Felicidad Campal. Ayudante de Biblioteca en la Biblioteca Pública de Salamanca. 

Coordinadora del Grupo de Trabajo Banco de recursos ALFIN/AMI del Consejo de Cooperación Bibliotecaria del MECD

@fcampal

Cambiar de respuesta es evolución.

Cambiar de pregunta es revolución.

Jorge Wagensberg

¡Cambiemos de preguntas!

Las instituciones educativas, en todos sus niveles, deben ser el centro de una educación por competencias “en información”, y deben ser imprescindibles ante los desafíos del siglo XXI: conocer y saber en la web, aprender cooperativa y permanentemente en red y asumir una mentalidad integradora y cohesiva para la inclusión digital y social.

La Biblioteca Escolar, como Centro de Recursos para la Enseñanza y el Aprendizaje, CREA, creadora de materiales educativos propios y gestora de repositorios digitales elaborados junto al profesorado, es esencial en el desarrollo de instrumentos para la organización de la información y la calidad de los conocimientos. Para ello, en este artículo, lanzo una serie de preguntas (y algunos recursos, porque respuestas hay pocas claras), relacionadas con la alfabetización en información (ALFIN), en medios (AMI) y digital, para reflexionar cómo podemos mejorar el sistema educativo desde el aula, desde los centros educativos y desde las bibliotecas escolares, para que las teorías se hagan realidad.

Y dicho esto, me gustaría empezar con una serie de preguntas que seguramente no sean revolucionarias, como propone el científico y divulgador Wagensberg, pero quizá no esté tan mal pensar en ellas como un punto de partida que nos invite a la reflexión:

• ¿Cómo se está trabajando el fomento de las competencias ALFIN/AMI en vuestro cole desde las bibliotecas escolares?
• ¿Cómo se puede impulsar desde los equipos directivos y equipos de biblioteca el desarrollo de estas actividades?
• ¿En qué medida los destinatarios (usuarios alumnos, profesores, investigadores), se implican en las actividades de formación?
• ¿Qué tipo de actividad desarrolláis?
• ¿Para quién? Destinatarios.
• ¿Qué objetivos concretos se persiguen?
• ¿Qué competencias queréis desarrollar?
• ¿Qué contenidos se trabajan?
• ¿Qué áreas particulares?
• ¿Cómo está organizada? Learning by doing.
• ¿Bibliotecas como certificadoras de competencias?

Creo que son demasiadas preguntas para las que lamentablemente no tengo respuestas, por lo que mi opinión acabaría aquí, pero resulta que tengo que llegar como mínimo a las 1.000 palabras… Y no se me ocurre mejor manera que seguir haciendo preguntas que nos permitan avanzar en nuestro propósito. Por ejemplo: ¿Qué tenemos?, ¿qué queremos tener? Y ¿qué podemos tener?

Y lo siento, tampoco tengo respuestas para las dos últimas, ya que eso dependerá de cada uno de vosotros y de vuestras circunstancias (por aquello del Yo soy yo y mis circunstancias que decía José Ortega y Gasset).

Solamente daré unas pinceladas para intentar, solo intentar, contestar a la primera: ¿qué es lo que tenemos para la integración de las competencias ALFIN/AMI en la escuela? Bien, pues como cantaba Sabina (en ninguno de mis artículos falta la música), tenemos "más de cien palabras, más de cien motivos para no cortarse de un tajo las venas, más de cien pupilas donde vernos vivos, más de cien mentiras que valen la pena”.

Así pues tenemos: realidades; legislación y directrices; teorías y definiciones; Grupos de Trabajo, Comisiones Técnicas y Planes Estratégicos del Consejo de Cooperación Bibliotecaria; propuestas; planes y bibliografía para el fomento de lectura; buenas prácticas en bibliotecas escolares; planes de formación; propuestas de colaboración; contenedores de recursos de interés y otras más de cien mentiras o realidades que sin duda, ¡vale la pena repasar, repensar, revisar, analizar y poner en marcha!.

Y como no queremos que sean ases escondidos en la manga, vamos a dar una pincelada de cada una de ellas:

1. Algunas realidades para la esperanza o la desesperación

2. Legislación y directrices

3. Teorías y definiciones

4. Grupos de Trabajo, Comisiones Técnicas y Planes Estratégicos del Consejo de Cooperación Bibliotecaria

5. Propuestas y proyectos

6. Manifiestos, directrices, declaraciones y marcos de referencia

7. Planes, bibliografía, congresos y festivales para el fomento de lectura y desarrollo de las competencias ALFIN/AMI

8. Buenas prácticas en bibliotecas escolares

9. Planes de formación

10. Otros recursos para aprender, imitar o copiar (citando)

No sé si todo lo descrito ha merecido la pena, porque además de no haber respondido a ni una sola de las preguntas que planteaba al inicio, estoy segura de que han surgido más, muchas más.

Repasando la cantidad de recursos que he citado (que en ningún caso pretende ser exhaustiva, por lo que pido disculpas por todos los ausentes), las diferentes realidades, las buenas prácticas y las posibilidades que tenemos y habiendo, como dice Galeano, “Mucha gente pequeña en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, pueden cambiar el mundo”, con todo esto a mí se me ocurre otra pregunta: ¿cómo es posible que aún no hayamos cambiado nuestro mundo?.

Y aún otra más, ¿cómo es posible que el modelo actual de enseñanza-aprendizaje digital y mediático de la educación secundaria se siga centrando en el manejo instrumental de dispositivos y en la creación de contenidos digitales, dejando en un segundo plano la educación informacional y mediática?.

Y la última, lo prometo, ¿por qué, después de todo lo expuesto aquí, la  alfabetización mediática e informacional y digital no ha calado lo suficiente en el sistema educativo? Si tenéis alguna respuesta, es vuestro turno, el mío hace ya muchas palabras y preguntas que creo que lo pasé…