Saltar al contenido

Inmaculada Martín Rico, profesora de Lengua Castellana y Literatura en el IES El Almijar, Cómpeta (Málaga). 

 

Título: Los dioses también aman

Autor:  David Calvo, Celopan

Fecha de edición: 2015

Editorial: Ediciones Martínez Roca

Páginas: 256

ISBN: 978-84-270-4215-5

Edad recomendada: desde doce años hasta la edad adulta.

 

David Calvo, conocido en las redes sociales como Celopan, nos presenta en su segundo libro a un joven dios enamorado de una bella mortal, Alma. Estudiante de segundo de Bachillerato, introvertida y poco habladora, apenas cuenta con amigos en el grupo clase. Su enemiga o personaje antagónico será la egocéntrica Sonia, que hará lo imposible para que los sueños de esta no se cumplan hasta sorprender, finalmente, al lector con un cambio radical en su actitud.

Sumergiéndonos en las páginas del diario que escribe la protagonista nos embarcamos en la aventura de amar. Todo comienza cuando Alma gana un concurso organizado por su youtuber favorito. Será aquí donde, al abrir los ojos tras haber caído mareada al suelo (escena que no deja de recordarnos a los cuentos de hadas), se enamore profundamente de un joven dios venido del cielo llamado Álvaro y que resultará ser el mismo Cupido. Aunque ella lo trata de manera hostil en un primer momento, será este chico quien le cambie la vida por completo. Los días apacibles en los que disfrutaba el máximo de sus clases de filosofía y empresa se verán alterados por los mensajes de Whatsapp, las cenas y los encuentros con este joven tan guapo a cuyos pies es fácil rendirse.

Los padres de Alma, Lola y Aurelio, simples mortales, no serán más que personajes secundarios. No sucederá lo mismo con los del joven si tenemos en cuenta que Álvaro procede de los dioses del mismo Olimpo: Venus, diosa de la belleza, y Marte, dios de la guerra. Como progenitores envían a Diana, diosa de la caza, a la Tierra para que sea la amiga inseparable que Alma siempre quiso tener y no tuvo.

La novela tiene un desarrollo rápido, fácil de leer, entretenido, dinámico y presenta un final casi esperado:

“Siempre has dicho que cuando un Dios se cruza en la vida de un mortal y desaparece, por la razón que sea, el mortal acaba olvidando su existencia” (pág. 223).

Una historia de amor poco creíble pero apta para tardes de invierno como las de ahora con la que disfrutar de esos dos mundos tan presentes en nuestras vidas: el terrenal y el celestial. Mundos oníricos y sonoros como los versos con los que cierro.

“Contigo siempre vale la pena perderse.
Por ti siempre vale la pena gastarme la batería del móvil”
(pág. 251).

Nodo: sv0204.ced.junta-andalucia.es
Ir al inicio