Engracia Rubio Perea. IES Torre Atalaya de Málaga. Málaga

@erubioperea

@Bibtorreat

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El fomento de la lectura en el contexto escolar es uno de los objetivos a los que la BECREA del IES Torre Atalaya siempre ha prestado una especial atención. Una de las funciones de la biblioteca escolar es generar ambientes que fomenten en el alumnado el hábito y el gusto de leer, de aprender y de utilizar la biblioteca a lo largo de toda su vida (García Guerrero, J., 2012). De ahí que nuestra biblioteca se muestre como un centro promotor de actividades de fomento de la lectura y de apoyo a la lectura en el tiempo reglado.

Desde hace tres años, y con motivo de la celebración del Día Internacional del Libro (23 de abril), nuestra biblioteca programa una serie de intervenciones en torno a la efeméride que, sin ser las únicas en el curso, concentran a lo largo de una semana una serie de actividades en las que la participación del alumnado mediante concursos, exposiciones, encuentro con autores o visitas y salidas del centro son la clave para la fiesta en torno al libro y al fomento lector.

El programa es dado a conocer al alumnado en las tutorías, así como a través de nuestro portal y nuestras redes sociales. Durante esa semana la biblioteca se transforma en un espacio de proyección y difusión de diferentes iniciativas.

Este año, entre las intervenciones realizadas durante la III Semana del Libro, ha habido una que ha tenido una especial acogida y que es la que aquí presentamos, “Da vida a un libro: léelo”. El alumnado del curso de 3.º de la ESO, principalmente, se ha transformado en personas libro, ha memorizado fragmentos literarios de diferentes obras, narrándolos posteriormente ante el alumnado de 1º de ESO y dándole de esta forma vida a sus libros.

Da vida a un libro: léelo

El objetivo de la actividad era ofrecer la lectura como “un acto de invitación" (Basanta, A., 2017). Intentábamos compartir con el alumnado la propia dicha de ser lector e invitarles a la misma en un ambiente acogedor y estimulante. Otro objetivo adicional era hacerlos reflexionar sobre si sentían o no la necesidad de los libros, como medio para poner a prueba su capacidad crítica y ejercitar su creatividad.

Conocíamos el Proyecto Fahrenheit 451, que cuenta con el sello de Buenas Prácticas Lectoras de Leer.es, y también sabíamos de otras experiencias en centros de secundaria, como es el caso del I Encuentro de Jóvenes Persona Libro, que se realizó en Córdoba el pasado curso y que, con el fin de compartir sus lecturas, implicaba a varios narradores de diferentes lugares de Andalucía.

Nuestra actividad iba dirigida al encuentro entre alumnado de nuestro propio centro. Contamos este año con siete líneas de 1.º de la ESO y, aunque estamos contentos con el uso que hacen de la biblioteca, creemos importante en estos primeros años insistir en el fomento de la lectura a través de una tipología de experiencias motivadoras que generen afición y gusto por el hábito lector. Somos conscientes de que, a determinadas edades, el círculo de amigos y de iguales es fundamental, así que vimos una oportunidad en que fuesen sus iguales, es decir, sus compañeros y compañeras del centro escolar, los implicados en llevar a cabo esta actividad de animación a la lectura.

Enmarcada dentro de la Semana del Libro, la actividad se desarrolló durante los días 22 y 23 de abril, concluyéndose el 3 de mayo de 2019. No obstante, la organización de la misma y su preparación comenzó con anterioridad, dedicándose seis sesiones a lo largo del segundo trimestre, así como algunos recreos, para la organización, selección de textos, memorización y dramatización de los mismos.

Fases de la actividad

Aprovechando la materia de libre disposición “Promoción de la lectura” que se imparte en el curso de 3º de la ESO, en la que nuestra biblioteca escolar tiene una presencia muy importante, lanzamos una propuesta que fue trasladada al alumnado a través de las profesoras que imparten la materia y que son especialistas en Lengua Castellana y Literatura. Se elaboró un escrito en el que se les animaba a convertirse en personas libro con el fin de promocionar la lectura entre el alumnado y ayudar a preservar el acervo literario, el cual estaba a punto de destruirse (anexo 1). Esta materia es clave en el fomento del hábito de la lectura y la escritura, y ha sido en estos dos años generadora de algunas de las iniciativas clave de nuestra biblioteca escolar, como el repositorio de audiorreseñas, que se puede consultar a través de nuestro blog, o el concurso de booktrailer.

La acogida fue buena y desde el principio contamos con veintidós alumnos y alumnas que se prestaron a formar parte del equipo. El siguiente paso consistió en reunirlos en biblioteca, explicarles la actividad y animarlos a la búsqueda y selección de textos que quisieran memorizar.

Para formar parte de las personas libro debían:

1. Seleccionar un fragmento de un texto literario deseado (lírico, narrativo o teatral) con el que se encontrasen identificados.

2. Memorizarlo.

3. Narrarlo con naturalidad, precisión y respeto ante el alumnado de 1º de la ESO.

En este primer contacto, comentamos que la indumentaria era fundamental y que debíamos llevar un logo con el que rápidamente se nos reconociese como tal. Estuvimos viendo algunos de los que ya habían sido publicados y elaboramos el nuestro propio, que quedaría impreso sobre camisetas blancas.

Para hacer más real el juego de roles, seleccionamos entre el alumnado colaborador de biblioteca a las alumnas que realizarían el papel de “milicia”. Si en la ficción de Bradbury los bomberos no se dedican a apagar fuegos sino a provocarlos para acabar con todos los libros existentes y, de este modo, inducir a la fácil manipulación de las personas, nosotros contábamos con la milicia que sería la encargada de comunicar al resto de alumnado la prohibición de albergar en su poder material librario, así como del cierre inmediato de nuestra biblioteca escolar.

Durante los dos primeros días de las III Semana del Libro llevamos a cabo la actividad en los siete grupos de 1.º de la ESO con los que cuenta este año nuestro centro.

El primer día, el alumnado colaborador se distribuyó por las distintas clases de primero facilitando un manifiesto y advirtiendo de la presencia de un grupo de delincuentes, denominados personas libro, los cuales se estaban dedicando a memorizar partes de libros con el fin de dar vida a los mismos. Tanto el manifiesto (anexo 3) como el cartel de “Se busca” (anexo 4) fue depositado en cada una de las clases. La intención, en este primer día, era crear expectación, buscábamos que esta acción transcendiese el marco escolar e incluso provocar la intriga de las familias en el caso de que la actividad fuese comentada en sus casas. El resultado fue variado, desde los que se alegraban de tal hecho y ya se veían a salvo de libros y libretas, hasta aquellos que, preocupados por la situación, preguntaban a sus profesores qué podían hacer al respecto. También hubo quien indagó sobre las personas libro y algún alumno con hermanos mayores trató de conocer la realidad del asunto, por lo que en cierto modo provocamos el interés por la actividad.

El turno de las personas libro llegó al día siguiente. En total un grupo de veintidós alumnos y alumnas, acompañado de dos profesoras, fuimos invadiendo “literalmente” las clases de 1.º de la ESO. Tras una breve introducción en la que el alumnado persona libro retomaba la experiencia vivida el día anterior y explicaba que se rebelaban ante la prohibición expuesta, daban paso al recitado de sus fragmentos, causando la admiración y sorpresa de los más pequeños del centro.

Manolito Gafotas, la poesía de Emily Dickinson, El nombre del viento, Diario de Ana Frank, Harry Potter, Lovecraft, Antoñito el Camborio, Don Quijote, El conde de Montecristo, La divina comedia, Petrarca o el Poema de Mio Çid, entre otros muchos, tomaban la voz en aquel escenario de absoluto silencio y, por unos minutos, nuestro alumnado daba vida a los personajes de sus libros. Una experiencia que, sin duda, perdurará en su recuerdo y de la que me consta que se sienten orgullosísimos.

Aunque ya dijimos que nuestra intención no era imponer la lectura ni exigir como resultado un trabajo más allá del simple hecho de compartir el gusto de nuestro alumnado de 3º de ESO de ser lector, sí quisimos conocer qué efecto había causado la actividad en ellos. Para ello elaboramos un cuestionario que pasamos en la materia de Lengua Castellana y Literaria (anexo 5), el cual era voluntario y podía entregarse hasta el 3 de mayo en biblioteca. Hemos recogido un cuantioso número de ejemplares y las valoraciones han sido muy positivas. En él se invitaba a la reflexión y a la valoración sobre la actividad y, además, se les preguntaba si se animarían a formar parte de las personas libro, para lo cual se les dirigía a su profesorado de Lengua Castellana y Literatura. Me consta que, a día de hoy, muchos de ellos preparan sus textos como parte de su exposición oral del tercer trimestre.

Si queréis ver la experiencia, aquí comparto un vídeo a modo de resumen.

Referencias

Basanta, A. (2017). Leer contra la nada. Madrid: Siruela.

García Guerrero, J. (2012). Contribución de la biblioteca escolar al fomento de la lectura. Sevilla: Dirección General de Ordenación y Evaluación Educativa.