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En este artículo se explica cómo una técnica que se viene utilizando en el mundo de la fotografía industrial con fines publicitarios se puede aplicar en el fomento de la lectura y en el mundo de los libros, con resultados muy satisfactorios, ya que requiere poco esfuerzo y recursos mínimos para llevarla a la práctica.

Rafael Joaquín Murillo Infante | IES Rafael de la Hoz. Córdoba

Introducción

¿Qué podemos hacer para fomentar la lectura en una realidad muy dura marcada por la pandemia? Los protocolos de los centros educativos han convertido nuestras bibliotecas en aulas y los servicios que se prestaban se han suspendido o se han reducido a mínimos y con restricciones. El alumnado no tiene la facilidad de antes para llegar al mundo de la lectura: los préstamos se reducen, los libros tienen que guardar cuarentena, se limita el acceso a las bibliotecas escolares de los usuarios, no se permiten los grupos amplios, e incluso la mascarilla dificulta la comunicación interpersonal. Es en este contexto donde la creatividad hace que surjan nuevas iniciativas llenas de originalidad o que se apliquen al mundo de la lectura y las bibliotecas escolares. Técnicas que ya existen, pero que no se había explorado su vertiente educativa o su aplicación práctica en el mundo escolar y de los libros. Un ejemplo es el Knolling.

¿Cuál es su origen

Esta técnica fotográfica proviene del mundo industrial. Tiene su origen en 1989 cuando Andrew Kromelow, responsable de mantenimiento del despacho del arquitecto y diseñador Frank Gehry, decidió ordenar las herramientas del taller que quedaban esparcidas tras la jornada laboral para facilitar su tarea de limpieza, disponiéndose según forma, uso y tamaño. De esta forma, quedaba todo perfectamente organizado en ángulos de noventa grados. Frank Gehry trabajaba para el fabricante Knoll, una de las firmas más destacadas en mobiliario de oficina, fundada en 1934 por Hans y Florence Knoll. El apellido de este fabricante le sirvió a Kromelow para denominar a su orden “Knolling” Sin embargo, el término y las reglas artísticas de este concepto las propuso Tom Sachs, artista contemporáneo que trabajaba en el estudio de Frank Gehry. Tom se dio cuenta que, con esta forma de organización de los objetos, podía crear composiciones agradables a la vista. Así que incluyó el knolling en sus composiciones, e incluso, aparece en su manual de trabajo Ten Bullets con su premisa “Always be knolling”.

En el mundo de la fotografía, es una mezcla de la fotografía de producto y de la fotografía de naturaleza muerta (lo que en pintura se denomina bodegón), en la que se aplica la alineación y el orden. En las redes sociales, encontramos con facilidad fotografías comerciales que aplican esta técnica para mostrar y vender diferentes productos. El knolling está cada vez más presente en nuestra vida diaria a través de la publicidad como, por ejemplo, los folletos que llegan a nuestros buzones o los catálogos online de una variedad de productos. Esta técnica está adquiriendo una gran popularidad en redes que priman la fotografía sobre el texto, como es el caso de Instagram.

¿En qué consiste el knolling? 

Básicamente, consiste en hacer una foto cenital de un objeto o de un conjunto de piezas que forman un objeto determinado. Se colocan los diferentes objetos o piezas, alineados ordenadamente, por similitud y, generalmente, en fondo claro en un ángulo de 90º. Es un método de organización de los materiales o piezas que forman parte de un objeto mayor. Se puede jugar con la geometría y la forma de los objetos que se empleen, pero siempre buscando el orden y la meticulosa colocación. Se puede utilizar el knolling en una gran variedad de temáticas: tus aficiones, tus platos de comida preferidos, los helados que más te gusten, las películas que recomiendas o, como es el caso, el libro o libros preferidos. Esta técnica se puede utilizar en el mundo de la lectura con resultados muy llamativos y originales.

Aplicamos el knolling a la lectura.

En el IES Rafael de la Hoz de Córdoba, la BECREA y el Departamento de Lengua Castellana y Literatura se coordinaron para fomentar la lectura mediante esta técnica. Se le pidió al alumnado de 2º ESO una foto cenital en la que apareciera la portada de un libro leído (el que quisieran, previa consulta al profesorado) junto con 10 objetos que se consideraran fundamentales para comprender ese libro; objetos que, si no existieran, no se entendería el libro. Esos objetos debían estar colocados en un ángulo de 90º siguiendo los requisitos del knolling. Tenían que ser muy rigurosos con la colocación y con el hecho de que la foto fuera cenital, teniendo cuidado de no hacer sombra a los objetos al utilizar las cámaras de sus móviles. El fondo debía ser claro para destacar los objetos y se admitía, para los más desenvueltos con la tecnología, cierto retoque digital. Podían usar objetos, imágenes o dibujos de los mismos, pero siempre relacionados con el libro de lectura. Además, se le pidió al alumnado un breve texto en el que justificaran la elección de esos objetos y no otros para entender el libro escogido. 

El resultado

El resultado ha sido sorprendente: muy visual, vistoso y llamativo. Se utilizaron cuatro metros de fachada para colocar los trabajos del alumnado con el objetivo de que se vieran desde la calle para hacer partícipe a las familias, a la comunidad educativa y darle más visibilidad a la actividad. La actividad se incluyó en los actos del 23 de Abril, efeméride del Día Internacional del Libro, siendo el broche de oro de un trimestre de trabajo.

Conclusión

Una actividad muy fácil de realizar y muy enriquecedora desde varios puntos de vista: se fomenta la lectura de una manera original y novedosa; nos aseguramos que el alumnado se leyó los libros al tener que seleccionar y justificar por escrito la elección de los objetos; no requiere grandes requisitos, ya que nuestro alumnado tiene móviles y saben usar perfectamente la cámara que viene integrada y los programas de retoque digital; es una actividad interdepartamental que no solo fomenta la lectura sino la creatividad, la alfabetización visual y digital, el uso de las nuevas tecnologías; una actividad que incluye a las familias, pues muchos libros los tenía el alumnado en sus casas; muy visual y llamativa, al colocarse en la fachada del centro; una actividad que se integra con facilidad en los Programas de Innovación Educativa como ComunicA, PLC del centro educativo o el bilingüismo y con la que se busca acercar el mundo de los libros al alumnado en una situación actual tan problemática. 

Las bibliotecas escolares tienen en el knolling una herramienta más para difundir el gusto por la lectura a través de las redes sociales: el mundo físico se conecta con el digital para dar a conocer otros mundos que se ocultan en las páginas, esperando a ser descubiertos por intrépidos lectores o navegantes.

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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Y WEB 

Arquitectos de palabras. (2022). Día del libro. Actividad sobre el knolling. https://arquitectosdepalabras.blogspot.com/2021/05/23-de-abril-dia-internacional-del-libro.html

CARO, S (2020). ¿Qué es el knolling? El arte de las fotos organizadas. https://youtu.be/5IsX6mVhguQ

Calvo, Marian (2009): Hautatzen. https://hautatzen.net/knolling-en-el-taller-de-lectura/

Goldberger, Paul (2017). Building Art: The Life and The Work of Frank Gehry. Editorial Vintage

González, Ana Lidia (2016): Knolling & Geometry: a coloring book for structure and pattern lovers: Volume 1 (ANALINEA). Editorial CreateSpace Independent Publishing Platform

Sachs, Tom. (2010): tenbullets.com. http://tenbullets.com/

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