9.- Logros y retos de una década bilingüe en Andalucía

 


Desde los últimos años del siglo pasado hasta nuestros días el proceso de enseñanza aprendizaje de las lenguas extranjeras ha experimentado en nuestra comunidad autónoma una serie de significativas  modificaciones no sólo en el ámbito metodológico, sino también en la práctica docente diaria.
Estos cambios surgen de la necesidad de dar una respuesta actualizada a los retos que planteaba, y sigue planteando, la nueva realidad europea y la nueva realidad social española y andaluza.

Esta respuesta, en Andalucía, ha tenido –y sigue teniendo– un  gran alcance y afecta a numerosos estamentos de nuestro sistema educativo, como lo son los propios centros educativos con sus respectivas etapas y modalidades, el alumnado, el profesorado, las Escuelas Oficiales de Idiomas, y la relación con otros países, entre otros.


PROGRAMAS, PLANES Y CENTROS

El devenir del bilingüismo y el plurilingüismo en nuestra Comunidad Autónoma pasa por varios estadios que nos llevan desde el inicio experimental en 1998 hasta la actual red de Centros Bilingües y Centros Plurilingües que ya supera el millar, en la que se han venido insertando nuevas enseñanzas y programas.

Todo empezó cuando dos centros de Málaga y dos centros de Sevilla dieron inicio en 1998 a un programa experimental –el Programa Bilingüe– al  que se fueron incorporando otros 23 centros hasta 2005. En 20 de ellos se inició el pilotaje de la enseñanza de determinadas materias en francés, y, en 7 casos, en alemán. Fueron los centros cuyas experiencias sentaron las bases del Plan de Fomento del Plurilingüismo, pistoletazo de salida de este nuevo modelo organizativo y metodológico del que ahora celebramos 10 años.

Aprobado en Consejo de Gobierno del 22 de marzo de 2005 (BOJA nº 65, de 5 de abril), y enmarcado en el documento Estrategias y propuestas para la segunda modernización de Andalucía. El Plan, vigente desde 2005 a 2008, planteaba como objetivo la creación de 400 Centros Bilingües, y situaba la política lingüística andaluza en el contexto europeo, articulándola en torno a cinco programas: “Centros Bilingües”, “Escuelas Oficiales de Idiomas”, “Plurilingüismo y Profesorado”, “Plurilingüismo y Sociedad”, y “Plurilingüismo e Interculturalidad”, y señalando los cambios metodológicos y organizativos necesarios para su puesta en marcha.

Tras su publicación el Plan se va dotando de un marco normativo para posibilitar su desarrollo: la Orden de 21 de julio de 2006 para la solicitud, elaboración y aprobación de Proyectos, entre los que se encontraban los Proyectos de Centro Bilingüe, y la Orden de 24 de julio de 2006 que regulaba la Organización y Funcionamiento de los Centros Bilingües; la primera fue derogada por la Orden de 9 de septiembre de 2008, que determina a día de hoy la aprobación de Planes Estratégicos, y la segunda lo fue por la Orden de 28 de junio de 2011, que regula actualmente la Organización y Funcionamiento de los Centros Bilingües andaluces.

 

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A lo largo de estos años la red de Centros Bilingües ha crecido tanto en número como en tipología de enseñanzas e idiomas ofertados. En cuanto al número de centros, tras la Resolución de 2005 que marcaba el inicio del programa con 140 centros entre los que se incluían los 27 centros provenientes de la fase experimental, el número de Centros Bilingües públicos se ha ido incrementando desde entonces. A partir del curso 2012 se incluyó a la enseñanza concertada y privada de manera que contamos en la actualidad con  un total de 1157 centros bilingües.

Además, durante estos diez años de andadura el bilingüismo ha crecido también con nuevas enseñanzas, sumando a la oferta inicial que comprendía Educación Infantil, Primaria, Secundaria y Ciclos Formativos, los primeros Bachilleratos bilingües (hasta llegar a los 130 centros que actualmente imparten estas enseñanzas), incluyendo el programa de Doble Titulación Bachiller-Baccalauréat "Bachibac" desde 2011.

Por otro lado, el desarrollo de este programa estratégico de la Junta de Andalucía incluye asimismo la aparición de Centros Plurilingües, que incorporan una segunda lengua extranjera, o L3, como lengua vehicular para la enseñanza de contenidos no lingüísticos de determinadas materias, distintas siempre de las que se imparten en L2. El número de estos Centros Plurilingües asciende actualmente a 19, de los cuales 14 lo hacen en Educación Secundaria y 5 en Primaria.

Sabido es que el plurilingüismo, sobre todo precoz, posee virtudes que no deberían ignorarse: estimula el desarrollo cognitivo, la autoestima, la tolerancia, el enriquecimiento personal y muchos otros aspectos; y la escuela no puede quedarse al margen de estos desafíos que ofrece una sociedad cada vez más plurilingüe y pluricultural. La toma de conciencia de la diversidad de lenguas y culturas desarrolla actitudes positivas hacia sus hablantes y sus culturas.

La sociedad occidental considera el monolingüismo como norma y los políglotas como una especie rara, pero la realidad es que en muchos lugares del planeta se es, no simplemente bilingüe, sino completamente plurilingüe (Rozem Milin, 2011).

Así pues, la apuesta por una enseñanza de calidad ha hecho que la oferta educativa de enseñanza de lenguas no se limite a las lenguas europeas más demandadas: inglés, francés y alemán, que están presentes en los centros andaluces a partir de la puesta en marcha del Plan de Plurilingüismo en 2005 y posteriormente el Programa de Centros Bilingües a partir del 2011.

Desde la Consejería de Educación se han firmado convenios de colaboración con otros países que han posibilitado la oferta educativa de otras lenguas. De esta forma, el Programa José Saramago para la enseñanza de portugués como segunda lengua extranjera en la Educación Secundaria y Bachillerato que se oferta en ocho centros de Huelva y Málaga, bastantes de los cuales, además, ofertan enseñanza bilingüe en otros idiomas.
Por otra parte, el acuerdo con el Instituto Confucio ha permitido la apertura de aulas para la enseñanza de Chino como actividad extraescolar en todas las provincias andaluzas y desde el Curso pasado, la lengua china, como 2º lengua extranjera, se oferta en centros educativos de las ocho provincias andaluzas que han querido sumarse a esta experiencia.

Aún así, y aparte de una evidente voluntad política, presente en todo este tan complicado como enriquecedor proceso,  éste ha contado, y cuenta, con dos pilares, a nuestro juicio fundamentales: El enfoque AICLE y la decidida implicación del profesorado.


EL ENFOQUE AICLE

Uno de los principales retos de la puesta en marcha del Programa Bilingüe en los centros educativos ha sido la asunción del enfoque metodológico AICLE por parte del profesorado. Conviene recordar que AICLE es un enfoque dual para la enseñanza y aprendizaje de contenidos usando una Lengua Extranjera  como vehículo de transmisión de esos contenidos  Para ello se requiere profesorado con al menos el nivel B2 del MCERL (Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas). En los Centros Bilingües andaluces se puede aprender en inglés, francés y alemán.

En este tipo de enseñanza, el profesor deja de ser “transmisor” de conocimientos, para convertirse en el “organizador” del aprendizaje del alumnado mediante sesiones de trabajo en grupo, por parejas, en definitiva, fomentando el aprendizaje colaborativo, además de la reflexión individual. Esto supone un cambio importante en la metodología de las ANL (Áreas No Lingüísticas), pues a la dificultad intrínseca de cada materia, tenemos que añadir la dificultad  de impartirla usando una lengua extranjera, proponiendo tareas y actividades que guíen al alumnado en este aprendizaje.

Ciertamente tan importante o más que ese B2 que requiere el profesorado es el hecho de que éste, disponga de una buena base metodológica en AICLE y esté convencido por completo de las implicaciones que conlleva este tipo de enseñanza. Todos los cambios requieren su tiempo, y el cambio metodológico depende de factores fundamentalmente personales. Se trata de un cambio interior que hay que asumir como un reto personal para integrarlo en la propia práctica docente. Tenemos muy buenos ejemplos de profesorado AICLE en Andalucía, profesionales que han asumido el desafío y que día a día, logran entusiasmar al alumnado con propuestas diferentes (web interactivas, blogs, elaboración de unidades didácticas, materiales diversos, etc.).

 

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En los Centros Bilingües se imparten al menos dos ANL en lengua extranjera aunque,  por norma general, acaban siendo varios los profesores implicados en el programa. Enseñar con un enfoque AICLE requiere más tiempo de preparación y mayor cooperación entre profesores. Esta forma de trabajar del profesorado, de manera coordinada, repercute en la calidad del proceso de enseñanza y aprendizaje. Supone un esfuerzo importante establecer las metas en contenidos y en lengua, buscar las estrategias de aprendizaje para cada unidad didáctica y desarrollar actividades que involucren al máximo número de alumnos a la vez.

Cuando un equipo bilingüe funciona bien, se centra en los intereses del alumnado, consigue hacerlos partícipes y, a medida que la cooperación toma fuerza, se pueden percibir  resultados en el alumnado y beneficios personales y profesionales en el profesorado. Por supuesto, en el centro educativo cambia la dinámica.  Consecuentemente el papel de los Equipos Directivos de los Centros Bilingües es crucial. Tienen que comprender que el profesorado AICLE  trabaja de manera diferente, necesita horas para reunirse, elaborar  y organizar materiales y actividades conjuntas, muchos participan en Programas Europeos, asisten a cursos de formación en los CEP, se preparan niveles lingüísticos superiores... Está claro que todo esto aporta al centro un plus que lo enriquece sobremanera y, por supuesto, revierte los beneficios de estas acciones sobre el alumnado, que es siempre el destinatario final. Cuando el profesorado aplica adecuadamente esta metodología, la mejora de la competencia lingüística en lengua extranjera del alumnado de Centros Bilingües es incuestionable.

Un aspecto inherente a la metodología AICLE es el trabajo colaborativo entre el profesorado. En los centros se establece así una estructura organizativa dinámica y proactiva. Este compromiso de los docentes, que se concreta en la planificación conjunta, es lo que determina la calidad del aprendizaje final del alumnado. La estrecha colaboración entre profesorado de áreas lingüísticas y no lingüísticas no sólo repercute en el alumnado, sino que mejora la práctica docente y el desarrollo profesional a través de la observación y formación entre pares. Ya lo dice un proverbio árabe: “Si quieres ir rápido, ve solo; si quieres llegar lejos, ve acompañado”.

Este modelo metodológico trasciende el centro y a lo largo de estos años se ha auspiciado y reforzado la colaboración intercentros a través de las redes profesionales provinciales, que en muchos casos se traduce en microrredes de apoyo y cooperación. Asimismo, está apareciendo de manera voluntaria la figura del “centro tutor”, un centro más experimentado que se ofrece a acompañar y asesorar a centros de nueva incorporación de su misma zona educativa.

 

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IMPLICACIÓN DEL PROFESORADO

Si se analizan los cambios en educación, suelen tener un denominador común: para que sean efectivos necesitan la implicación del profesorado que los va a hacer realidad.

La puesta en marcha de los Centros Bilingües y su posterior desarrollo constituyen uno de los mejores ejemplos del compromiso sólido del profesorado con su formación, no sólo metodológica, como hemos comentado anteriormente, sino,  y sobre todo, lingüística, muy especialmente del profesorado de áreas no lingüísticas que asume el reto de impartir su materia en una lengua extranjera.

Debe ser permanente el reconocimiento al esfuerzo realizado por el profesorado que ha acudido y acude a las Escuelas Oficiales de Idiomas o a instituciones de carácter privado, participado en actividades de formación organizadas por los Centros de Profesorado, en programas de inmersión lingüística y en proyectos educativos europeos con el objetivo de actualizar o adquirir una competencia lingüística imprescindible para el desempeño de su nueva tarea profesional.

La acreditación de, al menos, un nivel B2 del Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas en la lengua extranjera correspondiente constituye un verdadero logro para un profesorado que no contaba con ese requisito en su formación inicial. Cada vez es más numeroso el profesorado que dispone de este nivel y sigue comprometido con su formación para ampliarlo.

A este respecto, el futuro plantea un panorama bien distinto por el hecho de tener que acreditar un determinado nivel de conocimiento de una lengua extranjera para poder obtener un título de Grado. Esta circunstancia y programas de doble titulación al estilo de otros países europeos facilitarán la provisión del profesorado de los Centros Bilingües.

Por otra parte, no sólo el profesorado se ha familiarizado con los niveles del Marco sino que gracias a los convenios de colaboración de la Administración Educativa con instituciones extranjeras como el Goethe-Institut, el Servicio de Cooperación y Acción Cultural de la Embajada de Francia en España, Cambridge English Language Assessment y Trinity College London, y, sobre todo, al compromiso del profesorado de lenguas extranjeras en la preparación específica del alumnado, éste puede obtener una certificación oficial externa mediante la realización de las correspondientes pruebas en su propio centro.

Probablemente, nuevas fórmulas se indagarán en el futuro para que el alumnado de los Centros Bilingües obtenga este tipo de certificaciones oficiales que incrementan sus posibilidades de formación dentro y fuera de nuestro país.
En conclusión, la capacitación lingüística del profesorado y del alumnado es uno de los mayores logros de la educación bilingüe en nuestra Comunidad y sigue siendo uno de los retos más importantes para el futuro.

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ATENCIÓN A LA DIVERSIDAD EN CENTROS BILINGÜES

En el Preámbulo de la LOE-LOMCE se establece que  “El alumnado es el centro y la razón de ser de la educación. El aprendizaje en la escuela debe ir dirigido a formar personas autónomas, críticas, con pensamiento propio”. En este sentido, uno de los principios fundamentales que inspira el sistema educativo español es “la equidad, que garantice la igualdad de oportunidades para el pleno desarrollo de la personalidad a través de la educación, la inclusión educativa, la igualdad de derechos y oportunidades que ayuden a superar cualquier discriminación y la accesibilidad universal a la educación, y que actúe como elemento compensador de las desigualdades personales, culturales, económicas y sociales, con especial atención a las que se deriven de cualquier tipo de discapacidad.”

La aplicación de este principio en los Centros Bilingües y en los Centros Plurilingües nos lleva a conjugar las especificidades de la escuela inclusiva con las características propias de la enseñanza bilingüe, con el fin de lograr que todo el alumnado pueda alcanzar el máximo desarrollo de sus capacidades personales y la adquisición de las competencias básicas para poder llegar a ser un miembro activo de la sociedad, en la que los idiomas son parte imprescindible en la formación necesaria para la vida. Es evidente que a medida que los Centros Bilingües han evolucionado se han enfrentado al reto de dar respuesta a la creciente diversidad presente en sus aulas, ya que han pasado de ser meras secciones bilingües o plurilingües a centros en los que todo su alumnado recibe esta enseñanza, con independencia de las necesidades específicas de apoyo educativo que precisen.

En la actualidad, la comunidad educativa, consciente de esta problemática, reclama estrategias de atención a la diversidad que garanticen el éxito del proceso de aprendizaje de todo el alumnado inmerso en enseñanza bilingüe.  Estas medidas, entre otras, pasan por adaptaciones curriculares de Áreas Lingüísticas y no Lingüísticas, programas de refuerzo de la lengua extranjera, enseñanza por ámbitos o medidas organizativas como agrupamientos flexibles, desdoblamiento de grupos o apoyo en grupo ordinario, así como alternativas metodológicas o de evaluación.

Sin embargo, nada de esto es posible sin la implicación del profesorado de los Centros Bilingües, que no solo ha tenido que formarse en lengua extranjera y en metodología AICLE, como hemos destacado más arriba, para poder impartir su área en otro idioma, sino que está realizando el esfuerzo de adaptar su práctica docente a la heterogeneidad del alumnado de los grupos bilingües. En general, los Centros Bilingües han tenido que llevar a cabo un proceso de adaptación organizativa que atienda esta diversidad, contando con escasos recursos destinados a ello.

En definitiva, y citando a B. Lindqvist, "Todos los niños/as y jóvenes del mundo, con sus fortalezas y debilidades individuales, con sus esperanzas y expectativas, tienen el derecho a la educación. No son los sistemas educativos los que tienen derecho a cierto tipo de niños/as. Es por ello por lo que es el sistema educativo de un país el que debe ajustarse para satisfacer las necesidades de todos los niños/as y jóvenes".

Si, como hemos tratado de mostrar hasta aquí,  metodología AICLE e implicación del  profesorado han constituido lo que hemos denominado “pilares” de todo este proceso, éste ha contado a su vez con dos herramientas fundamentales: los y las auxiliares de conversación y los programas europeos.
 

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AUXILIARES DE CONVERSACIÓN

Desde el inicio del Plan de Fomento del Plurilingüismo  los centros han contado con auxiliares de conversación. Son personas nativas que realizan una valiosísima labor tanto para alumnado y profesorado, reforzando las destrezas orales, proporcionando un modelo de corrección fonética y gramatical, colaborando en la elaboración de materiales didácticos y acercando a la cultura del país donde se habla su lengua mediante la presentación de temas de actualidad y actividades lúdicas. La selección de estas personas se realiza mediante convenios del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte con instituciones extranjeras y acuerdos de la Consejería competente en materia de Educación en Andalucía con el Ministerio y con otros organismos.

Su estancia en el centro es de 12 horas repartidas en cuatro días a la semana, aunque en casos excepcionales puede concentrarse en tres. A estas doce horas hay que añadir las de coordinación semanal con el profesorado que imparte las Áreas no Lingüísticas, con el coordinador o la coordinadora de la sección bilingüe del centro y las dedicadas a la búsqueda y elaboración de materiales y/o recursos.

La mayor parte de este colectivo es de procedencia de países de habla inglesa, ya que es ésta la lengua elegida por la mayoría de los centros para el desarrollo de su proyecto bilingüe. Por países, Estados Unidos es el primer país de procedencia, seguido del Reino Unido; también el programa cuenta con auxiliares de Oceanía, que se incorporan en enero, ya que su sistema educativo permite  su colaboración con los centros de enero a mayo. También el programa cuenta con auxiliares de Francia, Bélgica, Alemania, Portugal y China.

Durante los primeros días del mes de octubre las Delegaciones Territoriales organizan una jornada de orientación y bienvenida en la que se les explican las generalidades y algunos pormenores del sistema Educativo en España, y en Andalucía en particular, el funcionamiento del programa bilingüe y se les facilita información sobre los trámites en la oficina de extranjería, seguro médico y todos aquellos aspectos que pueden ser de su interés.

El número de auxiliares se ha visto incrementado desde el inicio del programa pasando de los ciento cuarenta con los que comenzó el programa hasta los setecientos cuarenta y dos con los que cuenta en la actualidad; no obstante el número de auxiliares en los centros ha variado en los últimos años en función de los recursos económicos disponibles y del número de solicitantes; siendo en la actualidad de un auxiliar a tiempo total y otro a tiempo parcial en centros con más de veinte grupos bilingües, uno a tiempo total cuando el número de grupos es entre diez y veinte y, por debajo de diez, uno a tiempo parcial. En localidades con un único Centro Bilingüe se asigna un auxiliar a tiempo total.

Sin embargo, el crecimiento del número de nuevos Centros Bilingües públicos en Andalucía, así  como el aumento de líneas en los ya existentes, hace que el principal reto que el programa se plantea ahora es poder contar con los recursos necesarios para dar respuesta de manera satisfactoria a las necesidades derivadas de esta situación.


PROGRAMAS EUROPEOS

La experiencia viene a demostrar que participar en un proyecto Europeo es altamente positivo para cualquier centro escolar. En el caso de Andalucía son numerosos los centros y alumnado de primaria, secundaria, centros de adultos y ciclos formativos que se están beneficiando actualmente de las ventajas que estos nos aportan, a través de la plataforma eTwinning o de los programas Erasmus +.

Pero, ¿cuáles son los beneficios que podemos obtener?

  • Nuevos conocimientos. Participando en un proyecto junto a otros países, tanto el alunando como profesorado pueden observar cómo trabajan en los centros socios, aprender de sus puntos fuertes impregnándose de su cultura y mejorando el aprendizaje de las lenguas.
  • Ofrecer competencias. Estos proyectos permiten compartir las habilidades, experiencias y conocimientos de tu propio centro escolar.
  • Realizar las prácticas en el extranjero y recibir alumnado procedente de otro país. Un gran número de centros escolares andaluces envían a su alumnado a realizar las prácticas  en una empresa del país socio. Incluso en algunos casos, terminan sus prácticas y comienzan como trabajador de la empresa. De la misma manera, nuestros centros acogen a alumnado extranjero para realizar su pericia.

El Programa Erasmus+ prevé dos Acciones clave dirigidas a los centros escolares:

  • Acción clave 1 (KA1) – Movilidad de las personas por motivos de aprendizaje: estudiantes y personal de instituciones educativas que tengan intención de llevar a cabo experiencias de aprendizaje y /o profesionales en otro país.
  • Acción clave 2 (KA2) – Cooperación para la innovación y el intercambio de buenas prácticas (Asociaciones Estratégicas): Proyectos que promueven la innovación, el intercambio de experiencias, el saber hacer entre diferentes tipos de organizaciones implicadas en educación. En su desarrollo, se pueden financiar actividades de movilidad siempre y cuando éstas sirvan para alcanzar los objetivos de la asociación.

En la web del OAPEE, actualmente SEPIE podemos encontrar toda la información necesaria para participar en alguna de estas acciones. Existen innumerables razones por las que embarcarse en un proyecto de este tipo y es fundamental conocerlos para saber cual se adecua a nuestras necesidades.

 

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LA EVALUACIÓN EN LA ENSEÑANZA BILINGÜE

La evaluación es un proceso que puede resultar complejo. Hay que definir claramente qué se debe evaluar, en qué momento del proceso de enseñanza- aprendizaje se va a realizar, establecer los criterios de evaluación para cada una de las materias, etc... En el caso de la enseñanza bilingüe, se deben definir bien los niveles del MCERL en los que se oscilará para  evaluar al alumnado, A1, A2, B1...
Así, para le evaluación de las Áreas Lingüísticas el profesorado de Lengua Española y de las lenguas extranjeras impartidas en el centro, deberá tener en consideración las recomendaciones recogidas en el MCER, y promoverán que el alumnado demuestre lo que ha aprendido a hacer a través de un registro de consecución de objetivos referidos a cada destreza (oír, hablar, leer escribir, conversar). Con el uso en las aulas del Portfolio Europeo de las Lenguas, se verá reflejada esa progresión individual del alumnado en el aprendizaje. Además, la elaboración del Currículo Integrado de Lenguas del Centro, como parte del Proyecto Lingüístico del mismo, garantizará la coordinación y el trabajo coherente de todas las lenguas impartidas en el centro.
A la hora de evaluar las Áreas No Lingüísticas se debe tener muy claro que los contenidos propios del área tienen prioridad sobre las producciones lingüísticas y que, en todo caso, servirán para mejorar los resultados de la evaluación del alumnado, pero no para penalizarlo.
Es muy importante prestar especial atención al desarrollo de las competencias comunicativas del alumnado y su avance en la producción de estrategias compensatorias de comunicación. Todo ello consecuencia del tipo de enseñanza y de la puesta en práctica del enfoque AICLE de manera adecuada. 

La comunicación con las familias es fundamental en la enseñanza y, en el proceso de evaluación, se convierte en imprescindible. Se debe situar a los padres en el punto de partida del aprendizaje de sus hijos y tenerlos al corriente de los avances en todo este  proceso. El  trabajo en equipo con el resto de profesorado para considerar lo criterios y las competencias a desarrollar, es clave para el éxito.

El manejo frecuente de las Nuevas Tecnologías, las pizarras digitales en clase, programas como  el de auxiliares de conversación y el esfuerzo manifiesto de la administración y las familias, convierten el proceso de evaluación en algo positivo donde se está consiguiendo cada vez con mayor índice de éxito, que el alumnado se comunique utilizando la L2 de manera progresiva  tanto en la E. Primaria como en la E. Secundaria y el Bachillerato.

Este éxito se puede constatar viendo los resultados de aquellos centros que presentan a su alumnado a las pruebas externas de obtención de certificados de B1 del DELF en Francés,  Goethe Institut en Alemán y Trinity College en Inglés.

Referencias:

P. Mehisto, D. Marsh, M.J. Frigols (2008) UNCOVERING CLIL,  Macmillan

Coyle, Hood, Marhs. (2010) CLIL, Cambridge University Press.

B. Lindqvist, UN-Rapporteur, 1994

www.oapee.es

Portal de Plurilingüismo de la Consejería de Educación Cultura y Deporte

Sitio web del Ministerio de Educación Cultura y Deporte

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