todas esas tradiciones y costumbres que nos hacen repetir una y otra vez determinados rituales de dolor o vergüenza o culpa.
Aquí está la coreografía de un cuerpo que se niega a la servidumbre de lo femenino y de lo masculino, que restaura la dignidad de lo cruel, que transforma el gesto y la acción física en ritual, que rompe el tiempo y el espacio para custodiar todo lo que está destinado a desaparecer.