5.- El uso de las TIC y las TAC en entornos de enseñanza Plurilingües

 

Isabel Pérez Pérez

Asesora Técnica en el exterior, en Viena. Responsable de Plurilingüismo en Granada anteriormente.

 

Mucho se ha hablado y escrito de la importancia de la integración de las TIC (tecnologías de la información y la comunicación) en el entorno educativo y de cómo éste ha cambiado en los últimos años en nuestra comunidad andaluza desde la convocatoria de centros TIC y DIG en el año 20031. Desde ese momento uno de los aspectos prioritarios en la formación del profesorado andaluz ha sido la formación en la integración de las TIC en el aula, no sólo incorporando las herramientas sino también una metodología diferente, más acorde con su uso, dando lugar a las denominadas TAC (tecnologías del aprendizaje y el conocimiento). Por otro lado el Plan de Plurilingüismo que inició su andadura de forma normalizada en el año 2005 ha ido creciendo y cambiando al mismo tiempo que se incorporaban las tecnologías en los centros andaluces. En parte porque por el solo hecho de comenzar con un programa bilingüe los centros recibían una dotación TIC, ya que desde el principio se entendió que la puesta en marcha de este Plan de Plurilingüismo implicaba un cambio de metodología que se beneficiaba en gran medida por el uso de las tecnologías de comunicación e información. En lo que sigue trataré de transmitir mi visión en torno a varios temas, en primer lugar analizaré lo que a mi entender han aportado las TIC a la enseñanza plurilingüe y cómo las han usado los centros y los profesores en la implementación del programa bilingüe. En segundo lugar comentaré las razones por las que no se han integrado de forma generalizada en el día a día de la enseñanza plurilingüe, al tiempo que me permitiré plantear lo que idealmente podría ser un escenario TIC, TAC y plurilingüe en nuestros días y lo qué sería necesario para llegar a dicho escenario.

Presencia de las TIC en la escena de los centros bilingües y plurilingües

A lo largo de la década en la que se está desarrollando el programa bilingüe en los centros de Andalucía, he tenido la oportunidad de participar en numerosas actividades de formación en las que el objetivo era transmitir a los docentes qué oportunidades les ofrecía las tecnologías de la información y la comunicación en general y la World Wide Web en particular. El entusiasmo y la implicación personal del profesorado, coordinadores y docentes de los centros bilingües y plurilingües ha sido una pieza clave para que la formación ofrecida y los medios que han llegado a los centros hayan repercutido en el quehacer diario en el aula.

Desde los primeros momentos en los que se puso en marcha el Plan de Fomento del Plurilingüismo y durante bastante tiempo, la mayor preocupación de los docentes ha sido la falta de materiales, entre otras cosas porque la propuesta también era y es que se elaboren los propios materiales. Por tanto, el uso primero y principal que se ha hecho de las TIC y más concretamente de la Web en el contexto de la enseñanza bilingüe es la utilización de recursos y materiales a los que se puede acceder a través de la Web y que de otro modo serían difíciles de conseguir. Así, los profesores han aprendido a sacar provecho de todo tipo de sitios educativos de contenidos tanto lingüístico como de las materias específicas que se imparten en la lengua objeto, como por ejemplo los portales y repositorios educativos de países donde se habla la lengua en cuestión, o más recientemente los repositorios de nuestro país (ej. Agrega).

Este uso de recursos no es despreciable desde el punto de vista del aprendizaje porque la variedad de formatos en que se presentan (textos, imágenes, presentaciones, animaciones, audios y vídeos) influye en las oportunidades que se ofrecen a los alumnos de aprender mejor y permite desarrollar actividades muy diversas que promuevan distintas habilidades y destrezas lingüísticas, además de promover el aprendizaje del contenido de la materia no lingüística. Cuando se trata de AICLE el valor de los recursos visuales es mayor, así una imagen, una animación o un vídeo cobran más relevancia si los contenidos se estudian en una segunda lengua porque aportan información que suple el déficit de comprensión lingüística. Igualmente, el uso de recursos variados en distintos momentos puede ayudar a un incremento de la motivación. La clave está en decidir qué tipo de recurso se necesita y cómo hacer uso de él una vez seleccionado. Como en cualquier actividad desarrollada en el aula, el planteamiento de la actividad puede conseguir que un recurso muy sencillo tenga un interés pedagógico óptimo.

130 secuencias (130 secuencias didácticas.jpg)

 

Por otra parte, con el tiempo, los centros y profesores comenzaron a elaborar sus materiales y a publicarlos igualmente en la Web para uso de toda la comunidad plurilingüe, en páginas y blogs personales, pero también en redes de profesorado, como Linguared2 o Vandelvira3. Además, la Consejería de Educación, consciente de la necesidad de materiales, promovió el desarrollo de 130 Secuencias AICLE4 elaboradas por profesores bilingües, y que finalmente ofrecían un modelo de actividades que ejemplificaban cómo poner en acción la metodología AICLE. Todos estos materiales pasaron a formar parte de los recursos usados por los profesores bilingües gracias a las tecnologías de la información y la comunicación y a la disponibilidad de los mismos en línea y en abierto.

Además del uso de recursos, con el tiempo, y con la dotación de pizarras digitales para las aulas y miniportátiles para los alumnos,  y más recientemente las tabletas digitales, las TIC transformadas en tecnologías del aprendizaje y el conocimiento (TAC) se han ido introduciendo en el día a día del aula bilingüe. Los profesores han planteado actividades tipo cazas del tesoro donde los alumnos deben encontrar una información determinada, o pequeñas tareas en la web (webtasks), e incluso algunos proyectos semejantes a las webquests o en cualquier caso dentro del marco del trabajo por tareas. También se han hecho uso de otras herramientas que permiten desarrollar la interacción e introducir otra manera de enseñar y aprender y que facilitan el trabajo en una segunda lengua, como mapas mentales, nubes de palabras, posters digitales, programas para creación de podcasts, vídeos, etc.

Por otro lado, las herramientas colaborativas se han ido incorporando a las aulas. La Web 2.0 ha permitido que los profesores y los alumnos colaboren en blogs, wikis, en plataformas virtuales, desarrollando y publicando contenidos escritos, orales y visuales en la segunda lengua. Pilar Torres5 menciona muchas de estas actividades, aplicaciones y herramientas, además de comentar sus posibilidades de uso en el aula bilingüe para trabajar distintas destrezas lingüísticas, por lo que no repetiré aquí lo ya dicho por ella.

Sí me gustaría comentar que, como Pilar Torres también sugiere, es preciso insistir en esa incorporación de las TIC y las TAC. Es cierto que hay un buen número de profesores que han ido incorporando estas prácticas en gran medida. No hay más que visitar las páginas y blogs de algunos centros, tanto de primaria6 como de secundaria7, para ver cómo han integrado el uso de la tecnología tanto para desarrollar actividades propias como para que los alumnos participen en el aula bilingüe. Igualmente muchos centros bilingües han participado en proyectos entre centros (Comenius, eTwinning) y utilizado estas herramientas colaborativas para la comunicación y difusión de los proyectos. Sin embargo, hay que decir que este tipo de actividades y de herramientas TIC no se utilizan tanto como podría esperarse del grado de formación en tecnologías y en metodología AICLE que tienen los profesores bilingües de nuestra comunidad andaluza. Es cierto que los alumnos utilizan la red para búsqueda de información y que elaboran con frecuencia trabajos utilizando herramientas de presentación tecnológicas, pero en una gran parte de las aulas bilingües no se va mucho más allá y, en mi opinión, sería preciso buscar la manera de avanzar en innovación metodológica, y de poner más en práctica el trabajo por proyectos y en equipo utilizando herramientas y aplicaciones de la Web 2.0.

 

El reto de las TIC y las TAC en el aula bilingüe y plurilingüe

En la actualidad hay 1126 centros que desarrollan el programa bilingüe, de ellos 19 plurilingües. Es indudable que los centros bilingües han asumido un reto que implica un cambio en el enfoque metodológico. La pregunta en relación con una integración más homogénea de las TIC y las TAC es cómo deberían plantearse estos centros el escenario educativo, y de qué forma podrían los responsables de los recursos tecnológicos y de la formación colaborar con ellos para que se hiciera un uso más eficaz y pedagógicamente avanzado de la tecnología a favor del aprendizaje en general y del bilingüismo en particular. Además convendría tener en cuenta cuáles son los problemas que se encuentra el profesorado bilingüe a la hora de integrar las tecnologías. Estos últimos se pueden resumir en primer lugar en: falta de tiempo y la necesidad de cubrir contenidos y objetivos curriculares. Conseguir conjugar esta necesidad de cubrir contenidos con un enfoque AICLE y el uso de las TIC es uno de los retos que habría que enfrentar. En segundo lugar el otro aspecto que dificulta que los profesores integren las tecnologías es el relacionado con los recursos físicos y los problemas que se presentan cuando se aventuran a utilizar aplicaciones informáticas. Encontrar maneras eficaces de resolver estos problemas de mantenimiento y conservación de los recursos hábiles es labor de todo el centro (incluido el alumnado) pero también de la administración que debería ofrecer fórmulas variadas que permitan que los centros gestionen los recursos y tengan la ayuda técnica necesaria para hacer un uso normalizado de las TIC.

En resumen podríamos decir que las coordenadas a tener en cuenta a la hora de considerar un escenario que facilite el uso de las TIC con un enfoque AICLE donde se atienda a la práctica de la destrezas lingüísticas y el aprendizaje de los contenidos de materia integrados son: 1) los recursos tecnológicos de los que dispone el centro y los alumnos; 2) los profesores y su formación y disposición a integrar las TIC y las TAC en la metodología AICLE, y por último 3) la implicación del equipo directivo y el funcionamiento en equipo de los docentes del programa bilingüe. Por supuesto que alumnado es otro elemento a tener en cuenta pero, desde mi punto de vista, es siempre una variable cuya respuesta depende mucho de los otros elementos.

En mi opinión, el elemento fundamental de este escenario es la cooperación y el trabajo en equipo que permita que estas tres coordenadas se encuentren y que se planifique con eficacia y con una visión de trabajo coordinado; con disposición a innovar y a compartir experiencias y por supuesto recibiendo retroalimentación para mejorar. La tecnología puede también ayudarnos en este sentido, las herramientas colaborativas (wikis, Google drive, etc.) facilitan la puesta en común y la planificación pero el liderazgo corresponde al equipo directivo y a los coordinadores bilingües.

En realidad, esto es algo que ya se está haciendo en gran medida. El escenario educativo va cambiando y es cada vez más frecuente que los equipos docentes se coordinen. Igualmente la formación en el centro es justo la modalidad que puede ser de más ayuda en este escenario, donde ya no es posible trabajar aislado. Contar con objetivos comunes puede ser beneficioso y puede ahorrar esfuerzos. Un ejemplo concreto puede ser que los alumnos aprendan a utilizar alguna herramienta tecnológica en una materia concreta pero que de este aprendizaje se beneficie el trabajo en otras asignaturas. No se trata de hacer lo imposible integrando todos los contenidos de áreas distintas en unidades integradas y además usando las TIC. De lo que se trata es de conocer lo que son los objetivos a cubrir en cada una de las áreas y en relación con las distintas competencias. Y a partir de ahí encontrar los objetivos comunes en general, y en concreto en relación con las competencias comunicativas y tecnológica. A partir de ahí sería posible planificar y decidir actividades a llevar a cabo en la distintas materias, de forma coordinada y con objetivos comunes.

Conclusión

Si echamos la vista atrás no hay duda que desde comienzos del siglo XXI el sistema andaluz de formación se volcó en ofrecer tanto entrenamiento en aplicaciones tecnológicas como en la metodología en el aula. Con una perspectiva global, y desde mi experiencia en el campo de la formación del profesorado, puedo decir que el esfuerzo de la administración y la participación del profesorado de Andalucía ha sido y es ingente y que nuestros centros y profesores están, en muchos casos, muy por delante de otros países y regiones de Europa, en lo que a formación y uso de las TIC y las TAC se refiere. Y lo mismo me atrevería a decir sobre la formación en metodología AICLE. Lo que tal vez necesitamos es trabajar más en equipo y marcarnos objetivos concretos y comunes.

Mi intención con este artículo ha sido mas bien contar cómo he percibido el cambio y la integración a lo largo de los años con el desarrollo de los programas, y no tanto detallar qué herramientas se han usado. Como ya he mencionado anteriormente, un artículo complementario es el escrito por Pilar Torres y publicado en el número de esta revista destinado a las TIC, en el que ella hace referencia más exacta a los momentos y acontecimientos que han ido ocurriendo e igualmente alude a herramientas con más detalle. Bien mirado esto es también un trabajo en equipo.


1.-Véase la publicación “Desde las TIC hacia las TAC”, 2013. Andalucía Educativa

2. La red plurilingüe de la comunidad educativa de los Centros de Profesorado de Granada.

3. La red plurilingüe de los Centros de Profesorado de Jaén.

4. Secuencias AICLE

5. Pilar Torres, 2013. “Integración de las TIC en los proyectos bilingües de Andalucía” Andalucía Educativa

6. Un ejemplo de buenas prácticas en primaria es el CEIP San Miguel de Armilla. Véase también este artículo donde se explica la experiencia con las tabletas